Probamos a fondo el Mitsubishi Outlander PHEV, el Hibrido Enchufable de los Tres Diamantes
Hoy pasa por nuestras manos el primer SUV hibrido enchufable del mercado, de la mano de la marca que mejor sabe de Todo Terrenos, pero tampoco es manca en Movilidad eléctrica, Mitsubishi.
La firma nipona ha realizado una cocina de Fusión al unir sus dos grandes especialidades, los vehículos 4×4 y las aplicaciones de la electricidad a un sin fin de sectores, el resultado es soberbio y sin duda marca el camino a seguir para el resto de marcas.
Las leyendas urbanas rezan que los todo terreno gastan y son ruidosos, Mitsubishi nos ha demostrado que con saber hacer se pueden derribar este tipo de falsos mitos (aunque no ponemos en duda que hay modelos que los cumplan) ya que poder realizar hasta 60 kilómetros en eléctrico es sensacional y muy económico.
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El Outlander hibrido enchufable, se apellida PHEV, detalle que nosotros creemos que no es muy acertado, ya que estas siglas no nos informan que estamos delante del vehiculo hibrido más avanzado del mercado.
La imagen del Outlander es compartida con sus hermanos de gama, tiene una estampa impactante y un inegable atractivo.
Motor
El sistema hibrido está compuesto por tres motores, dos eléctricos de 82 caballos cada uno y otro gasolina de 120, en total tenemos 202 cv, nada mal.
El motor gasolina es un 2 litros atmosférico que tiene doble misión, cargar las baterías y mover el coche cuando no disponemos de carga en las baterías. En aceleración es algo ruidoso, no a nivel de motor del Toyota Prius, pero cuando pasamos del más absoluto silencio al ronroneo del motor de gasolina, se aprecia, eso si solo en fase de aceleración.
Es un motor de concepción clásica que pensamos que no acaba de encajar en el ultramoderno Outlander, pero cumple su misión de extensor de autonomía y una vez probado en carretera y una vez agotadas las baterías, el sistema híbrido consume unos más que aceptables 6,3 litros (mediciones propias), un excelente resultado si lo comparamos con los más de 8 litros que consume el Lexus RX.
El funcionamiento del sistema hibrido prioriza el gasto eléctrico, o sea que si no es que le pedimos prestaciones para adelantar o para subir una cuesta, el sistema intentará ir en eléctrico la mayor parte del tiempo.
En lugar de cambio de marchas, disponemos de la posibilidad de aumentar o disminuir el freno motor del vehiculo, consiguiendo recargar en menor o mayor medida las baterías, en nuestro caso lo probamos en varios puertos de montaña y en la bajada apenas teníamos que frenar, se encargaban los motores eléctricos. Este sistema de recarga/retención se maneja desde unas levas tras el volante o por la palanca del cambio.
Tiene varias funciones para ahorrar baterías, cargarlas o simplemente rodar económicamente, todas seleccionables desde un botón.
El cambio es de dos sentidos, hacia adelante o hacia atrás, no hay marchas.
La carga de las baterías se puede hacer en un enchufe doméstico en unas horas (depende del tanto por cien de carga) pero según nuestros «experimentos» en 6-8 horas tendremos la batería casi a tope, eso si depende también de la calidad de la energía suministrada.
La autonomía eléctrica nos permite hacer nuestros recados a diário (ir al trabajo, llevar los niños al cole, ir al gimnasio,..) con un coste muy bajo ( entorno a 2 euros), o sea menos de la mitad de lo que cuesta con el diesel más frugal.
Interior
Común con el resto de Oulander, destaca por su amplitud, por el suelo plano, cosa que son permite llevar tres pasajeros detrás, con total confort y también por una carga tecnológica del más alto nivel.
El cuadro de relojes es muy completo, con un ordenador de a bordo completo, pero de accionamiento algo difícil, ya que el botón que lo controla se encuentra tras el volante.
La cónsola central dispone de un navegador sencillo de uso y no muy rápido, pero que también incluye el bluetooth y la radio multimedia.
Mitsubishi fue el precursor de la agrupación de mandos y botones en el mundo del automóvil, en su momento fue profundamente criticado, pero el tiempo le ha dado la razón y ahora son legión las marcas que siguen su estela.
Las butacas delanteras destacan por su elevado confort, sujetan bien el cuerpo y tiene muchas y amplias regulaciones.
Detrás tenemos una banqueta con respaldo abatible por partes de buen mullido y buen acceso, las cotas son excelentes.
El maletero sorprende por capacidad, no nos esperábamos tener 463 litros hasta la bandeja e incluso un compartimento bajo el piso, para guardar herramientas,..
Comportamiento
Su comportamiento es muy bueno, pese a los kilos de más respecto a los Outlander «normales», pesa 1,8 toneladas, sorprende por lo bien que va por cualquier via.
En ciudad pese a medir 4,65 metros de largo nos ha enamorado su facilidad de movimiento, agilidad en el tráfico y la correcta visibilidad. Estacionar es cosa de niños gracias a la cámara de visión trasera.
En Autopista es un rodador incansable, la autonomía real varía mucho en base a la orografía de la vía y lo que le pisemos, pero es un rodador nato.
Las vías secundarias se le dan de maravilla, sobretodo puertos de montaña, dónde su economía eléctrica nos permite un ahorro de energía sobresaliente. En cuanto a estabilidad, es ágil y apenas barquea nada, nos divertimos a su volante.
Nuestro test se realizó en Agosto, por lo que la prueba en nieve que acostumbramos a hacer de este tipo de vehículos 4×4, no se pudo hacer, pero si hicimos una ruta de 60 kilómetros por montaña, con algún tramo algo roto, la peculiaridad de la situación es que conseguimos hacer 50 kilómetros en eléctrico. El sistema de tracción total es automático con posibilidad de bloquearlo en zonas complicadas, en cuyo caso actuarán ambos motores para tener las mayores posibilidades de éxito, el tema es que nosotros en ningún caso lo necesitamos, ya que como el motor eléctrico nos entrega toda la poténcia desde el primer momento, le cuesta mucho patinar, si vamos pisando el acelerador con mimo, no patinará a menos que haya alguna rueda que no pise firme. Es un coche con el que es fácil meterte por caminos y algo de montaña, eso si su única limitación son una monta de neumáticos muy asfálticos y la ausencia de rueda de recambio (lleva kit antipinchazos)
Valoración Final
Su precio de venta es de entre 42 y 47.000 euros, dependiendo del acabado, sin contar los descuentos y ayudas estatales, o sea entorno a 7.000 euros más que el diesel de 150 caballos pero unos 25.000 euros menos que su más directo rival el Lexus RX, que se vende como churros, la verdad es que no nos parece un mal precio ya que el coche es muy bueno, está bien rematado y es lo más moderno que podemos comprar. Ahora bien, sin duda este es un coche que hay que entender y usar inteligentemente, ya que su mayor baza es su posibilidad de rodar en eléctrico hasta 60 kilómetros (por 3 km el Lexus), su sistema de recarga enchufándolo en un enchufe doméstico (no disponible en el Lexus), si no usamos estas armas mejor decantarnos por el diesel y usarlo normalmente.
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