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Probamos el Hyundai i10 1.0 T-GDI N Line

Probamos el Hyundai i10 1.0 T-GDI N Line

Hoy probamos un mini GTI, concretamente el Hyundai i10 en su versión más dinámica y equipada, un pequeño deportivo que te sorprenderá.

Todos aquellos que vivimos los 80 y 90 con los inolvidables Fiat Uno Turbo, Peugeot 205 GTI, Ibiza Cupra, .. Recordamos con añoranza aquellas épocas dónde la ilusión era más importante que la potencia neta y sobre todo que pocos jóvenes podían comprarse un coche realmente potente y no solo nos conformábamos con esos mini GTI, sino que disfrutábamos de cada minuto con ellos, ahora pocas marcas tienen en su gama modelos pequeños de precio razonable y que nos permitan divertirnos al volante y este i10 es uno de ellos.

La versión probada monta un motor turboalimentado de 100 CV y una estética muy en la línea de los Hyundai N pata negra. No tiene unas cifras de potencia muy elevadas, pero sus 100 caballos mueven a los 1.040 kilos de su carrocería con bastante alegría y su cambio manual de cinco relaciones, nos hace recordar viejos tiempos.

Estéticamente, está muy trabajado con paragolpes específicos, parrilla, luces diurnas, llantas de 16”… Un aspecto agresivo y deportivo que llama la atención.

El interior está más equipado que los i10 “normales“ aunque mantiene los plásticos duros, pero tiene buenos ajustes y transmite sensación de solidez. Esta versión N Line monta un pomo metálico, pedales deportivos, una instrumentación específica o unos envolventes asientos y pespuntes rojos en el volante y tapicería. Cómo decíamos estéticamente está muy conseguido.

Las plazas delanteras ofrecen un buen confort y una elevada sujeción de nuestra espalda, el espacio no sobra pero tampoco falta.

Detrás hay espacio para dos adultos con una correcta habitabilidad.

Con una capacidad de 252 litros, el maletero no es nada del otro mundo, pero está en línea del que tienen sus competidores.

Al arrancar no esperéis un ronroneo de motor de 8 cilindros, pero suena bastante bien a pesar de ser tricilíndrico. En marcha ofrece un muy buen medio régimen y empuja con franqueza, aunque sin una gran estirada final.

Esta versión menos potente del bloque 1.0 T-GDI de Hyundai responde si le pedimos guerra, ya a 4.500 rpm tenemos la cifra de potencia máxima, pero estira hasta más allá de las 6.500 rpm. La verdad es que se puede disfrutar bastante al volante de este pequeño Hyundai.

En tramos de curvas donde la potencia ya no es crucial, te lo puedes pasar francamente bien, sobre todo por qué el cambio está bien escalonado y este coche pequeño y ligero, con frenos decentes y suspensión firme se comporta de maravilla.

El chasis del Hyundai i10 nos ha sorprendido por lo bien que va, su eje delantero es incisivo y el trasero desliza con un buen control por parte del piloto.

En ciudad es un urbanita modelo, ágil, cómodo y superfácil de estacionar.

En autopista sorprende por su buen hacer, no es un coche viajero, pero tampoco maltrata al pasaje.

El motor nos regala unas prestaciones muy decentes con una velocidad punta de 185 Km/h y pasando de 0 a 100 Km/h en tan solo 10,5 segundos.

El consumo es excelente, ya que durante el test arrojó una economía media de tan solo 5,3 litros a los 100 kilómetros.

Valoración Final.

Aunque parezca que no hay vida fuera de la electrificación del parque automovilístico nacional, aún hay marcas que ofrecen modelos que nos permitan disfrutar al volante sin tener que empeñar un riñón. Los 18.720 euros que cuesta este Hyundai están muy bien invertidos.