Probamos el Seat León ST 1.5 TSI 130 CV
Hoy probamos la última versión del familiar de Seat, el León ST equipado con motor gasolina de 130 caballos y cambio manual, una opción a priori equilibrada para un uso total y que ahora os contamos cómo va.
Desde hace unos meses la gama del compacto español amplíó su oferta mecánica con la incorporación del motor 1.5 TSI de 130 CV asociado a un cambio manual y al acabado FR.
En nuestro caso hemos probado el familiar Sportstourer asociado a esta nueva mecánica, que es nuestro favorito dentro de la oferta del fabricante de Martorell y que supone el tope de gama de la propuesta de gasolina del compacto español después de que se eliminara el propulsor TSI de 150 CV de su oferta, un conjunto mecánico que ha quedado reservado para el CUPRA León.
El nuevo León TSI 130 nos ofrece un buen compromiso entre prestaciones y consumo.
Por fuera el León FR se distingue del resto de acabados por ofrecer una imagen más dinámica en la que destaca el parachoques de diseño específico, los retrovisores exteriores en color Cosmo Grey y las llantas de aleación exclusivas para este acabado. Por dentro lleva estriberas iluminadas en las puertas delanteras, volante deportivo en cuero, tapicería específica y techo interior en negro.
El equipamiento también incluye faros y pilotos LED, cristales posteriores oscurecidos, climatizador de tres zonas, un atractivo cuadro de instrumentos digital y un sistema multimedia con pantalla táctil de 10 pulgadas. Este sistema de infoentretenimiento tiene un interfaz muy vistoso y un correcto funcionamiento.
Nuestra unidad de test incorporaba también el sistema de acceso y arranque sin llave, cargador inalámbrico para teléfonos móviles, cámara trasera o asistente de aparcamiento automático. El equipamiento de seguridad es muy completo con control de crucero adaptativo y predictivo, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, detector de ángulo muerto y alerta de tráfico posterior.
El propulsor que no deja de ser el mismo que el de 150 caballos pero con cambios en la electrónica para quedarse en unos aprovechables 130 cv, dispone de buenas prestaciones deteniendo el cronómetro en los 9,4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, con una velocidad máxima que supera sin problemas la barrera de los 200 km/h. Además sus recuperaciones son muy buenas si jugamos con el cambio manual, que goza de un gran tacto y buen escalado de marchas.
No tiene el toque picante que tiene su hermano mayor pero nos puede dar muchas satisfacciones al volante. No pretende ser un deportivo, ni mucho menos, pero el buen ajuste del chasis, el selector SEAT Drive Profile con diferentes programas de conducción que, entre otros parámetros, permiten ajustar la suspensión adaptativa DCC ayudan a que resulte divertido de conducir.
El motor turbo de cuatro cilindros y 1,5 litros de capacidad generan 200 Nm de par que llegan a solo 1.400 rpm y se mantienen constantes hasta las 4.000 rpm, dando un rango de uso muy amplio y un buen empuje en cualquier momento. Es un coche con el que se disfruta tanto yendo alegre como haciendo una conducción eficiente.
En cuanto a consumo la nota no puede ser otra que excelente, ya que durante el test ha arrojado un consumo medio de tan solo 5,3 litros a los 100 kilómetros sin realizar una conducción económica.
En marcha este es sin duda el mejor compacto familiar de la actualidad, con unas suspensiones muy bien puestas a punto, que consiguen un elevado confort y una estabilidad en zonas viradas que pocos de sus competidores pueden igualar. Personalmente no he echado en falta más potencia para un uso normal, sube bien sin bajar de marcha, recupera desde bajas vueltas y la dirección y frenos rayan a gran altura.
En autopista es un gran viajante, cómodo y silencioso, permite realizar largos trayectos de carretera sin apenas cansancio.
En ciudad a pesar de ser un familiar, su tamaño medio y la agilidad de que hace gala, lo hacen un coche polivalente, que a la hora de aparcar, gracias a la cámara de visión trasera, lo hace sin problema.
De puertas adentro la calidad de Seat ha ido aumentando año tras año y la verdad es que tanto los materiales cómo los ajustes rozan a buena altura, el diseño es algo más funcional, pero las pantallas y el buen equipamiento completan un interior amplio y de calidad.
Los asientos delanteros cómo siempre nos tiene habituados la marca son cómodos y recogen perfectamente nuestro cuerpo.
Detrás el acceso es bueno y pueden viajar dos adultos de buen tamaño bien confortables o tres más estrechitos. La plaza central ofrece un tacto duro y poco confortable, habitual en todas las marcas.
EL maletero es grande y de buen acceso, con 620 litros de capacidad ampliables a 1.600 litros plegando los respaldos traseros, disponemos de una gran capacidad de carga.
Valoración Final
Por un competitivo precio de 28.950 euros nos llevamos un coche bien equipado, cómodo, con un buen maletero y prestaciones más que suficientes, a nosotros nos parece una gran elección.