[quads id=5]

Probamos el Volkswagen ID.3 2024

Probamos el Volkswagen ID.3 2024

Volkswagen está apostando por la movilidad eléctrica sin el bombo de otros fabricantes, pero con la inteligencia que de seguridad le dará buenos frutos.

En el caso que nos ocupa, el compacto eléctrico de la marca germana mejora algunos de sus puntos débiles. A día de hoy este no ha conquistado al público como si hizo en su momento el Golf, pero las ventas de la gama ID de Volkswagen han crecido los últimos meses, a pesar de la llegada de muchos rivales y que el mercado eléctrico aún no tiene el tirón que se esperaba.

Entrando en materia a nivel de diseño, el Volkswagen ID.3 apenas ha cambiado respecto al modelo precedente, incluye un paragolpes con entradas de aire en los laterales más marcadas para darle un toque más agresivo, un remodelado capó con aerodinámica mejorada y unos pilotos que ahora se iluminan por completo.

En el interior el trabajo de los diseñadores es dónde se nota más, con materiales de mayor empaque y tacto, aunque sigue sin gustarnos el funcionamiento de los botones del volante y tampoco los del volumen del audio y de la temperatura del climatizador.

El sistema multimedia es mejor, más fluido y la pantalla que crece hasta las 12 pulgadas. Ahora está al nivel de los mejores en funcionalidad. Tiene menús de sencillo funcionamiento y es práctico, aunque no tiene tantas funcionalidades como otros modelos de la competencia, aunque la mayoría no aportan nada.

El espacio interior es amplio, pensado para todas las tallas tanto de altura cómo de anchura, los asientos son cómodos y recogen bien nuestra espalda.

La visibilidad está por encima de la media, excepto el pilar A que en las curvas puede restar algo de visión.

Las plazas traseras también gozan de unas cotas amplias, aunque pensadas para dos ocupantes. No hay túnel de transmisión por lo que los pies no van muy encajados.

En cuanto al maletero, con 385 litros de capacidad, ofrece un tamaño similar al de un Volkswagen Golf, es decir, se sitúa en la media del segmento.

Su equipamiento es muy completo con llantas de 18 pulgadas, faros led con asistente Light Assist, control de crucero adaptativo, acceso y arranque sin llave, así como el Park Pilot, 4 tomas USB-C, climatizador Climatronic, control por voz y asistente de aviso de mantenimiento de carril, entre otras cosas.

En marcha no cambia, ya que ofrecía un excelente comportamiento y una gran maniobrabilidad gracias a un radio de giro reducido. Hay que recalcar que cuando viaja cargado las suspensiones se tornan más secas, pero nada preocupante y mantiene un buen compromiso de agilidad y comportamiento.

En ciudad es una delicia por la facilidad para moverse en el tráfico urbano y su gran silencio de marcha. Estacionar es muy fácil.

El motor del ID.3 desarrolla unos buenos 204 caballos de potencia y un par máximo de 310 Nm que son más que suficientes para conseguir una buena respuesta en casi todas las situaciones. Sus prestaciones son buenas para este tipo de vehículos que rozan casi las 2 toneladas de peso y pasa de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y su velocidad máxima es de 160 km/h.

Disponemos de varios modos de conducción, con un ECO que prioriza el ahorro de electricidad, pero que entrega una más que suficiente dosis de caballos y en el otro extremo el modo Sport para disfrutar de las sensaciones deportivas que este compacto eléctrico puede transmitir. En medio tenemos un modo Normal que busca un equilibrio entre ambos.

Respecto a la primera prueba de este modelo que hicimos hace un par de años, lo que ha mejorado y mucho ha sido el consumo, obteniendo una cifra récord de 13,7 kWh/100km que nos permitiría pasar de los 550 kilómetros de autonomía real con los 77 kWh de su batería, sin duda el eléctrico más parco en consumo de los que hemos probado, buen trabajo de los ingenieros de Volkswagen.

La batería admite cargas de hasta 170 kW en corriente continua o de 11 kW en corriente alterna.

Valoración Final

Su precio arranca en los 39.245 euros, un precio alto por lo que hasta ahora habíamos estado acostumbrados, pero muy competitivo respecto a la competencia actual y muy por encima tanto técnicamente como en calidad o acabados respecto a las opciones chinas que ahora han llegado en masa y que de bien seguro traerán muchos dolores de cabeza a sus propietarios.