Prueba a fondo del Opel Insignia 1.4 Turbo 140cv 5 puertas
La marca del rayo realizó un lavado de cara profundo a su berlina grande, actualizándolo por dentro y fuera, corrigiendo gran parte de los defectillos que tenía la primera versión del Insignia.
Por fuera ha actualizado su imagen a imagen y semejanza de los últimos productos de Opel, por ejemplo el Cabrio, con nuevos faros delanteros y traseros y un nuevo trasero.
Por dentro la evolución ha sido más enfocada a la mejora con una simplificación de la cónsola central para una mejor ergonomía a facilidad de uso. También han mejorado los materiales usados.
Gama
Disponible en cuatro tipos de carrocería, 4 puertas, 5 puertas, Familiar (Tourer) y Familiar Campero (Country Tourer), podemos escoger entre 8 motorizaciones, 3 de las cuales gasolina de 140, 250 y 325 cv y cinco diesel de 120, 130, 140, 163 y 195 caballos. Hay versiones con tracción delantera o total y cambio manual o automático. tenemos hasta 5 acabados diferentes.
Motor
La versión básica en gasolina se muestra más que suficiente para mover al pesado Insignia (1.536 Kg.). Se trata de un moderno motor de 1,4 litros de cilindrada alimentado por inyección indirecta con culata multiválvula y turbo, que desarrolla unos buenos 140 caballos, que aunque no son rabiosos si que ofrecen una buena progresividad y en la zona alta del cuentavueltas, dosis de deportividad.
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Las prestaciones son correctas, nada fuera de los común pero si más que suficiente para la mayoría, ya que coge 205 Km/h de punta y pasa de 0 a 100 KM/h en 10,9 segundos.
El consumo es excelente ya que durante nuestro test arrojó una cifra de 7,2 litros, un registro muy bueno visto el tamaño del Insignia (4,84 m) y su peso.
El cambio tiene un tacto poco preciso y con unos desarrollos muy largos para ahorrar combustible, pero penaliza en conducción tanto relajada como dinámica.
Interior
El salpicadero ha mejorado muchos enteros con mejores acabados y ajustes, ahora han desaparecido los ruidos y crujidos de los plásticos cuando el coche había estado aparcado al sol y su tacto es mucho mejor.
También hay que destacar la mejora en la cónsola central, pasando de una cónsola muy barroca abarrotada de botones a una más simple y más fácil de usar.
Los asientos son cómodos y con excelentes regulaciones, en nuestro caso eran eléctricos y la verdad es que destacan por un mullido medio, aunque la piel que los cubría no ayudaba mucho a agarrar nuestra espalda en las curvas.
Detrás hay espacio para tres sin problema, la altura no es mucha pero no tocaremos el techo si no somos muy altos.
El maletero con el portón de grandes dimensiones y 530 litros de capacidad es simplemente sensacional.
Comportamiento
El Insignia aunque monte la suspensión adaptativa no es un coche dinámico, ya que la suspensión trasera sigue siendo demasiado blanda y aunque no resta seguridad si que lo hace en cuanto a confianza, ya que tienes la sensación de que se va de culo a poco que lo fuerces, respecto el resto no hay queja.
En ciudad es grande y cuesta meterlo en muchos parkings, pero es maniobrable y la cámara de visión trasera opcional es simplemente un ángel de la guardia, para realizar las maniobras con mayor celeridad y seguridad.
En Autopista es un auténtico tren de pasajeros, cómodo, rápido y silencioso.
Las zonas viradas no se le dan muy bien debido a una suspensión trasera suave, aunque dirección y frenos si que realizan un buen trabajo.
Valoración Final
Es un buen coche familiar, polivalente y capaz, su precio de entorno a 30.000 euros es competitivo y está bien acabado.
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