10 modelos icónicos en los 50 años de BMW M
Nacida para la competición en 1972, BMW Motorsport pronto empezó a transferir su tecnología y conocimientos a los modelos de calle, pasando así a ser BMW M GmbH y dejarnos una saga de legendarios modelos que este año conmemoran su 50 aniversario. De esas cinco décadas es difícil elegir solo unos pocos, pero los fanáticos de la marca siempre tendrán presentes estos 10 icónicos modelos de BMW M.
M1 (1978), el homologation special
En 1978 y diseñado bajo la supervisión de Giorgetto Giugiaro, el M1 fue un modelo concebido para la más alta competición desde el primer momento. Como tal, necesitaba un mínimo de unidades fabricadas para su homologación, y con una producción de 3 años se hicieron solo 456 ejemplares. También fue el primer coche de calle con la M por nombre.
El BMW M1 hizo uso del motor M88/1 de seis cilindros en línea con 3.5 litros de cilindrada, mejorado por BMW M y que rendía 277 CV a 6.500 rpm y 330 Nm a 5.000 rpm. Sus versiones Procar de competición elevaban esa potencia a 490 CV gracias a tecnología heredada de la Formula 1, y las versiones sobrealimentadas de la categoría Grupo 5 llegaban incluso a 900 CV.
M3 E30 (1985), el primero de su dinastía
La generación E30 del Serie 3 pronto se convirtió en referente, y la llegada de su versión M supuso un antes y un después en la marca gracias a su ingeniería, una dinastía que ahora tiene 37 años. El primer M3 también nació para ser la base del coche de competición, en concreto para el Grupo A.
Esto hizo que la firma se decantara por un motor 4 cilindros de 2.3 litros y 16 válvulas, el primero en un Serie 3 de este tipo, derivado directamente de la competición, rindiendo 200 CV en su primera versión y 238 CV con 2.5 litros en su última evolución. Su bajo peso, su carrocería ensanchada y su chasis mejorado le hacen aún hoy un prodigio de la conducción.
Z3 M Coupé (1997), único en su especie
Solo unos pocos genios son incomprendidos en sus orígenes, el Z3 Coupé fue todo un rompedor de moldes a finales de los 90 y su carrocería estilo “Shooting Brake” es hoy un diseño atemporal que suma cada vez más adeptos. Su versión M es la más codiciada y no es para menos.
Su carrocería coupé le hacía mucho más rígido que su equivalente Roadster, así que hoy es un modelo de culto para los más fanáticos de las altas prestaciones. Ya las brindaba en su día con un 0 a 100 km/h en 5,4 s, gracias en parte a ese motor de 6 cilindros en línea de 3.2 litros y 321 CV que llegaban a 7.000 rpm y dotado de diferencial autoblocante trasero.
M5 E39 (1998), V8 atmosférico y manual
¿Qué más se puede pedir a una súper berlina deportiva? En 1998 la Serie 5 de BMW seguía su camino incluyendo su primer motor V8 atmosférico, y el último, en el legendario E39. Un M5 de aspecto sencillo pero mecánica de coche deportivo.
Y es que BMW M mejoró extensivamente el motor V8 de 4.9 litros atmosférico de la familia del Serie 5 para este M5 E39. Con distribución variable para la admisión y el escape, la potencia llegaba hasta los 400 CV y conseguía acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 s, además de llegar sin limitación hasta los 298 km/h, considerado en su época como el sedán de producción más rápido, y por supuesto manual y de propulsión.
M3 CSL E46 (2003), ‘Coupé, Sports, Lightweight’
Es difícil mejorar una receta muy buena, pero la división M de BMW sacó lo mejor de sí en 2003. El BMW M3 CSL era una oda a los coupés ligeros de los años 40 y 50. Rebajaba en 110 kg el peso del M3 normal, hasta 1.382 kg, gracias a elementos de fibra de vidrio reforzada con fibra de carbono, la supresión de algún elemento de confort y la simplificación del interior.
