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Prueba : Citroen DS3 THP 150.

Como es conocido las modas vuelven y ahora ha vuelto la de los urbanos «chic», en el pasado, los Peugeot 205, Suzuki Swift o Austin Metro, coparon los puestos de honor de las listas de ventas con unos modelos modernos, divertidos y muy juveniles, ahora en otra dimensión el Mini, Audi A1, Alfa Mi-tTo y nuestro visitante de hoy el Citroen DS3 vuelven a estar en la mente de muchos compradores como su futurible coche.

Aunando diseño, calidad y deportividad estos cuatro modelos son los abanderados de una categoría que seguro que crecerá en los próximos años.

EL DS3 fue la avanzadilla de la subgama de lujo del fabricante del doble chevrón, y que poco a poco irá incluyendo miembros. El DS3 está basado en el C3, pero a diferencia de este solo tiene 3 puertas (5 en el caso del C3) y se ha trabajado mucho en la presentación y mejorado todos los materiales. También su tarifa se hincha un poco.

Si hace unas semanas probamos la versión diesel de 110 cv, hoy le toca el turno al gasolina de 150, que particularmente pensamos que es la opción más equilibrada de la gama, ya que encaja muy bien en la filosofía divertida y de calidad del DS3.

Gama
El DS3 está disponible con siete motorizaciones; tres Diesel y cuatro de gasolina.
Los dos motores Diesel HDi equipan de serie filtro de partículas (1.6 litros de 110 y 90 CV asociados a una caja de cambios manual de 5 ó 6 marchas). La gama de gasolina está formada por dos motores sobrealimentado 1.6 THP 156 o 200 CV y un atmosférico 1.6 VTi que se vende con dos niveles de potencia (95 y 120 CV). Los motores de gasolina están equipados con una caja de cambios manual de 5 ó 6 marchas. El 1.6 VTi de 120 CV puede estar acoplado opcionalmente a una caja de cambios automática, al igual que el de 95 CV

Motor
Con 150 caballos y un peso menor de 1.200 kg, el DS3 es un auténtico deportivo, con unas prestaciones excelentes y unos consumos ajustados.

El motor es una auténtica obra de relojería, con tan solo 1,6 litros de cilindrada, equipa inyección directa de gasolina y turbocompresor, que le hacen llegar a una cifra de poténcia muy respetable, 150 cv.

Las prestaciones son muy buenas, con una punta de 214 km/h y 7,3 segundos en pasar de 0 a 100 km/h.

El motor ofrece un sonido ronco, nada molesto pero que anima a sacarle partido. En circulación normal brilla por su suavidad de marcha y buena insonorización.

El consumo medio en nuestro trayecto habitual ha sido realmente bueno, con 7,2 litros a los 100 km. Cuando le pisamos con decisión, la cifra se vuelve de dos dígitos pero dificilmente llega a los 11 litros.

El cambio de marchas de seis relaciones ofrece un tacto duro y preciso que nos permite una conducción al ataque sin problemas.

Interior
Muy cerca en cuanto a calidad al A1 de Audi, que es el mejor acabado de los cuatro mosqueteros, pero mucho más atractivo que este en cuanto a diseño, la ergonomía también roza el excelente.

Las plazas delanteras ofrecen una gran sujeción lateral, con un mullido medio y unas formas que se adaptan bien a nuestra espalda.

El puesto de conducción es excelente con todos los mandos a mano, y es muy fácil encontrar la posición al volante. El cuadro de relojes y la gran pantalla central de información se leen a la perfección.

Detrás tenemos dos plazas, no muy adaptadas para adultos de cierta envergadura, pero si muy aptas para nuestros churumbeles.

El maletero es suficiente para las aspiraciones de viaje del coche, sus 285 litros lo sitúan en la media de la categoría.

Comportamiento
Aquí es dónde el DS3 es el mejor, ya que no es un Kart como el Mini, pero es mucho más fácil de conducir y por lo tanto de ir rápido.

Asociado a una directa y precisa dirección, es una auténtica máquina de devorar curvas, con un elevado margen de seguridad, ya que gira muy plano y sus frenos frenan de maravilla, incluso cuando los castigamos.

En autopista sorprende por su estabilidad lineal y confort de marcha, permite la realización de largos trayectos sin castigar nuestro cuerpo.

En ciudad su pequeño tamaño, 3.95 metros, lo hacen muy ágil entre el tráfico y fácil de estacionar, eso si teniendo en cuenta su deficiente visibilidad hacia atrás.

En carreteras de montaña es adictivo, divertido y eficaz, la combinación entre chasis y motor es perfecta y disfrutaremos de la lindo a poco que nos guste conducir.

Equipamiento
Los DS se caracterizan por un rico equipamiento y una presentación impecable, sin duda este será una de los mejores argumentos de venta, ya que hay elementos que sus competencia no puede montar ni pagando.

Empezando por fuera el DS3 lo podemos elegir entre 11 colores de base + 5 para el techo, algunas combinaciones de lo más demencial, pero para gustos los colores. A aparte hay varias decoraciones de la carrocería con rayas, formas, etc… Los retrovisores también pueden ser de otro color. Hay media docena de llantas para escoger.

Pasando al interior tenemos 5 combinaciones de colores y tejidos para las tapicerías. También podemos personalizar el tablier, el pomo del cambio o las entradas de aire.

Después podemos mejorar el equipo de sonido, incluir un navegador integrado o sensores de estacionamiento.
En fin que previo pago se puede tener un coche de lo más exclusivo y equipado.

Competidores
Ya hemos comentado quienes son sus competidores y la verdad es que pensamos que es el más equilibrado, ya que su interior es menos imaginativo que el del Mini, pero mucho más pensado con una disposición de los botones y mandos más racional. Su calidad está casi a la altura de la del A1, en cuanto a materiales, ya que visualmente es mejor. Su comportamiento es excelente y aunque no es deportivo como el del Mini, pensamos que es más adecuado para un uso racional.

Valor/precio
Por unos 20.000 euros nos llevamos un excelente vehiculo, con un buen equipamiento de base y que además podremos alicatar hasta el techo para que sea único, si os lo compráis no os arrepentiréis.

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