Probamos el Audi Q3 Sportback 40 TDI
Los SUV coupé son legión en la actualidad, pero si lleva los cuatro aros en la parrilla delantera ya estamos hablando de algo más exclusivo, en este caso este Audi Q3 Sportback 40 TDI es la interpretación muy acertada del fabricante germano de un concepto que gusta y convence actualmente.
Esta variante coupé del Q3 Sportback se alarga hasta los 4,5 metros de largo, 1,84 de ancho y 1,56 de alto cifras muy cercanas a lo que hasta hace nada era un Q5, pero parece algo menos tocho, es más estilizado y deportivo, pero manteniendo el aire todo camino intacto.
La versión S-Line probada incluye llantas más grandes y paragolpes específicos muy similares a las del SQ3.
Respecto al Q3, la versión Sportback tiene una luna delantera más inclinada, crece 16 mm de largo, pierde 29 mm de alto y es 6 mm más estrecho. Respecto a la habitabilidad, se mantiene muy buena excepto algo menos de altura en las plazas traseras, aunque sin ser criticable el resultado. El maletero mantiene los 530 litros.
En marcha es más dinámico que un Q3 normal, con un chasis muy bien puesto a punto y una mecánica que está siempre que la necesitamos para darnos caballos.
La dirección progresiva de serie es sensacional, más comunicativa y directa que la normal, también monta suspensión deportiva, aunque de amortiguadores y muelles fijos, no adaptativos, que son opcionales.
En cuanto a la motorización, este Audi Q3 Sportback 40 TDI equipa el archiconocido y afamado 2.0 de 190 CV que mueve a este SUV Coupé perfectamente y lo dota de un tacto pseudodeportivo.
Su tracción total Quattro nos regala un plus de seguridad, un plus de velocidad en paso por curva y una salida desde parado mucho más potente.
Las prestaciones son buenas con 8,3 segundos para el 0 a 100 km/h y 217 km/h de velocidad máxima.
El cambio S Tronic de 7 velocidades sigue siendo uno de los mejores cambios automáticos del mercado, con una suavidad y velocidad de respuesta que pocos pueden igualar.
La insonorización es buena, apenas se oye el motor cuando aceleramos a fondo.
Ofrece una gran calidad de rodadura y su suspensión filtra francamente bien las irregularidades del asfalto.
El consumo medio durante la prueba se situó en unos buenos 6,3 litros a los 100 kilómetros y en autopista a velocidades legales es fácil bajar de los 6 litros.
Su comportamiento es intachable en zonas de curvas, nos permite licencias deportivas y disfrutar al volante. Por autopista es un auténtico señor, suave y silencioso y en ciudad su tamaño medio nos permite un uso global, eso si la visibilidad trasera es algo justa.
De puertas adentro dispone de instrumentación digital, sistema MMI con navegador Pro, y todos los sistemas de ayuda a la conducción.
En cuanto a calidad, Audi es excelencia de materiales y acabados con un volante de tacto genial, asientos confortables y que sujetan bien nuestra espalda y piernas y un espacio interior amplio y ergonómico.
Valoración Final
A día de hoy por 46.000 euros nos llevamos un coche bonito, amplio, muy bien acabado, deportivo y de calidad, con un motor económico y prestacional, se puede pedir más?