Para ser concretos diremos que es una respuesta a Dacia, con un competidor del Logan, una berlina Low Cost, con unos precios de salida no tan competitivos como el vehiculo Rumano, pero con materiales y acabados de similar factura, pero con motores y transmisiones más afinadas y modernas.

Personalmente dentro de la redacción no se entiende que después de los excelentes DS3, DS4, C5 o DS5, la marca del doble chevron rebaje tanto su nivel y estamos convencidos de que es un error enorme. El C-Elisee a parte del rimbombante nombre no tiene ningún encanto, es muy básico, con detalles como la tapa del maletero (es de fina plancha, sin tapizar ni refuerzos, que se nos antoja que dará múltiples dolores de cabeza a sus propietarios) indignos de un fabricante como Citroen.

El Coche es una berlina media de 4,42 metros con maletero separado, de 5 justas plazas y un diseño bastante poco agraciado sobretodo en su parte trasera.

Gama
De momento la gama es reducida, con tres motores, gasolina de 72 y 115 cv y diesel de 92 cv, todos con caja de cambios de 5 relaciones.

Motor
Lo mejor del coche es el motor, parco en consumos, suave, suena poco (a pesar de la deficiente insonorización) y a pesar de que el cambio es de 5 relaciones, no hemos echado de menos la sexta marcha.

El motor es el conocido HDi de 1,6 litros de 92 cv y 230 Nm de par máximo, que resulta más que suficiente para este tipo de vehiculo, ya que aunque lo carguemos a tope, su baja tara de 1,2 toneladas, hace que no se quede corto.

Las prestaciones son buenas para la potencia que tenemos, ya que coge 180 km/h y pasa de 0 a 100 en 11,2 segundos.

En cuanto al consumo, es bueno, no para tirar cohetes pero si destacable para el tamaño del vehiculo, ya que durante nuestra prueba rondo los 5,2 litros a los 100 km, una cifra destacable pero lejos de los optimistas 4,1 litros que tiene homologados.

Interior
Si lo comparamos con un C5 el C-Elysee es muy sencillo y básico, pocos botones y equipamiento, un equipo de música sencillo pero eficaz, elevalunas delanteros eléctricos, aire acondicionado, pocas guanteras y unos plásticos duros y de poca calidad.

Los asientos son pequeños y apenas sujetan el cuerpo, las regulaciones son complicadas y aunque se consigue tardaremos un poco en conseguir la posición adecuada al volante.

Detrás falta un poco de anchura para que tres adultos viajen cómodos pero el resto de cotas son excelentes.

El Maletero con 506 litros se aproxima al que disfrutan las berlina de mayor tamaño, eso si a costa de tapizados de baja calidad y la ausencia de insonorización.

Comportamiento
El coche es muy noble, muy en la línea de la marca francesa, con un tarado suave de amortiguación, buscando un buen confort, que consigue a medias, pero con unos niveles de seguridad elevados, no es un coche para hacer ningún rallye y por tanto pensamos que en ningún caso vamos a poner en jaque al bastidor, teniendo en cuenta la potencia disponible.

En ciudad se encuentra muy a gusto, con una gran suavidad, buena visibilidad y gracias a su contenido tamaño es relativamente fácil encontrar estacionamiento.

En Autopista sale a relucir su nobleza, es estable y rápido, permite realizar largos viajes sin problemas.

En carreteras reviradas se comporta bien y solo está penalizado por sus justos frenos, que nos restan confianza.

Valoración Final
Como podéis palpar, este coche no nos ha enamorado, más por el enorme paso atrás que ha representado por una marca que estaba haciendo las cosas muy bien que por el coche en si, ya que es un correcto coche familiar más seguro y fiable que cualquier modelo de hace 10 años. Su precio parte de 16.000 euros, precio desorbitado pero que si vamos al concesionario el comercial de turno nos lo rebajará a un precio más de mercado, por debajo de un Chevrolet Cruze, Seat Toledo, Skoda Rapid o Renault Megane, todos ellos más recomendables a igualdad de precio.