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Prueba Peugeot 308 Hybrid 225 GT

Prueba Peugeot 308 Hybrid 225 GT

Peugeot ya hace años que confía en la hibridación de sus motores, y aunque no empezó con mucho éxito con sus Hybrid4, la marca ahora ha lanzado una nueva gama de motores híbridos que están a la altura de los mejores del mercado, aunque para llegar a ellos debamos pagar un buen cheque, aunque no más que el que pide su competencia directa.

En tiempos dónde los SUV son los reyes, los compactos son uno de los pocos segmentos que aún tienen cierto tirón, y la marca del León lo sabe, por eso ha actualizado a su 308, del que ahora probamos el Peugeot 308 Hybrid 225.

Su diseño evoluciona tanto exterior cómo interiormente, nuestra unidad de pruebas equipaba el completo acabado deportivo GT y la opción PHEV más prestacional, denominada Hybrid 225.

La estética del nuevo 308 es atractiva y atrae miradas, dispone de un imponente frontal con el nuevo logo de la marca y su parrilla delantera tridimensional con tonos en cromado. Los faros, que en esta versión eran Matrix Led, iluminan la carretera cómo si se hiciera de día.

Esta unidad híbrida se diferencia de sus hermanos de gama por sus dos tapas, una de ellas para el repostaje de combustible y la otra para recargar la batería del sistema híbrido.

La trasera impacta por sus ópticas de tipo led con forma diagonal, que además se unen por una franja de color negro brillo.

Su dimensiones están en la media del segmento con 4,36 metros de largo, 1,85 de ancho y 1,44 m.

El interior ofrece un elevado nivel de acabados y ajustes, con el salpicadero más elevado de lo habitual, su cuadro de relojes llamado «i-cockpit» se sitúa por encima del pequeño volante, una apuesta que a muchos no gusta, pero personalmente me parece cómoda y hace que distraigas menos la vista de la carretera. El cuadro digital de 10 pulgadas es muy configurable, incluso con vistas 3D, que a un servidor no le acabaron de convencer, pero cómo también puede verse en formato clásico, nada que criticar.

Dispone de una gran cantidad de espacios para dejar objetos e incluso, un puesto de carga inalámbrica para nuestro móvil.

La pantalla de infoentretenimiento ofrece un correcto funcionamiento y cuenta con un buen nivel de gráficos. No me ha gustado mucho que haya que desviar tanto la mirada para subir o bajar la temperatura del climatizador. Con un simple botón nos facilitaría mucho la vida a bordo.

Su interior destaca con una buena habitabilidad con una butacas delanteras cómodas y que sujetan muy bien nuestra espalda.

Detrás la banqueta posterior es algo justa de espacio, sobretodo en altura.

En las plazas traseras podemos encontrar zonas de carga de tipo USB-C y salidas de ventilación.

La capacidad del maletero se encuentra en la media, con una capacidad de 360 litros sin abatir los asientos.

En movimiento se nota que el Peugeot 308 Hybrid 225 tiene una suspensión bastante firme, es decir, no es que sea deportivo pero tampoco es suave. Es un modelo de orientación deportiva pero sin buscar un dinamismo extremo que iría en contra de la fama de vehículos cómodos de la marca Gala. La dirección es lo que menos nos ha gustado, con un tacto poco comunicativo.

El aislamiento acústico es otro de sus puntos fuertes, no escuchas nada aunque esté el motor térmico encendido. Ni te digo si vamos en modo 100 % eléctrico, puro silencio. Las versiones GT y GT Pack, disponen de cristales dobles lo que redunda en un silencio de marcha encomiable.

Es un coche muy pensado para autopistas, aunque en carreteras secundarias es bastante satisfactorio.

En ciudad es algo torpe, suponemos que es culpa de las grandes llantas y los neumáticos anchos, todo y eso no se le da mal callejear.

El Peugeot 308 Hybrid 225 cuenta con un motor 1.6 litros gasolina de 4 cilindros con 180cv y un motor eléctrico de 81 kW (110 CV) con una batería de 12,4 kWh, aunque la potencia máxima cuando ambos motores funcionan a pleno rendimiento es de 225 CV y 380 Nm de par.

Las prestaciones son muy serias pasando de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y con una velocidad máxima de 225 km/h.

El sistema eléctrico nos permite circular algo menos de 50 kilómetros en modo totalmente sin emisiones, en nuestro caso conseguimos hacer 41 km, sin buscar máxima eficiencia ni nada.

La carga de la batería toma una media de 2 horas en un enchufe normal, lo que está bastante bien.

En cuanto al consumo medio de gasolina, alternando con las cargas eléctricas se situó en unos buenos 5 litros a los 100 kilómetros, en cambio si sólo tiramos de gasolina supera los 7 litros en conducción normal. Un problema es que la autonomía con el motor térmico es muy reducida, ya que solo disponemos de 40 litros de depósito de combustible.

Valoración Final.

Peugeot ha presentado un coche de buena factura, divertido, cómodo y si nos acostumbramos a cargarlo, económico. Su precio de 44.000 es lógico viendo la tecnología y equipamiento que incluye, eso si solo es una compra recomendable si vamos a cargar su batería con regularidad, sino es más rentable un diésel o gasolina.