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Prueba Tata Grand Safari .

Me acuerdo cuando vi el primer modelo de Tata que se importó en España, era un vehiculo trasnochado, mal acabado y con un motor que no podía con el peso del conjunto. A día de hoy Tata ya es un fabricante serio, con productos sencillos, robustos y con acabados razonables.

Prueba Tata Grand Safari 2.2 Dicor 140 cv.

Me acuerdo cuando vi el primer modelo de Tata que se importó en España, era un vehiculo trasnochado, mal acabado y con un motor que no podía con el peso del conjunto. A día de hoy Tata ya es un fabricante serio, con productos sencillos, robustos y con acabados razonables. Digo razonables porqué no están al nivel de los fabricantes europeos, pero la verdad, sus precios tampoco, siguen siendo muy asequibles, pero ahora nos ofrecen, espacio, potencia y hasta presencia.

El Grand Safari 2008 es una puesta al día muy sutil del anterior modelo con el mismo nombre, se han solucionado algunos defectos de acabado y se ha mejorado el equipamiento, pero la verdad es la revolución ha sido el nuevo motor turbodiesel de inyección directa Common Rail de 2.2 litros y 140 cv. Vaya cambio, ya no por los 25 cv. más que el antiguo 3.0 sino en finura y sobretodo en sonoridad.

Motor
Como hemos comentado, hay un gran paso adelante respecto al viejo propulsor, tanto termodinámicamente como en agrado de uso, es un poco remolón hasta las 2.000 rpm pero a partir de ese punto hay una gran cantidad de Par, conviene no dejar caer de vueltas el motor y responderá con prontitud y fuerza.
La rumorosidad se ha atenuado mucho pero aún no estamos en valores confortables sobretodo a alta velocidad.
El cambio tiene unas transiciones tirando a largas pero no es errático como el anterior.

Comportamiento
Antes de comentar el comportamiento debemos puntualizar que esto es un todo terreno de los de antaño, con buena altura y buenos ángulos de 4×4, la suspensiones son suaves para poder afrontar excursiones todo terreno con garantías. Estos detalles de concepción dan como resultado un comportamiento en carretera bastante torpón, con inclinaciones en curvas cerradas y un poco de imprecisión en la trazada en carretera o Autopista. Por otro lado es muy cómodo en pisos irregulares.


En cuando salimos del asfalto, el safari esboza una sonrisa pícara, se nota que está en su elemento, con su tracción total conectable + reductora, pocos obstáculos se nos resistirán, durante nuestra prueba, lo pusimos a prueba incluso en trialeras y ni se inmutó.

Habitabilidad
El espacio de que disponemos en el Grand Safari es excelente, tanto delante como detrás, además el maletero es como para perderse. El confort de los asientos de piel es bueno, no sujetan en exceso pero se muestran confortables y recogen bien la espalda.

El puesto de mando es sencillo y funcional, sin ningún lujo, lo justo y basta, los materiales y los encajes entre estos dejan un poco que desear pero son correctos visto el precio del vehiculo.

En el debe de Tata está en mejorar las gomas de las juntas de las puertas, ya que no cierran bien y dejan pasar aire que se torna en molestos silvidos a alta velocidad. También hay que reforzar los retrovisores para que no vibren en carretera.

Calidad-Precio
Este es el punto fuerte del coche hindú, por algo más de 20.000 euros tenemos la versión básica de 4×4 (la más completa cuesta 22.000), para nosotros la 4×2 no tiene sentido. Por este precio no hay ningún otro vehiculo con este nivel de potencia y tamaño. Los vehículos más parecidos al Grand Safari tenemos el Ssangyong Kyrion que con 141 cv, se va a los 28.000 o el Mitsubishi Montero Sport que cuesta unos 30.000. La verdad es que estos vehículos están mejor acabados, pero su comportamiento no es muy superior y sus motores tampoco. La verdad es que si buscamos un 4×4 de verdad, no nos importa que no tenga una estrella, un tridente o una hélice en la parte delantera y no buscamos prestaciones fulgurantes, el Tata puede ser nuestro futuro coche.


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