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Probamos el BYD Seal 3.8s

Probamos el BYD Seal 3.8s

BYD sigue progresando en su sueño de ser el mayor fabricante de vehículos del mundo y amplía la gama de coches que vende en España con el Seal que hoy probamos.

Aquellos que estén al día del micro mundo de los coches eléctricos sabrán que esta berlina de 4,8 metros viene a competir directamente al Tesla Model 3. Respecto al Tesla tiene unos acabados de mejor calidad y un diseño mucho más trabajado, respecto a fiabilidad no creemos que le cueste mucho ser mejor que el coche americano, ya que el Model 3 es uno de los eléctricos que más visitan el taller en todo el mundo.

El modelo que hoy nos visita es la versión 3.8S, y vosotros diréis cómo un eléctrico va a tener un motor de 3,8 litros? Pues claro que no, la gente de BYD se ha estrujado el cerebro para conseguir una nomenclatura que fuera imaginativa y desde nuestro punto de vista lo han logrado, este 3,8 significa los segundos que esta versión tardad en pasar de 0 a 100 Km/h, A que no os lo imaginábais? Nosotros tampoco, lo hemos tenido que buscar…

La versión probada a tener de la excelente cifra de aceleración adivinaréis que debe ser potente, pues si se trata de un modelo equipado con tracción total y 530 CV.

Este Seal equipa dos motores que producen una potencia combinada de 390 kW (530 CV), un par máximo de 670 Nm) y le permiten tener tracción total, mientras que su autonomía teórica es de 520 kilómetros. Su peso es de 2.185 kg.

La batería para alimentar a esta bestia tiene 82,5 kWh y según la marca podemos cargar en 37 minutos del 10% al 80% a un máximo de 150 kW en corriente continua. En corriente alterna la potencia máxima de carga es de 11 kW. Según nuestra experiéncia no es tan rápido pero si es de los más rápidos de cuantos hemos probado.

En lo que se refiere al consumo, su cifra se sitúan entre 18 y 19 Kwh en conducción suave y pasa de 20 si le pisamos, la autonomía real está entre 400 y 500 kilómetros, pero cómo es habitual en los eléctricos depende de la orografía del recrrido.

Estamos delante de un coche muy veloz porque acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos. Su velocidad máxima, eso sí, está limitada a 180 km/h. LO que más impresiona son sus recuperaciones, fulgurantes y silenciosas.

Las medidas exteriores, son 4,80 metros de largo, 1,87 metros de ancho y 1,46 metros de alto. Como la distancia entre ejes es de 2,92 metros, con un interior es muy amplio.

Delante las plazas son cómodas y con unas butacas que una vez encontrada la posición perfecta, que es algo tediosa, no querremos levantarnos.

Las plazas traseras tienen espacio de sobra en todas las cotas, aunque de maletero no va tan sobrado, teniendo en cuenta su enorme tamaño exterior. El maletero trasero tiene 400 litros de capacidad y, aunque tiene unas formas muy limpias y se puede aprovechar muy bien, la boca de carga es pequeña y limita mucho la carga de objetos voluminosos.

Bajo el maletero disponemos de un hueco perfecto para guardar el cable de carga. El maletero delantero tiene 53 litros de capacidad y también es útil para llevar objetos pequeños o el cable cuando llevamos el maletero lleno.

El equipamiento de serie es completo, muy completo con techo solar panorámico (que tiene función fotocromática para que no nos asemos en el interior), portón trasero eléctrico, llantas de 19”, faros Full LED, ventanillas con doble acristalamiento, bomba de calor, cámara de 360 grados, sistema de audio Dynaudio con 12 altavoces, cuadro digital con pantalla de 10,25” o la pantalla táctil central de 15,6” que montan todos los BYD y puede rotar eléctricamente para quedar en disposición horizontal o vertical.

Por supuesto cuenta con todo tipo de sistemas de asistencia a la conducción y lo único que es exclusivo del tope de gama es el Head-Up Display. El interior puede ser de color negro o Tahiti blue. Para el exterior hay cinco colores de serie disponibles y dos más de manera opcional.

Un detalle a destacar del Seal es su calidad, por encima de la que percibimos en la prueba del Dolphin.

En marcha es un coche que nada tiene que envidiar a ninguna marca generalista y está sorprendentemente cerca de las premium. Está más enfocado al confort que la deportividad. Su puesta a punto es muy buena y se comporta realmente bien en cualquier situación, la suspensión es tirando a sueve y la dirección es mucho menos directa, incluso en el modo de conducción Sport (tiene cuatro: Sport, Normal, Eco y Snow).

Esta suavidad hace que sea un coche sumamente confortable y solo en vias secundarias reviradas o en curvones de autopista echamos de menos algo más de firmeza. Eso si, si no es en recta, es poco más que imposible aprovechar la enorme potencia del motor.

En ciudad es un coche muy grande y con una visibilidad justa, tirando a mala pero su silencio de marcha y sobretodo la suavidad general hacen que se lleve bien. Estacionar es otra cosa, tanto en parkings públicos cómo privados es mucho coche.

Valoración Final

Su precio es de 48.990 euros, en línea con la Competéncia, sobretodo Tesla, pero aquí es dónde viene nuestro consejo, pensamos que es mejor un programa de alquiler a largo plazo con mantenimientos incluidos que comprarlo, ya que si la fiabilidad no es buena, siempre tendremos coche, ya que tendremos uno de sustitución, y sobretodo que cuando queramos venderlo, se habrá devaluado tanto que será una ruina, cómo sucede ahora con el resto de coches eléctricos. Por lo que respecta a coche, es un señor coche y va francamente bien.