Probamos el Nissan Ariya 306 CV 87 kWh e-4ORCE

El Nissan Ariya es el portaestandarte de la marca Nipona, es un crossover de lujo eléctrico que destaca por un diseño futurista y un equipamiento y materiales de lo mejor, un interior amplio y cuidado además de un rodar muy suave.
El Ariya tiene un diseño muy japonés, limpio, moderno y potente. Su frontal transmite una imagen elegante y actual presidido por el logo de la marca iluminado.
Su frontal está formado por finos faros Full LED que integran los intermitentes.
La parte trasera es llamativa y se caracteriza por un pilar C muy inclinado . Una línea luminosa LED de una pieza representa las luces traseras.
El Nissan Ariya aparenta ser mayor de lo que es, ya que mide 4.60 metros de largo, 1.85 metros de ancho y 1.66 metros de alto. La batalla es de 2.775 mm; mientras que los anchos de vía delantero y trasero miden 1.585 milímetros en ambos ejes.
Las protecciones perimetrales inferiores en negro brillante y el marcado alerón le aportan un toque más dinámico.
El interior del Nissan Ariya es fruto de un intenso trabajo de diseño, con mucho espacio de almacenamiento y la funcionalidad general.
La calidad roza a gran altura, al igual que materiales y ajustes.
Destaca el uso del negro brillante en algunos elementos, así cómo molduras de imitación de madera que le aportan un toque distintivo y elegante.
Los asientos delanteros son amplios y proporcionan un correcto agarre ya que cuentan con múltiples ajustes.
Disponemos de una gran pantalla digital de 12,3 pulgadas detrás del volante. Dicha pantalla de alta definición es totalmente personalizable. Muestra información sobre la navegación, entretenimiento, el tráfico o el propio vehículo. La navegación entre los menús es fluida y todo queda ordenado de manera intuitiva. Se complementa con una pantalla de visualización frontal (Head-Up Display).
El sistema de infoentretenimiento se integra en otra pantalla de 12,3 pulgadas. Tiene compatibilidad con Android Auto por cable y Apple CarPlay inalámbrico, sistema de sonido de 10 altavoces Bose, cargador inalámbrico de smartphone de 15W, Bluetooth, Amazon Alexa y Google Assistant, control por voz, navegador, radio digital, funciones Home-to-Car y tomas de USB Tipo A y Tipo C (delanteras y traseras).
Los controles del climatizador bizona se sitúan acertadamente fuera de la pantalla.
El control por voz funciona de manera ejemplar.
Dispone de una consola central deslizable eléctricamente entre los asientos delanteros. Gracias a ello, podemos optimizar la ergonomía y el espacio de almacenamiento. Bajo esta hay un hueco portaobjetos y las tomas USB y 12V. Sobre ella tenemos la palanca de cambios, más botones táctiles para algunas funciones esenciales y dos posavasos con cortinilla.
Las plazas traseras disponen de un espacio ejemplar, con cotas amplias y buen acceso, el confort es soberbio.
El maletero cubica 415 litros (50 litros menos que la versión de tracción delantera), un dato que parece justo, pero que si contamos el espacio hasta el techo es más que suficiente. Si abatimos los asientos -60:40- podemos ganar algo de espacio, con un suelo plano. Ofrece unas formas muy regulares, iluminación, ganchos, toma de 12V, huecos a los lados y un pequeño doble fondo.
El Nissan Ariya se ofrece con tres niveles de potencia (218 CV, 242 CV y 306 CV); dos capacidades de batería (63 kWh para la versión de acceso y 87 kWh para el resto); y dos sistemas de tracción (delantera o total e-4ORCE, disponible para el más potente).
Nosotros probamos la versión de 306 CV (225 kW) y 600 Nm de par. Pese a sus 2.259 kg de peso, el Ariya con esta potencia nos brinda una aceleración contundente, ganando velocidad con mucha rapidez.
Esta versión del Ariya es muy rápida, ya que acelera de 0 a 100 km/h en apenas 5,7 segundos.
Asimismo, recupera de 80 a 120 km/h en 3,1 segundos y su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 200 km/h.
Dispone de cuatro modos de conducción: Eco, Standard, Sport y Snow. Actúan sobre diversos parámetros del vehículo, especialmente sobre la capacidad de respuesta del motor.
Cabe destacar que no se limita la potencia en ninguno de ellos, como sí ocurre en los modelos de otras marcas. Monta dos motores en esta versión e-4ORCE, uno en cada eje, aunque Nissan no especifica la potencia de cada uno.
La batería se ubica entre ambos ejes y es un 33 % más fina que la del Leaf. Está refrigerada por líquido y tiene celdas NCM proporcionadas por CATL. Su capacidad en esta versión es de 91 kWh brutos y 87 kWh netos. Gracias a ello, la firma nipona homologa un combinado WLTP de 509 kilómetros. El consumo homologado es de 19,9 kWh/100 km. En nuestro caso nos acercamos a los 500 kilómetros de autonomía en uso normal.
Su consumo de energía es mayor en tramos de subida, pero en ciudad y autopista gracias a su funcionamiento por inercia, el consumo puede rondar los 15-16 Kwh.
Para la recarga, la potencia máxima en CA es de 22 kW y de 130 kW en CC. En el primer caso, una carga del 10 al 100% implica cinco horas; mientras que con la carga rápida podemos pasar del 20 al 80% en media hora. De serie el cargador embarcado es de 7,4 kW (22 kW en opción). A esta potencia tarda 13,5 horas en pasar del 10 al 100%. Estos son los datos máximos, en cada cargador el tiempo de carga varía y mucho.
La frenada regenerativa es ajustable en tres niveles: dos mediante la palanca de cambios, que son los D (normal) y B (intermedio); y el tercero mediante el botón e-Pedal (intenso) de la consola central. Merece la pena señalar que no es una conducción con un solo pedal pura, pues no llega a detenerse por completo. Tampoco ofrece regeneración automática.
En marcha destaca por su comportamiento ágil y rápido, a pesar de ser un SUV algo pesado, nos permite ritmos de marcha altos incluso en zonas viradas dónde la suspensión funciona francamente bien para contener las inercias de la carrocería gracias a un esquema McPherson en el eje delantero y un multibrazo trasero.
En la ciudad, la postura de conducción elevada favorece la visibilidad. Por lo general es buena, salvo hacia atrás, porque la luna es algo pequeña. En cualquier caso, tenemos múltiples sensores, cámaras, ayudas y un retrovisor digital que nos ayudarán en tareas de estacionamiento y maniobras.
Ofrece un radio de giro bastante corto y sus mandos destacan por la suavidad de funcionamiento. Está muy bien aislado tanto del exterior como del ruido de rodadura.
Solo en autopista notaremos algo de ruido de rodadura y viento, pero muy artenuado.
Respecto al sistema de frenos, monta discos ventilados en ambos ejes. Su resistencia a la fatiga y su eficacia son buenos.
A nivel de asistencias a la conducción y de seguridad, el Nissan Ariya ofrece una amplia dotación con frenada predictiva de emergencia con detección de peatones, ciclistas y asistencia en cruces, control de crucero adaptativo, alerta y mantenimiento de carril, detector de ángulo muerto, lector de señales de tráfico, frenada trasera con detección de movimiento…
Valoración Final.
Por 64.000 euros no llevamos un cochazo, con una buena autonomía y totalmente equipado, es un coche familiar muy cómodo y rápido que nos ha enamorado.