El Colt de Mitsubishi vuelve al mercado Nacional con un modelo gemelo al Renaul Clio, fruto de la colaboración entre ambas marcas, que pertenecen al mismo grupo empresarial.

Podría parecer que no es muy inteligente lanzar un modelo calcado a otro de otra marca, pero aquí estamos hablando de macroeconomía, dónde las marcas valoran que hay mercados dónde Mitsubishi tiene mejor posicionamiento que Renault y a la inversa y de esta manera el modelo se podrá vender mejor gracias a estos factores.

Cómo ya sucede con el ASX y el Captur, Mitsubishi y Renault han reeditado una fórmula de colaboración dónde el fabricante francés se encarga de todo y el Japonés solo comercializa y personaliza el producto, al igual que han hecho muchos años los miembros del grupo VAG con tremendo éxito.

Las diferencias entre el Colt y el Clio son de acabados, logos y equipamientos, los precios son muy parejos y la elección entre uno y otro personalmente la haría en el momento de la compra basándonos en las ofertas y el precio final, también en qué servicio oficial tenemos más cerca de casa.

En nuestro caso probamos el Colt de gasolina asociado al agradable motor de 90 CV.

Nuestro Colt era el tope de gama con llantas bicolor de 16 pulgadas, faros Full LED, equipo multimedia, tapicería mixta de cuero y tela, climatizador,.. vaya alicatado hasta el techo.

En el interior destaca un cuadro de instrumentos digital de 7 pulgadas sencillo y de buena lectura, pero no tan completo cómo otros modelos de la competencia.

La segunda pantalla situada en situación central también es de 7 pulgadas y da acceso a un sistema multimedia sin necesidad de cables para vincular teléfonos con Android Auto y Apple CarPlay. El climatizador automático se maneja intuitivamente gracias a diales giratorios.

Los asientos son muy franceses, de mullido blando y que de buenas a primeras son cómodos, pero con el paso de las horas no ofrecen un confort similar a otros más firmes. Su respaldo se regula por puntos y no por una rueda, si bien no se tarda mucho en encontrar la postura deseada.

En cuanto a la habitabilidad, nada que objetar, sin excesos, proporciona un buen espacio en las plazas traseras. Por su parte, el maletero ofrece 340 litros y un piso de carga a doble altura.

La calidad roza a buena altura con ajustes y materiales de buena presencia.

También procedente del Clio, el motor TCe de gasolina, con tres cilindros, turbo y 1,0 litros de cilindrada y 90 caballos, ofrece un rendimiento destacado, incluso llegamos a plantearnos que tenía mayor potencia de la declarada.

Su respuesta es ágil y rápida, solo en recuperaciones se nota que no es un motor más grande, pero es agradable, silencioso y mantiene cruceros legales sin problema, también en ciudad es suave y dulce. Sus prestaciones son correctas, ya que el Colt pasa de 0 a 100 en 12,2 segundos y alcanza los 180 km/h.

Dispone de un modo Eco que reduce algo su rendimiento y también su consumo, pero en nuestro caso tan solo un par de décimas. El consumo medio obtenido en la prueba se quedó en unos excelentes 5,3 litros a los 100 kilómetros sin que penalizara en ningún trazado.

La caja manual de seis velocidades tiene un tacto algo esponjoso, pero es preciso y fácil de usar.

En marcha es un coche bastante divertido gracias a su peso y a pesar de una amortiguación enfocada al confort, se defiende muy bien en tramos virados, ofreciendo un sano comportamiento y sin inclinaciones de la caja.

Su funcionamiento es siempre silencioso, con algún ruido parásito del viento, pero se viaja francamente bien y el aplomo en autopista es muy bueno.

En ciudad está en su salsa y callejea cómo un campeón y las maniobras de estacionamiento las hace muy sencillas.

No es descartable para un uso polivalente con escapadas por carretera ocasionales y uso eminentemente urbano y extraurbano

Valoración Final

La versión probada sube hasta los 19.690 euros, pero hay versiones más accesibles con el mismo motor, Mitsubishi es una marca que tradicionalmente tiene buenos precios y compite con sus hermanos de grupo sin complejos. Personalmente, es un coche que me ha sorprendido por economía de uso, rendimiento del motor y funcionamiento.