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La subida de los carburantes y la electricidad enfrían la compra de coches nuevos

Un tercio (32,2%) de los españoles que tuvieran la intención de comprar un coche de combustión han decidido paralizar la compra hasta que los precios del combustible bajen.

El aumento de precio de la electricidad ha calado aún más en los consumidores: casi la mitad de los encuestados (un 46,3%) decidiría paralizar la compra de un coche eléctrico hasta que la situación mejore.

El precio de la electricidad ha aumentado significativamente en España. En el último año, la factura mensual media con tarifa regulada PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) en España se ha duplicado y ha pasado de 55,22 euros (febrero de 2021) a 110,27 euros en febrero de 2022, según datos de la OCU. En paralelo, los precios de los carburantes para automoción (diésel y gasolina) también han sufrido fuertes incrementos, que los han llevado a máximos históricos, con la gasolina de 95 rozando los 2 euros por litro y el diésel superando los 1,7 euros/litro *.

Estos incrementos del coste de la energía elevan notablemente el coste de uso de un vehículo y se han visto claramente reflejados en la intención de compra de un automóvil. Según El Observatorio Cetelem, unidad de estudios de BNP Paribas Personal Finance, un tercio (32,2%) de los españoles que tuvieran intención de comprar un coche de combustión paralizarían la compra hasta que la situación mejore y los precios del combustible bajasen. Un porcentaje aún mayor (un 43,3%) optaría cambiar la compra de un coche de combustión por la de uno eléctrico o híbrido enchufable. Solo uno de cada cinco encuestados (19,7%) asegura que seguiría adelante con la compra de un modelo de combustión a pesar de la situación actual. Y un escaso 4,4% se decantaría por el carsharing para afrontar los actuales precios del diésel y la gasolina.

El aumento de precio de la electricidad ha calado aún más en los consumidores, que temen que se desvanezca una de las grandes ventajas económicas del coche eléctrico: su inferior coste energético frente a un modelo de combustión por la diferencia de precio entre la electricidad, el diésel y la gasolina. De esta forma, casi la mitad de los encuestados (un 46,3%) decidirían paralizar la compra de un coche eléctrico hasta que la situación mejorase. Solo uno de cada cuatro (25,8%) seguiría adelante con su decisión de compra, mientras que uno de cada cinco (20,9%) cambiaría de idea y se decantaría por un modelo de combustión. No adquirir un coche y disfrutar del carsharing sería la mejor opción para un 6,6% de los encuestados.

  • Datos extraídos del Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

Ficha técnica

Los datos analizados y las reflexiones mostradas en esta noticia se han obtenido a partir de la realización de una encuesta online realizada por la empresa Invesmarket. Universo: Población mayor de 18 años. Ámbito: Nacional. Tamaño de muestra: 1.000 encuestas.