Hoy pasa por nuestras manos el A1 Sportback más deportivo de la actualidad, que equipa un potente motor de más de 200 CV y cambio automático para ofrecer unas prestaciones muy deportivas.

El Audi A1 es el menor de la familia del fabricante germano y uno de los modelos más exclusivos dentro del segmento B.

En su interior nos encontramos tecnología propia de coches de mayor tamaño, como su ‘Virtual Cockpit’ o una pantalla de infoentretenimiento central táctil de 12,3 pulgadas ubicada en una consola central.

La calidad y tacto de los materiales interiores es sobresaliente, con un diseño marca de la casa, que nos asegura un mejor envejecimiento.

Los asientos delanteros destacan por sus acertadas formas que recogen perfectamente nuestra espalda y nos aportan un elevado confort de marcha. En tramos de curvas, la sujeción resulta excelente.

Detrás el acceso es correcto pero cómo sucede con todos sus competidores la habitabilidad es justa, aunque el confort es bastante bueno.

Su maletero, de 335 litros, es bastante capaz, si tenemos en cuenta el tamaño exterior, el acceso mediante portón excelente.

El motor es un dos litros de cuatro cilindros y 207 caballos con unas prestaciones excelentes ya que puede parar el crono al pasar de 0 a 100 km/h en solo 6,5 segundos y alcanzar los 245 km/h de velocidad máxima.

Su consumo es excelente gracias al conseguido funcionamiento del cambio automático que nos permite circular por inercia sin consumir, en nuestro caso se quedó en unos sensacionales 5,8 litros a los 100 kilómetros en recorrido mixto.

Dispone de varios modos de conducción, el denominado Sport es el elegido para sacar todo el potencial de la mecánica y la verdad es que es un coche muy divertido, al altura de un Mini JCW, algo más potente pero también algo más pesado.

El propulsor tiene mucha fuerza y mueve el pequeño A1 como si fuera un juguete y ya desde muy pocas revoluciones. Además, su cambio automático S Tronic de siete velocidades, es el complemento ideal por la rapidez y eficacia.

A pesar de estar orientado a las prestaciones y la deportividad, el confort es elevado y nos permite un uso total, desde ir a por pan a viajar pasando por algunos achuchones en una carretera revirada.

La insonorización es seguramente lo menos conseguido, ya que se oye mucho ruido de rodadura, de motor, más bien poquito.

Este coche es divertido tanto en ciudad por su soberbia agilidad cómo en carreteras reviradas con buen asfalto, dónde nos sacará una gran sonrisa. Si el asfalto está en mal estado es bastante rebotón por la dureza de la suspensión y el poco peso del conjunto.

La dirección es directa y precisa, transmite confianza y ganas de curvas.

En autopista y vías rápidas sin ser su espacio de juego preferido, nos ofrece un buen comportamiento y confort más que aceptable, permite viajar a ritmos poco legales.

Valoración Final.

Con un precio de 40.050 euros, no es un coche barato, pero va de cine, es bonito y polivalente, pero su mayor punto a favor es la puesta a punto del conjunto motor-cambio, que nos permite un uso económico en el día a día, con la posibilidad de disfrutar cuando nos apetezca y las condiciones lo permitan. Nos ha encantado.