Probamos el Kia e-Niro eléctrico.

Hoy ponemos a prueba el integrante 100% eléctrico de la gama Kia Niro que también está disponible en versiones híbridas, híbridas enchufables.
Poco tiene que ver este modelo con su antecesor que probamos hace un tiempo, ya que se ha sometido a una profunda revisión del popular SUV compacto de la marca coreana.
Es un coche moderno, siguiendo la línea de los últimos productos de Kia, con líneas angulosas y agresivas, con unas dimensiones compactas y la imagen crossover tan de moda. Mide 4,42 metros de largo, con una anchura de 1,82 y una altura de 1,57 metros.
Esta variante 100% eléctrica solo cambia su frontal que presenta una superficie completamente cerrada y con la toma de corriente justo en la parte central.
Puertas adentro dispone de unas buenas plazas traseras cómodas y amplias y unas traseras muy aprovechadas en cuanto a espacio para las piernas y la cabeza, además el respaldo tiene regulación de inclinación. El suelo es completamente plano, sin el túnel de transmisión típico de los modelos térmicos, pero en esta versión eléctrica está ligeramente elevado con respecto a las versiones híbridas lo que hace viajar con las piernas ligeramente flexionadas.
Delante el salpicadero dispone de un diseño más moderno con una doble pantalla frontal de aspecto panorámico y el software idéntico al del Sportage, con una fácil gestión de menús y rapidez de funcionamiento.
La calidad, cómo es habitual en la marca, es elevada con ajustes y materiales de nivel.
El maletero pierde algo de capacidad con respecto a las versiones híbridas, pero aún así mantiene una capacidad de 475 litros a pesar de la merma de cubicaje. Dispone de un practico sistema de piso de dos alturas y un pequeño doble fondo extra para guardar el kit antipinchazos y los cables de carga, aunque para este cometido también se reserva un hueco con tapa extra bajo el capó delantero de 20 litros adicionales.
A nivel mecánico este e-Niro dispone de un potente propulsor de 204 CV y 255 Nm una potencia más que suficiente como para mover con soltura al pequeño crossover coreano, un vehículo que a pesar de la batería eléctrica tiene una tara de tan solo 1700 kilos en orden de marcha.
Es un coche con una buena capacidad de aceleración y lo que es mejor, una capacidad de recuperación a velocidades medias que pocos vehículos térmicos son capaces de igualar.
Dispone de diferentes modos de retención y regeneración de energía, que podemos seleccionar mediante las palancas selectoras detrás del volante y en última instancia y como modo más regenerativo, tenemos el modo iPedal con el que podremos acelerar, retener e incluso frenar completamente el vehículo solo con el pedal del acelerador. Una solución ideal para un uso urbano de máximo aprovechamiento eléctrico.
Su batería de iones de litio dispone de un tamaño de 64,8 kWh, una batería que se puede cargar en corriente alterna hasta 11 kW y también tiene carga rápida o de corriente alterna. Según Kia es posible pasar del 10 a l 80% de la batería en poco más de 40 minutos, en cargadores de más de 50 kW. En nuestro caso no lo pudimos probar en cargadores rápidos, pero si es cierto que las cargas son algo más fluidas que en otras marcas.
Con esta batería cargada a tope tiene una autonomía teóricas de 463 km en ciclo mixto y más de 600 si la conducción es exclusivamente urbana. Nosotros durante la prueba hemos conseguido una media de 15,4 kWh/100 que son más de 400 km reales en una conducción mixta.
Tiene tres modos de conducción Normal, Eco y Sport, más un cuarto de nominado Snow (nieve) pensado para un uso ante pisos deslizantes.
En movimiento resulta muy cómodo y efectivo, pero sin ser deportivo. Su bajo peso se nota en carreteas viradas dónde es algo más ágil que otros eléctricos, pero sin llegar al nivel de sus hermanos de motor híbrido o térmico. Es un coche que como todos los eléctricos gusta de viajar tranquilamente, disfrutando de su excelente aislamiento de bastidor y aerodinámico y practicando una conducción los más eficiente posible.
En ciudad ni que decir que es una maravilla por suavidad y silencio de marcha, los estacionamientos son fáciles gracias a las ayudas que equipa.
Valoración Final
En definitiva, este Kia ofrece muy buena capacidad dinámica y de autonomía, con unos buenos acabados. Su precio se sitúan a partir de 42.000 euros en su versión más económica sin descontar las ayudas del gobierno. Es un precio alto, pero en línea de sus competidores.