Además, el motor 3.2 litros ganaba 17 CV, 360 CV en total, con cambios en su electrónica y admisión. La suspensión era específica, la electrónica del DSC a medida con herencia de la competición y solo se asociaba al cambio BMW Sequential M con Drivelogic y M Track Mode para garantizar la mayor precisión y rapidez posible. Sus llantas BBS y su cola de pato integrada en el portón del maletero lo hacen rápidamente identificable.
M5 E60 (2005), corazón de F1
En 2005 se lanzó el M5 más especial de todos por llevar un motor heredado de la Fórmula 1, el bloque V10 S85 que giraba hasta las 8.250 revoluciones. El BMW M5 E60 fue en ese momento el primer BMW M que pasaba de 500 CV, 507 exactamente.
Fue todo un lobo con piel de cordero, asociado inicialmente al cambio SMG de 7 velocidades, contaba con modos de entrega de potencia diferentes y de respuesta del cambio. Solo en Estados Unidos hubo versión manual. Y sin duda entre los fanáticos de la marca su versión más querida es el M5 E61 Touring, su carrocería familiar de la que hay menos de 1.000 unidades.
M3 GTS (2010), estrechando el margen entre circuito y calle
La única generación del M3 con un V8 bajo el capó fue también la que despidió esa denominación para su carrocería coupé a lo grande, con este M3 GTS. Era prácticamente una versión carreras-cliente matriculable para la calle del que solo hubo 150 unidades en Naranja Fuego.
El V8 crecía de 4.0 a 4.4 litros y la potencia a 450 CV y 440 Nm, con un 0 a 100 km/h en 4,4 s y 305 km/h de velocidad máxima. Llevaba un sistema de frenos de mayor potencia y dimensiones, suspensión ajustable manualmente para adaptarse a cualquier circuito y rebajaba el peso a 1.530 kg para una relación peso/potencia de 3,4 kg/CV, además de dotarlo de un interior casi de carreras con jaula y baquets.
1M Coupé (2010), el equilibrio perfecto
En 2010 BMW brindaba su primer M compacto, todo un Serie 1 dotado del motor 3.0 biturbo de seis cilindros con 340 CV y 450 Nm, 500 Nm con la función Overboost. Su relación peso potencia era de solo 4,4 kg/CV, dotándolo de un equilibrio magnífico para la conducción más deportiva, que acompañado al tren de rodaje específico, con componentes heredados del M3, o un DSC con M Dynamic Mode, lo convertía en el rey de los coupés deportivos en su momento y aún hoy un excelente deportivo de bolsillo, el mejor modelo de acceso a la familia M.
M2 CS (2019), el azote de los más grandes
La saga del M2 vió su cúlmen con la versión CS que le otorgaba claras mejoras frente a sus predecesores y le hacen un deportivo radical y preciso de tamaño compacto capaz de medirse a otros rivales de mayor tamaño y potencia.
El motor biturbo de 3.0 litros y 6 cilindros ganó 40 CV para llegar a 450 CV, entregados a 6.250 rpm. De serie tenía cambio manual y en opción el DKG de 7 velocidades. Además, era el primer M2 que podía llevar suspensión adaptativa y frenos carbocerámicos en opción. También recibía mejoras de chasis, reducción de peso gracias al uso de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) e incluía detalles exclusivos como el diseño del capó o sus llantas.
M4 CSL (2022), el M más rápido en Nürburgring Nordschleife
Casi 20 años después vuelven las siglas CSL para ofrecer lo mejor de BMW M en la actualidad, y lo hacen en un M4 CSL que se ha convertido en el BMW de producción más rápido en Nürburgring con su tiempo de 7 min 15,677 s.
Siguiendo la receta de los CSL, este M4 incrementa su potencia a los 550 CV. También reduce su peso 100 kg gracias a los capós de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP), la supresión de los asientos traseros, los asientos tipo baquet en fibra de carbono, las llantas ligeras y los frenos carbocerámicos. La suspensión rebajada y el ajuste especial del control de tracción garantizan el máximo control al límite en circuito.