Probamos el Mazda6 Skyactive-G 2.0 145 CV Wagon
A pesar de que el segmento de las berlina no pasa por su mejor momento este Mazda6 es una alternativa más que razonable a los Audi, Volkswagen, Lexus, Infiniti, BMW o Mercedes-Benz.
La evolución de este modelo es mucho más que un restyling. La marca se ha centrado en mejorar sobretodo la calidad y el confort, manteniendo una imagen deportiva, musculosa y agresiva, con un nivel de equipamiento muy elevado.
Exteriormente es un coche muy atractivo, equilibrado y con una imagen muy actual, personalmente me parece muy atractivo.
De puertas adentro y sin revolucionar como hacen otras marcas, la tónica dominante es la sofisticación, con un salpicadero recto y que da sensación de amplitud, con muchos detalles de calidad y unos acabados muy conseguidos.
El confort es sin duda lo que mejor define a los asientos, que recogen también nuestra espalda con cariño y que se nos antojan perfectos para viajar. Nos son deportivos, ni el coche, pero si que van a ser unos buenos compañeros para el día a día, las odiadas colas y vacaciones. Disponen de ventilación y calefacción y disponen de regulaciones eléctricas.
Una novedad es el bonito y ordenado cuadro de mandos, con una información completa y muy fácil de leer. No es tan configurable cómo sucede en otras marcas, pero la verdad es que no lo hechamos en falta.
La pantalla táctil del sistema de infoentretenimiento ahora tiene 8 pulgadas, y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Su funcionamiento y uso están un poco por detrás de las más tecnológicas que ofrecen otras marcas premium.
Disponemos de varias cámara de visión periférica, aunque la imagen no disfruta de mucha calidad, pero cumplen su cometido y son de buena ayuda a la hora de maniobrar.
Ahora disponemos de un nuevo Head-Up Display proyectado sobre el parabrisas donde se mostrarán la velocidad, el límite de la vía y las indicaciones del GPS.
En las plazas traseras disponemos de mucho espacio, no en vano el coche mide 4.870 mm de largo por 1.840 mm de ancho y 1.450 mm de alto.
El maletero no ofrece una capacidad de récord, pero se sitúa en la media del segmento con 480 litros.
El propulsor de la prueba es sin duda un motor de los que todos querríamos tener, fiable, suave, silencioso y de funcionamiento muy lineal, aunque algo falto de carácter, se trata de un motor atmosférico, sin turbo de 2 litros de cilindrada que desarrolla unos más que suficientes 145 caballos que asociado con una caja de cambio manual de 6 relaciones y de tacto sedoso, hacen del Mazda6 un vehículo muy enfocado a disfrutar de autopistas y vías rápidas, ya que en tramos de curvas y carreteras secundarias, hay que jugar mucho con el cambio para conseguir una respuesta alegre del motor.
En cuanto a los consumos, son cómo ya nos tiene acostumbrados el constructor de Hiroshima, son bajos y bastante estables, en nuestro caso se situaron en unos buenos 6,9 litros a los 100 kilómetros, una cifra que lo sitúa entre los mejores entre sus competidores.
Las prestaciones no son malas pero no destaca por ellas, nada tiene que hacer contra un vehículo con turbocompresor de poténcia similar, aunque a la hora de mirar por nuestro bolsillo, su mucho menor mantenimiento y elevada fiabilidad debería pesar a la hora de decidirnos por este u otro modelo.
Los fríos números nos dicen que coge 208 Km/h de velocidad punta y que pasa de 0 a 100 Km/h en 9,8 segundos, unas cifras más que decentes.
A nivel de chasis el Mazda6 también ha recibido algunos cambios con el objetivo de conseguir un conjunto más homogéneo y eficaz. Las suspensiones filtran especialmente bien los asfaltos rizados pero sorprenden por contener muy bien la carrocería en los giros a buen ritmo.
Cómo es habitual disponemos de una legión de ayudas a la conducción, como el asistente de mantenimiento de carril o el reconocimiento de señales de tráfico, a parte de las ayudas “normales”.
Nuestra unidad de pruebas incluía los nuevos faros LED adaptativos con diodos agrupados en 20 bloques capaces de funcionar de tres maneras diferentes: Con luces de carretera con anti-deslumbramiento (dejan en sombra al vehículo que esté por delante), luces de cruce de largo alcance o un modo autopista que eleva el haz de luz.
Valoración Final
Personalmente este modelo me gusta mucho, es un señor coche, su suavidad enamora y su confort lo confirma, el motor está enfocado a quienes no tengan aspiraciones deportivas, pero hay que tener en cuenta que su motor es el paladín de la fiabilidad, que solo precisa de un correcto mantenimiento para tener coche sin problemas por muchos años. Otro factor decisivo es el precio, 31.195 euros (sin contar descuentos) por este modelo es casi un regalo. Desde mi humilde punto de vista, es una compra maestra.
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