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Toyota Aygo 1.0 VVTI.

El propio nombre ya es toda una declaración de intenciones: Aygo, que proviene del inglés “I go” (yo voy).

De esta manera tan rotunda se simplifica lo que se consigue con este vehículo, la determinación de llegar hasta donde uno se plantee y la libertad de movimientos que obtiene su propietario. Por sus características, el Aygo es el coche ideal para una nueva generación de jóvenes exigentes, con formación e inquietudes y para los que las fronteras ya no suponen un límite. Viajar y gozar plenamente de su libertad son dos de los elementos que el pequeño Toyota colocará al alcance de quienes acaban de estrenar su carné de conducir.

Interior

El Aygo –disponible en versión tres y cinco puertas– mide sólo 3,4 metros, pesa algo menos de 800 kg, y dispone de cuatro plazas con un confort óptimo, tanto delante como detrás, especialmente en altura, ya que los pasajeros de hasta 1,90 m de altura viajarán perfectamente. Y todo ello teniendo en cuenta que el Aygo es 25 cm más corto que un Yaris. Lógicamente, el espacio restante para la carga no es mucho pero resulta suficiente para el equipaje –escueto– de sus ocupantes. De cualquier forma son 139 litros en el maletero y 25 más distribuidos por huecos y bandejas en el interior. Para un mejor aprovechamiento, Toyota ofrece un pack opcional de 3 maletas desarrolladas por Samsonite especialmente para el Aygo que encajan a la perfección en cada compartimento. Pero si el espacio para la carga no es su fuerte, la agilidad, la maniobrabilidad y la conducción sencilla e intuitiva sí lo es.

Diseño

Por lo que se refiere a su diseño, tanto el exterior como el interior, muy innovador, reflejan que se trata de un coche juvenil, de estética desenfadada y moderna pero con una imagen cuidada para que encaje en las preferencias de aquellos que no son tan jóvenes en edad pero sí en espíritu y precisan de un segundo coche con estilo para moverse por la ciudad. El pequeño Aygo es un vehículo urbano, sofisticado, innovador y económico, pero más allá de su seductora estética y de su practicidad en ciudad, destaca por su calidad –según los elevados estándares de Toyota– y su deportividad.

Mecánica

El Aygo está disponible con una única motorización de 1.0 litros VVTi de tres cilindros que rinde unos voluntariosos 68 CV. Este propulsor, fabricado íntegramente en aluminio, es el más ligero de su categoría con sólo 67 kg de peso y proporciona unas sensaciones realmente buenas. La seguridad ha sido otro de los capítulos en los que los ingenieros de Toyota han puesto más empeño. El Aygo dispone de ABS de última generación con EBD, dirección con asistencia eléctrica sensible a la velocidad, 6 airbags y sistema de intrusión mínima en cabina (MICS) con estructura de seguridad monocasco en acero de alta resistencia. Otra de sus ventajas es la de poseer el coste de propiedad más bajo del segmento A, gracias a su consumo, a sus 3 años de garantía y a los moderados precios de las piezas de recambio.

Comportamiento

En primer lugar destaca por su sonoridad, muy particular y corte deportivo. Su sonido ronco y metálico se asemeja a la de un verdadero GTi, aunque de bolsillo. Las prestaciones pueden parecer a priori escasas (157 km/h y de 0 a 100 en 14,2 segundos) pero al volante no resultan en absoluto justas ya que la ligereza del conjunto y su eficaz chasis permiten rodar a un ritmo considerable si se le extrae todo el partido al motor y al cambio. Por tanto, los jóvenes de espíritu deportivo no verán limitadas sus aspiraciones de divertirse con una conducción dinámica. A bajo y medio régimen, su funcionamiento también es muy correcto. Si no se le despierta su picardía deportiva, el Aygo se muestra bastante ahorrador, con una media de sólo 4,6 litros a los 100 km/h.

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