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Probamos el Volkswagen Golf eTSi 150 cv

Probamos el Volkswagen Golf eTSi 150 cv

Hoy probamos la octava generación del Volkswagen Golf que a parte de renovarse por completo se apunta a la moda de las versiones híbridas.

Más que una moda es una obligación del mercado y sus estúpidas normas, ya que con estos sistemas de microhibridación se consiguen ahorros reales de menos de un 10% en consumo y emisiones, pero permiten pasar a tener la preciada etiqueta ECO.

En nuestro caso hemos probado el dinámico 1.5 eTSi con el sistema de 48 voltios de baja hibridación que va francamente bien, con un consumo razonable.

Esta versión eTSi, que añade un sistema de baja hibridación de 48 voltios al conocido motor 1.5 turbo de inyección directa de gasolina de 150 CV que se asocia al mismo tiempo al cambio automático DSG de 7 velocidades.

El Golf eTSi equipa el motor 1.5 turbo de inyección directa de gasolina con desconexión selectiva de cilindros que ya conocíamos, pero le suma otro elemento para reducir el consumo: la hibridación de 48 voltios.

Este sistema se basa en añadir una red eléctrica de 48 voltios que alimentan una máquina eléctrica denominada ISG (siglas inglesas de arrancador/generador integrado) que funciona como motor cuando la batería de 48 voltios lo alimenta o como generador cuando levantamos el pie del acelerador.

El ISG ayuda al motor de gasolina en las fases de mayor consumo (al iniciar la marcha, al pisar el acelerador…) para reducir el gasto y, además, dar un aporte de par suplementario. Además, también es capaz de poner el motor en marcha cuando vamos rodando con cierta velocidad, al poder girar a más revoluciones que el motor de arranque tradicional. Gracias a este detalle, el Golf eTSi apaga el motor cuando levantamos el pie del acelerador suavemente, reduciendo así el consumo.

Si a estas fases en las que vamos con el motor apagado, sumamos las que permiten que funcione con sólo dos cilindros cuando vamos a punta de gas, el resultado es que Volkswagen anuncia un ahorro en los consumos del 10%, que en realidad nosotros no hemos apreciado, ya que el consumo se ha situado en unos correctos 5,9 litros a los 100 kilómetros, cifra parecida al modelo sin microhibridación.

Las prestaciones son realmente buenas, dignas de una Gti de hace unos pocos años, ya que tiene una velocidad punta de 224 Km/h y una aceleración desde parado a 100 Km/h en 8,6 segundos.

Con la nueva generación, el Golf evoluciona en diseño, mejora sustancialmente en tecnología, la conectividad y los asistentes avanzados a la conducción.

La parte que más varía respecto al predecesor es el frontal, con unos faros y una rejilla en el faldón con aires del reciente Arteón. La iluminación es excelente gracias a los faros de LED I.Q Light con asistente de luz de carretera.

En la parte trasera lo más llamativo son los pilotos led y las falsas salidas de escape.

De puertas dentro los cambios son más evidentes y se nota más que estamos ante una nueva generación, repleta de pantallas táctiles y en la que los botones y palancas han casi desaparecido por completo.

Las butacas delanteras destacan por el elevado confort. La instrumentación ahora es completamente digital personalizable y con una buena cantidad de información, mostrada de forma ordenada y clara.

En la consola central no hay palanca de cambios tradicional y en su lugar nos encontramos tipo joystick muy pequeño, que nos permite seleccionar entre la marcha atrás, el neutro y la marcha hacia delante. Para cambiar de velocidad en modo manual solo podemos usar las levas de detrás del volante como única alternativa.

Las plazas traseras son buenas, con suficiente espacio para las piernas y para las cabezas, aunque, como siempre, son cómodas sólo para dos pasajeros, en acceso también es bueno.

El espacio de carga cubica 380 litros y tiene unas formas muy regulares, con un doble fondo y espacios de carga laterales para llevar sujetos algunos bultos menores. Si necesitamos más espacio, podemos abatir los respaldos traseros, que dejan un suelo casi plano.

En cuanto a equipamiento, este nuevo Golf puede llevar casi todos los equipamientos modernos disponibles en el mercado y viene de serie con elementos cómo el control de crucero adaptativo, faros full led, climatizador y una larga de asistentes de conducción (asistente de mantenimiento en el carril, el sistema de alerta de colisión con frenado de emergencia, el sistema de mitigación de múltiples colisiones, asistente de aparcamiento, alerta de fatiga del conductor… )

En cuanto a conectividad disponemos de Android Auto y Apple Car Play, y mandos por voz, aunque nosotros no conseguimos que funcionara muy fluidos.

En movimiento seguimos estando entre el referente entre los modelos generalistas y muy cerca de las marcas premium.

En ciudad es dónde, gracias al buen trabajo de insonorización y sobretodo al buen funcionamiento de la hibridación ligera, vemos un paso adelante en silencio y suavidad de marcha, también es ágil y maniobra con facilidad.

En carretera es dónde siempre nos ha gustado con el equilibrio entre confort y dinamismo perfecto, tanto a velocidades tranquilas cómo buscando los límites del motor, destaca la precisión del eje delantero, los buenos frenos y la nobleza de reacciones en todo momento. El motor ofrece una buena pegada y estira con franqueza, permite un uso pseudo-deportivo, eso si a costa de subir los consumos.

A la hora de afrontar un viaje largo por autopista o autovía, de nuevo la buena insonorización y el filtrado de las suspensiones nos permitirán realizar largos viajes sin apenas cansancio.

Valoración Final

Es un coche polivalente, fácil de conducir y con una buena calidad de rodadura, los acabados rozan a buena altura y la moderna motorización nos regala una etiqueta ECO muy preciada. Su precio se sitúa justo por encima de los 30.000 euros una cifra respetable pero en la línea de sus competidores.