Probamos el Audi A7 Sportback 50 TDI 286 CV Tiptronic
Con una competencia tan dura en el segmento de las berlinas deportivas de lujo, Audi ha echado el resto para no quedarse atrás y ha diseñado un producto ganador, que enamora y que impresiona.
Porsche con su Panamera, BMW con su Serie 6 GT y Mercedes con el CLS, son huesos duros de roer, pero Audi siempre nos sorprende y en este caso ha sabido impresionar a propios y extraños.
El Audi A7 de nueva generación es más deportivo, pero ha sabido mantener su enorme confort interior, mejorando además su punto más débil, que era la agilidad, ya que el anterior A7 se notaba algo torpe, pesado.
Audi ha introducido grandes cambios con respecto al modelo presentado en 2010, unas líneas mucho más actualizadas, deportivas y agresivas, una evolución lógica que sigue la línea de diseño que podemos encontrar en otros modelos, como el Audi A8 o el A5.
El frontal intimida, es muy agresivo a la par de elegante, con unas ópticas preciosas y muy eficaces en conducción nocturna, con unos faros opcionales LED-Matrix que incorporaba nuestro vehículo de prueba, que ofrecen una buena iluminación y además, gracias a los sensores de luz, oscurecen el área de los coches que vienen en sentido contrario para no deslumbrarles.
El lateral parece no haber cambiado, pero no es así, ya que el diseño es más musculoso y agresivo.
La parte trasera es más deportiva y agraciada y sigue incorporando el alerón retráctil.
De puertas adentro poco tiene que envidiar a su hermano mayor el A8 con el que comparte muchos elementos y diseño.
El habitáculo del Audi A7 luce un diseño moderno, minimalista y muy tecnológico, lleno de pantallas táctiles y superficies brillantes y metálicas junto con acabados y materiales de primer nivel.
El cuadro de instrumentos digital, denominado Virtual Cockpit, es espectacular, ofrece mucha información, es algo personalizable y se lee de maravilla.
En la consola central contamos con dos pantallas totalmente táctiles con las que manejar distintos apartados del sistema de infoentretenimiento y del climatizador.
Las butacas delanteras, son eso, butacas, nada de asientos, es cómo estar en el sofá de casa, me atrevería a decir que muchos no tenemos en casa un sofá tan cómodo y por supuesto no tan personalizable, son asientos infinitamente cómodos, perfectos para llevarnos al fin del mundo.
La habitabilidad no dispone de gran altura, pero si anchura y longitud, cuatro adultos viajarán a las mil maravillas!
El maletero impresiona por la gran capacidad ya que disponemos de 535 litros, más que suficientes para el equipaje de sus ocupantes.
Esta versión 50 TDI está equipada con un motor diésel V6 de 3 litros, el denominado 3.0 TDI dentro del Grupo Volkswagen. Ofrece una potencia máxima de 286 caballos y un par motor de 600 Nm que está disponible desde las 3.000 hasta las 4.000 revoluciones.
La tracción es total Quattro, garantía de eficacia y seguridad en todas las circunstancias.
El cambio es automático de 8 velocidades Tiptronic, muy suave y eficiente, aunque no muy rápido de reacciones.
Las prestaciones son muy buenas, con unas aceleraciones fulgurantes y unas excelentes recuperaciones, también destaca por un consumo muy aquilatado, quedándose en unos excelentes 7,1 litros a los 100 kilómetros durante el global de nuestro test.
En marcha predomina el confort a la efectividad, pero la verdad es que pudimos disfrutar un rato yendo a buen ritmo por un puerto de montaña, y nos sorprendió lo bien que se tenía en las curvas, la buena respuesta del acelerador y sobretodo lo grandes límites de seguridad que nos otorga.
En autopista, es una alfombra voladora, filtrando muy bien las irregularidades de nuestras autopistas poco cuidadas y ofreciendo un confort acústico del más alto nivel.
En ciudad es un coche grande y bajo, se muestra ágil, pero nunca deja de recordarnos que es un modelo XL y por tanto no se mueve con la misma facilidad de un A1, ni tampoco aparca con la misma facilidad.
La suspensión neumática opcional que montaba nuestra unidad de pruebas es una maravilla y además tiene la posibilidad de variar la altura de la carrocería para franquear obstáculos sin empanzar.
La dirección marca de la casa es sensacional, muy precisa y sin demasiada desmultiplicación, los frenos también son soberbios.
Valoración Final
Estamos delante de un auténtico cochazo, al alcance de unos pocos mortales, sus 81.500 euros es una cifra elevada, pero sin duda es de los coche en que el dispendio está más justificado, es un coche Top en casi todo, si lo probáis os enamorará, significa un gran salto respecto a su predecesor.
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