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Probamos el Hyundai i20N, el GTi de Hyundai

Probamos el Hyundai i20N, el GTi de Hyundai

Las correrías de Hyundai en los Rallyes tienen en la serie N su vertiente terrenal, con coches deportivos adaptados a un uso diario pero que también permiten ciertas licencias deportivas.

El i20N que hoy probamos es de esos coches que se disfrutan si te gusta conducir, pero que también tienen unos peajes que hay que pagar a la hora de usarlos. Estamos delante de una versión racing de un utilitario, algo que hay muchas marcas sobre todo francesas que han hecho durante décadas. Se trata de tunear un coche “normal” para conseguir un comportamiento más dinámico. Me explicaré, para que un utilitario sea más deportivo hay que trabajar en las suspensiones, reducir recorrido, rebajar distancia al suelo y cómo mínimo endurecer muelles, por tanto el coche será más estable en curva y recta, obedecerá más a la dirección, pero será ostensiblemente más incómodo, en este caso también la dirección es más directa y dura, esto que cuando vamos rápido lo agradecemos, se valora menos en viajes o simplemente estacionando.

La verdad es que este coche ha triunfado allá por dónde hemos pasado, ya que los fans del Campeonato del Mundo de Rallyes verán el Coche de Rallye de Dani Sordo o Hayden Payton.

El I20 no está solo en el mercado de pequeños Gti, pero a excepción del Polo Gti o el Audi A1 es para nosotros el que mejor va, y gana a los alemanes en precio de adquisición por goleada.

Exteriormente el Hyundai i20N deja claro que no es un Hyundai i20 normal. Tiene grandes tomas de aire en el frontal para radiador, turbo y frenos, y añade taloneras específicas y un spoiler trasero de techo. Las llantas son de 18 pulgadas, con neumáticos Pirelli PZero, y las pinzas de freno van pintadas en color rojo. Los faros delanteros son de led y los pilotos traseros están oscurecidos.

Dentro disponemos de unos buenos asientos semibacket calefactados con el reposacabezas integrado, el volante N en piel y distintos elementos decorativos que lo distinguen. Como pasa también en el Hyundai i30N, este i20N dispone de los botones N en el volante para cambiar configuración de sonido, motor, dirección y ayudas electrónicas.

Detrás no difiere de sus hermanos de gama, es un utilitario con un acceso correcto, habitabilidad buena para dos adultos y un maletero que no está nada mal con 352 litros de capacidad.

También disponemos del “Rev matching”, que es un dispositivo que realiza el punta-tacón automático.

Dispone de tres modos de conducción, que van de ECO al radical N pasando por el Sport. También podemos regular desde la pantalla central el control de estabilidad en tres etapas, una función para cronometrar vueltas en circuito y aceleraciones, además de mostrar datos como la potencia, par y acción del turbo.

El propulsor de este pequeño mata gigantes es un cuatro cilindros y 1.6 litros con turbo con 204 caballos y un par máximo de 275 Nm entre 2.000 y 4.000 rpm. Equipa inyección directa, e incorpora un sistema de apertura de válvulas variable.

El consumo es realmente muy bueno ya que en conducción normal en ciclo mixto bajamos de los 7 litros, eso si cuando lo exprimes se enfila hasta los 13-14 litros, que tampoco es una locura.

Las prestaciones son de puro Gti con 230 Km/h de punta y 6,2 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h.

Va asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades complementada con un diferencial autoblocante mecánico sin control electrónico. El motor tiene función Launch Control, para hacer salidas, además del Rev Matching.

Cómo ya hemos comentado para que este i20 sea decididamente deportivo, se ha reforzado el chasis y cambiado las geometrías. La suspensión es más dura en muelle y amortiguador y baja la altura 10 mm. Los frenos delanteros son de discos ventilados de 320 mm de diámetro, con pinzas que provienen del Hyundai Génesis con pastillas y líquido deportivos.

Este Hyundai i20N tiene un excelente equilibrio entre las prestaciones, el comportamiento y las sensaciones que transmite.

No es difícil de llevar ni en conducción relajada ni buscando los límites del coche. La amortiguación que no es radicalmente dura para el día a día y que hace bien su trabajo cuando es necesario, pero también hay que valorar su capacidad de tracción.

El diferencial autoblocante mecánico transmite el par al suelo con delicadeza y efectividad y apenas se siente en las manos. Así el tren delantero es preciso, mientras que el trasero es juguetón, aunque siempre supervisado por la electrónica, que nos corrige si no está desconectada.

En marcha es un coche que se deja llevar, es incluso cómodo si el asfalto está en buen estado, se puede viajar tranquilo a velocidades legales, pero es en zonas de curvas dónde vamos a disfrutar, eso si manteniendo el motor por encima de 2.000 rpm, sino es algo perezoso hasta que entra el turbo.

En ciudad las anchas ruedas de 18 pulgadas restan algo de agilidad en las maniobras, pero gracias a su contenido tamaño, se callejea y se estaciona bien.

Valoración Final

Estamos delante de un buen deportivo, asequible (29.900 €) y bien equipado. Si la estética y el precio convencen, sin duda es tu coche.