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Prueba a fondo del Chevrolet Volt.

El Volt fue presentado ya hace un buen puñado de años en forma de coche conceptual y la verdad es que la versión de calle poco ha cambiado desde ese primer prototipo, cosa que lo hace muy futurista y llamativo a los ojos del viandante

Chevrolet es una marca tradicional que forma parte de uno de los gigantes del mundo del automóvil, General Motors, por lo general los grandes fabricantes no son muy dados a lanzarse a la piscina con nuevas tecnologías de probada efectividad comercial, pero en el caso del coloso yanqui, no podemos decir lo mismo, ya que aunque el mercado parecía que se dirigía hacia los vehículos puramente eléctricos o híbridos del estilo del Toyota Prius, Chevrolet tiró por otra vía, desarrolló desde cero un vehiculo eléctrico de autonomía extendida, o lo que es lo mismo, un vehiculo que se mueve siempre en eléctrico y que equipa un motor de explosión de 100 cv, que cargará las baterías una vez estas estén acabando su energía, de esta manera, el propietario del Volt (acertado nombre del vehiculo) podrá recorrer entorno a 60 kilómetros en eléctrico, con las baterías cargadas a tope y si en algún momento se acaba la energía el motor de gasolina generará energía para recargar las baterías y seguir nuestro viaje dónde un vehiculo 100% eléctrico acabaría su periplo.

El Volt fue presentado ya hace un buen puñado de años en forma de coche conceptual y la verdad es que la versión de calle poco ha cambiado desde ese primer prototipo, cosa que lo hace muy futurista y llamativo a los ojos del viandante.

Gama
Actualmente el Volt solo tiene un acabado y por tanto solo tendremos que decidirnos por el color exterior.

Pensando en voz alta, creemos firmemente en la posibilidad de que exista una familia de productos Volt en Chevrolet, como piensa lanzar en breve BMW, con el nombre de i. Le vemos unas posibilidades infinitas al concepto sobretodo en uso urbano e interurbano, como modelos de diferentes segmentos.

Motor
El alma del Volt es una batería en forma de T que se encuentra alojada entre los asientos delanteros y la banqueta trasera, esta alimenta un motor eléctrico que mueve las ruedas delanteras. A parte en el vano motor disponemos del motor térmico de 1,4 litros y 100 caballos que nos permitirá seguir el camino cuando la carga de las baterías se agote (en ningún caso se agota al 100% sino que cuando hay una carga mínima ya entra en funcionamiento el motor de gasolina)

El funcionamiento del Volt es sumamente sencillo, dispone de un cambio automático con cinco posiciones, Parking, neutro, Adelante, atrás y para recargar la batería en desaceleraciones y fuertes descensos.

El silencio es total desde el momento en que arrancamos el coche mediante un pulsador, eso si el festival de luces y colores que se desata en la consola central y en el cuadro de relojes, delata que el Volt no es un coche normal.

Ofrece un andar suave y sobretodo confortable, no incita a correr pero si le pisamos nos sorprenderá su capacidad de aceleración, pasa de 0 a 100 km/h en 9 segundos, y tiene una discreta punta de 160 km/h.

En ningún caso el Volt es un coche para hacer carreras, sino son de bajo consumo, dónde si que puede hacerlo muy bien en buenas manos. Nosotros hicimos 600 kilómetros con el Chevrolet y consumimos en total 1,5 litros de gasolina, lo que representa un gasto medio de 0,25 litros a los 100 kilómetros, brutal no??? El secreto está en que cada día religiosamente lo cargamos en una toma de corriente de casa durante toda la noche, para tener las baterías a tope el día siguiente. Calculamos que cada carga nos salió por 1 euro, multiplicado por 7 días, quiere decir que nos gastamos 9 euros (con el litro y medio de gasolina) en recorrer 600 kilómetros, un chollo vaya..

La cosa cambia cuando recorremos largas distancias ya que el consumo de gasolina en estas situaciones aumenta, cuando probamos el hermano gemelo del Volt, el Opel Ampera recorrimos 400 kilómetros del tirón y en ese caso y gracias a la regeneración de la energía en bajadas y frenadas y una conducción muy ecológica, conseguimos un consumo de 2,5 litros, lejos de los 3,8 litros que nos gastó el Ibiza 1.2 tdi, que es el coche “normal†que menos nos ha gastado.

Un detalle a mejorar es lo caprichoso que es el coche con la energía con el que lo cargamos, no le sirve cualquier enchufe de casa sino que tiene que tener unas características especiales que nos ha llevado a probar varios hasta encontrar el adecuado. Además no permite el uso de alargadores.

Interior
El interior es futurista y muy cómodo, no destaca por la visibilidad pero como tiene cámara de visión trasera, la verdad es que las maniobras en parado son fáciles.

Las plazas delanteras son realmente muy acogedoras, con un mullido correcto y múltiples ajustes del asiento.

La cónsola central es todo tecnología, tiene una superficie plana que esconde los diferentes botones, una gran pantalla central, con la información del estado de las baterías y la energía del motor, el navegador, ordenador de a bordo,..

El cuadro de relojes es un cuadro de información del vehículos, con la información típica de velocidad, niveles de gasolina o autonomía pero con una presentación muy trabajada y un gráfico que mediante una bolita nos indica si estamos realizando una conducción ecológica o no.

Detrás hay espacio para dos adultos muy cómodos, separados por un túnel que esconde las baterías.

El maletero es lo menos trabajado, es justito con 310 litros pero además se esconde su contenido de los amigos de lo ajeno mediante una incómoda tela con 4 enganches.

Comportamiento
En ningún caso es un coche ágil ni divertido pero tiene un gran aplomo y pasa bien por todo tipo de trazado.

En ciudad es el ciudadano ejemplar, maniobrable, de fácil estacionamiento, silencioso y ecológico, la falta de visibilidad nos resta algo de confianza al volante.

En autopista es sensacional, va sobre raíles, es suave y sorprende su aplomo, devora los kilómetros como si nada.

En vías secundarias y reviradas se comporta muy bien, sin ninguna aspiración dinámica pero es noble y sencillo de conducir.

Valoración Final
Sinceramente pensamos que el Volt representa un salto cualitativo en el mundo del automóvil, es único (junto con su gemelo el Opel Ampera) y muy económico, su precio es un tanto alto, 48.000 euros, pero viendo su bajo consumo y bajo mantenimiento no pensamos que sea descabellado. En el mercado solo hay un modelo con un parecido lejano, que es el Volvo V60 Plug-in Hybrid que vale más de 60.000 euros y a pesar de ser más polivalente es menos exclusivo y económico. Pensamos que el Volt no tiene el éxito que debería.

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