Probamos el Opel Mokka-e
El nuevo Mokka de Opel solo mantiene el nombre de su predecesor, es un nuevo modelo que además tiene una versión eléctrica que hoy probamos.
El Opel Mokka-e equipa un propulsor eléctrico de 136 CV de potencia y una autonomía homologada de hasta 324 kilómetros, que en condiciones normales se queda en unos justos 280 kilómetros, en línea de sus competidores.
Si en algo destaca este modelo es el diseño rompedor, tanto exterior cómo interior, el Opel Mokka 2021, el último lanzamiento de la única firma alemana de Stellantis, es un modelo que nada tiene que ver con sus modelos anteriores y que ya hemos visto en el nuevo Astra.
El sistema de propulsión 100% eléctrico que equipa, lo comparte con otras marcas del grupo cómo Peugeot, Citroën, DS Automobiles y la misma Opel (con el Corsa-e).
El diseño unido al discreto verde de la unidad de pruebas ha provocado que no pasemos inadvertidos por ningún sitio por el que hemos transitado o aparcado, con comentarios positivos en su mayoría.
El sistema de propulsión eléctrico es similar al del Corsa-e, lo que se traduce en una mecánica de 100 kW (136 CV) y 260 Nm de par máximo (desde el primer instante). Todo, sustentado en una batería de 50 kW de capacidad.
Para adaptarse a las necesidades de cada momento, se ofrecen tres modos de conducción, Sport, Normal y Eco, con los que se gestionan la potencia, el par, la dirección y la respuesta del acelerador.
El SUV es compatible con todo tipo de cargas, incluyendo las rápidas de 100 kW. En este supuesto, el más favorable de todos, se puede tener listo el 80% de la batería en apenas 30 minutos. Eso si cangando en una toma de corriente de casa, cargar el 100% de la batería implica más de 12 horas.
Respecto a las prestaciones, la velocidad máxima del coche está limitada a 150 km/h, la aceleración de 0 a 100 se cubre en 9,0 segundos y el consumo homologado está cifrado en 17,4 kWh cada 100 kilómetros (en nuestro caso osciló entre los 13,5 en ECO y llano y los 20 en zonas de montaña).
El interior se aprecia muy trabajado con un diseño moderno pero sin abusar de pantallas y mandos táctiles, para una mejor ergonomía, unido a una instrumentación digital de 12 pulgadas y una pantalla central de 10 pulgadas, que cuenta con los protocolos de conectividad Apple CarPlay y Android Auto, al tiempo que no faltan otros detalles prácticos como un cargador inalámbrico mediante inducción para el smartphone o la aplicación MyOpel.
Respecto a los asientos delanteros, son cómodos y recogen correctamente nuestra espalda, además tenemos una gran sensación de amplitud interior, que antes no teníamos, a pesar de que el coche mengua 12 centímetros hasta los 4,15 metros.
Detrás sucede lo mismo que delante, confort en todas las plazas, amplitud y buen acceso.
Respecto al maletero, cubica 310 litros, no es inmenso, pero tiene un gran acceso y sobretodo se puede ampliar plegando los asientos traseros.
En marcha, es un coche muy silencioso, apenas se percibe el típico silbido de los eléctricos y tampoco se oye el ruido de rodadura.
La respuesta del motor varía mucho en función del modo de conducción escogido (ya que disponemos de solo el 60% de la potencia en modo ECO). Y la verdad es que con el modo ECO es suficiente, excepto en subidas fuertes o grandes aceleraciones, en los otros modos tenemos algo más de reprís, pero eso significa más consumo.
Dispone de un sistema de recuperación de energía que es de las que menos retienen, que personalmente me gusta por confort, pero a la hora de recargar la batería y alargar la autonomía del Mokka, se resiente, recuperando muy poco. También es de destacar que es de los pocos eléctricos que deberemos usar el freno para reducir la velocidad y parar, en el resto solo la recuperación llega a parar el vehículo.
Su rendimiento es bueno, como también lo es el comportamiento dinámico. Es cierto que no es un modelo especialmente ligero, con una cifra en vacío de 1.523 kilos, pero sí que se percibe que el peso está bien repartido. En este sentido, que la batería vaya colocada en la parte baja del coche, reduciendo el centro de gravedad, es algo que se agradece.
En movimiento este Mokka es un vehículo bastante fácil de conducir, con reacciones nobles y predecibles. En ciudad es un coche suave y ágil y en carreteras reviradas la buena respuesta del motor hace que nos divirtamos.
Valoración Final
Su precio parte de los 35.400 euros, aunque hay muchas ofertas, subvenciones y campañas que lo dejan por debajo de los 30.000 euros. Es un eléctrico bastante polivalente con una autonomía justa pero que si no hacemos muchos kilómetros nos puede ofrecer un vehículo limpio, silencioso y pintón.