Prueba Hyundai Tucson Hybrid
El Hyundai Tucson es sin duda el mayor éxito de la marca Coreana en España, ha sido el coche más vendido en España durante meses, y no nos extraña, ya que tiene una relación calidad-precio y un diseño a destacar. Hoy probamos la puesta al día del SUV compacto de Hyundai asociado a la mecánica híbrida autorecargable, que compite directamente con el afamado Toyota RAV4.
Esta actualización del Tucson sirve para introducir pequeñas novedades estéticas. Este modelo es la puesta al día del modelo presentado en 2020 y que ya fue una revolución, tanto en acabado como en oferta mecánica, virtudes que lo encumbraron en las listas de ventas.
Siguiendo la mentalidad alemana, los cambios de esta versión 2024 respecto a su predecesor son mínimos, ya que si algo funciona, mejor no tocarlo. Los cambios más notables los encontramos en los parachoques, en las llantas y en la oferta de colores. Las medidas no cambian, con 4,51 metros de largo.
Sigue siendo un coche perfecto para aquellos que busquen un coche para todo.
El interior sí que cambia más, con una presentación totalmente nueva. El salpicadero recibe ahora el formato de doble panel corrido. Dos pantallas individuales de 12,3 pulgadas que se unen para incrementar la carga tecnológica de un coche que ya de por sí venía muy completo. Otra importante novedad la encontramos en el túnel central. La palanca de cambios tradicional desaparece y se reubica en la columna de la dirección (cómo en los Volkswagen eléctricos). El espacio dejado lo ocupa una consola de efecto flotante que alberga varios espacios portaobjetos y el cargador inalámbrico.
La climatización está separada de la pantalla central, detalle de agradecer y que lo hace muy cómodo. La climatización destaca por su potencia y rapidez de funcionamiento.
La habitabilidad no cambia y, por tanto, está un paso por debajo de sus competidores, aunque no hechamos en falta más espacio, sobretodo detrás, dónde hay mucho espacio, suficiente para albergar a tres adultos de forma cómoda. Se mantienen los elementos de confort como la salida de ventilación, el climatizador o los asientos calefactables (solo en los acabados superiores). En cuanto a espacio de carga, el Hyundai Tucson anuncia 546 litros de capacidad mínima, ampliables a 1.725 litros si se abate por completo la segunda fila de asientos.
El modelo probado era el hibrido no enchufable, lo que otras marcas llaman autorecargable que combina el motor de gasolina 1.6 T-GDI de 160 CV con uno eléctrico de 64 CV con el que tiene 215 CV de potencia total combinada.
Sus prestaciones sobre el papel son buenas, pasando de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y una velocidad máxima de tan solo 186 Km/h. En la realidad, la verdad es que decepciona, suponemos por qué el cambio automático de 6 relaciones, es sumamente lento y sobre todo tiende a subir rápidamente de marcha, lo que penaliza en recuperaciones y en arrancadas. Su convertidor de par es suave y no se notan los cambios, pero le falta garbo.
En nuestra unidad de pruebas la parte híbrida brillaba por su ausencia, no tenemos información del sistema microhíbrido y en ningún caso parece que el motor eléctrico empuje.
El consumo está a la par de su gran enemigo, el Toyota RAV4, sobre los 6,5 litros a los 100 kilómetros, nada destacable, la verdad.
En marcha prima el confort de sus ocupantes y lo consigue, pero en el caso de tener que afrontar una carretera con curvas o una rotonda a cierta velocidad, echaremos de menos algo más de firmeza de suspensión.
Su cambio y la suave suspensión impiden una conducción movida, imposible una deportiva, a pesar de la gran cifra de caballería disponible.
En autopista es un coche cómodo y silencioso, la verdad es que seguro que será un buen compañero de grandes viajes.
En ciudad es suave y se maneja bien, no es el más ágil, pero gracias a la suavidad y silencio de marcha, la urbe se le da bastante bien.
Valoración Final.
Este nuevo Tucson es un coche muy bien construido y pensado, pero esta versión híbrida no recargable a pesar de adjuntar la etiqueta ECO de la DGT, nos ha decepcionado, entendemos que las versiones gasolina, diésel o híbrida enchufable seguro que serán mucho mejores. Su precio tampoco es ninguna ganga, a partir de 43.000 euros sin descuentos.