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Probamos el BMW 330e

La tecnología híbrida se está extendiendo por todas las marcas y segmentos, BMW consciente de ello, está electrizando a casi todos sus modelos.

Hoy pasa por nuestras manos el BMW 330e, la variante híbrida enchufable del BMW Serie 3, que en lugar de buscar cifras de consumo muy bajas, nos aporta un plus de potencia y la posibilidad de rodar en modo 100% eléctrico hasta 40 km, así como de beneficiase de todas las ventajas que proporcionan los vehículos eléctricos.

Esta berlina ofrece una potencia máxima combinada de 252 CV gracias a la suma del rendimiento de su motor de gasolina de cuatro cilindros y de su motor eléctrico.

El propulsor 2 litros turbo con 184 CV de potencia y 290 Nm de par, el mismo motor que podemos encontrar en un BMW 320i se asocia a un motor eléctrico de 88 CV y hasta 250 Nm y se combina con la caja de cambios de ocho velocidades habitual en la marca bávara.

El motor eléctrico es suficientemente capaz de mover con soltura al BMW 330e a velocidades bajas, está pensado para un uso urbano, dónde el coche ha conseguido superar los 40 kilómetros prometidos por la marca, durante nuestro test, en cambio en carretera, nos hemos quedado entorno a los 30 kilómetros.

El Serie 3 ya disponía de una versión híbrida, pero la actual es enchufable (se carga a través de un cable enchufado a una toma de corriente) y es capaz de funcionar en modo 100% eléctrico en recorridos de hasta 40 kilómetros de distancia (frente a los 4 km que podía completar como máximo el ActiveHybrid 3). En cambio su potencia máxima total combinada se queda muy por detrás de la de su antecesor (340 CV frente a 252 CV), resulta mucho más asequible (45.300 euros para el 330e y 56.900 para el ActiveHybrid 3) .

En cuanto a prestaciones, este 330e nos permite una velocidad punta de 225 Km/h y pasar de 0 a 100 Km/h en tan solo 6,1 segundos.

Durante el test, el consumo medio real se ha situado en unos correctos 7,2 litros, muy lejos de los anunciados 1,9 litros que homologa, pero una cifra muy decente teniendo el cuenta el potencial del coche. La autonomía real del coche con una recarga se sitúa en poco más de 600 kilómetros, ya que el depósito de gasolina es de tan solo 41 litros.

La batería de 7,6 kWh de capacidad puede recargarse completamente en unas tres horas utilizando el cable estándar y conectándolo a una toma de corriente doméstica . Este tiempo se reduce en los puntos de recarga rápida.

También es posible recargar la batería en movimiento, aprovechando la energía recuperada durante las deceleraciones o empleando el motor de combustión a modo de generador.

Ofrece varias funciones que te permiten seleccionar cómo deseas que opere el sistema a través del botón específico eDrive situado junto a la palanca de cambios.

Desde ese pulsador se pueden elegir tres modos diferentes: Auto eDrive, Max eDrive y Save Battery. Con el primero de ellos, que es en el que arranca por defecto el BMW Serie 3 híbrido enchufable, el sistema se encarga de gestionar automáticamente los motores de la forma más eficiente, pudiendo llegar a circular a velocidades de hasta 80km/h empleando únicamente electricidad como fuente de energía. Activando el modo Max eDrive, priorizarás el uso del motor eléctrico y, siempre que la carga lo permita, podrás alcanzar velocidades de hasta 120 km/h usando solo el propulsor eléctrico.

Por último, con el modo Save Battery se da prioridad al uso del motor de combustión interna de forma que puedes mantener la carga de la batería al máximo para poder emplearla más adelante. Es en este modo en el que, si la carga de la batería es inferior al 50%, el coche usará el motor de gasolina como generador hasta que alcance la mitad de su capacidad máxima. Estos tres modos exclusivos del 330e de la prueba se combinan con los que ofrece el Driving Experience Control en el resto de los Serie 3, como son: Sport, Confort y EcoPro.

El más damnificado por la inclusión del sistema híbrido es el maletero que pasa de los 480 litros a 370 litros. También es más pesado, pues pesa 1.735 kilogramos, 210 kg más que un BMW 320i con cambio automático.

En el interior no hay cambios, calidad y bastante espacio habitable tanto delante como atrás, además la lista de opcionales, al igual que sus compañeros de marca, es inmensa.

Las plazas delanteras son cómodas y sujetan perfectamente nuestra espalda, además el conductor tiene a mano todos los mandos y botones, que lucen una notable ergonomía.

Detrás hay espacio para tres pasajeros, pero el asiento central, es algo incómodo y el acceso, peca de tener una puerta pequeña y que no abre mucho.

El BMW 330e tiene como principales competidores el Mercedes C350e y el Volkswagen Passat GTE, a los que mejora en relación calidad/precio y va muy parejo en movilidad eléctrica.

En marcha, es un deportivo, como sucede con la mayoría de BMW, disfrutaremos a su volante gracias a las fulgurantes aceleraciones, pasos por curva a alta velocidad, estabilidad a toda prueba y sobretodo una dirección y frenos que aportan una gran confianza.

En autopistas es silencioso, veloz y un gran trotamundos, devora kilómetros como el que más y además nos regala un gran confort interior.

Dónde disfrutaremos y mucho es en zonas viradas, ya que la inmediatez de respuesta del motor eléctrico y el comportamiento deportivo del conjunto, nos harán florecer una sonrisa de oreja a oreja.

Valoración Final
Este automóvil está disponible desde 45.300 euros, una cifra que viendo la cantidad de tecnología que incluye y las prestaciones que nos permite, no es nada descabellada, es un coche muy fino y silencioso, pensado para un uso polivalente, pero con necesidad de circular habitualmente por ciudad, dónde se puede valorar su autonomía eléctrica.

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