En cambio gracias a varios sistemas electrónicos actuales, ya disponibles en los coches de serie de algunas marcas, podemos dejar el acelerador, el freno y la decisión de la velocidad de crucero al coche y esto es lo que hemos realizado, con el nuevo Audi A4 en el trayecto de Benidorm a Barcelona, algo más de 500 kilómetros.

El experimento consiste en conectar el control de velocidad adaptativo del coche alemán, que como primicia ahora también lee las señales de tráfico y reduce o aumenta la velocidad de crucero, dependiendo de la señal de límite de velocidad, además mantiene la velocidad con el vehiculo que nos precede. Este sistema en un coche automático sólo deja en manos del conductor el mando del volante, en uno manual también tendremos que cambiar de marcha, adaptándonos a la velocidad a la que circule el vehiculo. Esto si cuando cambiemos de marcha el sistema no se desconecta, como sucedía en sistemas de control de crucero más antiguos.

Nuestro ruta fue 60% autopista y 40% Carretera Nacional /Autovía.

Este sistema no es apto para carreteras de montaña ni locales. En cambio en retenciones es muy útil, ya que puede llegar a parar el coche completamente y volver a arrancar cuando el coche que nos precede se mueva, si nuestro coche es automático, si es manual empieza a actuar por encima de 30 Km/h.

El ACC (Control de crucero adaptativo) es un sistema que hace más de una década que hay algunas marcas que lo montan pero el que ofrece Audi (Opcionalmente) en sus modelos, es un paso hacia delante en cuanto a seguridad y confort.

La experiencia lejos de ser estresante, fue hasta divertida y las casi cinco horas de viaje, pasaron con rapidez. Las limitaciones del sistema vienen del mal estado de las red viaria y de la mala señalización, ya que en varias situaciones, las señales eran imposibles de leer, estaban dobladas por un accidente anterior o simplemente las de la vía de acceso lateral se situaban en la misma situación que las de la autopista,… el resultado, que en medio de una autopista el sensor detecto que teníamos que ir a 30 Km/h y frenó a fondo, teniendo que coger el control el conductor. Otra situación divertida fue en un cruce de una población la señal de velocidad máxima a 50 Km/h estaba medio borrada y el coche entendió 5 Km/h, resultado? frenazo y otra vez coger los mandos del coche. En total tuvimos unos cuatro sustos de estos en 500 kilómetros, por lo que el resultado es muy positivo.

Por parte del vehiculo, hubo un momento en que pasamos por un tramo sin cartografiar, supongo que era una variante nueva,… Lo curioso es que el sistema se desconectó por seguridad.

La valoración final es muy positiva, aunque el aporte del conductor sigue siendo imprescindible la tecnología cada vez nos facilita más nuestra labor y aumenta la seguridad a la hora de viajar, tanto pensando egoístamente en nosotros como para el resto de usuarios de la via pública.  Es un sistema muy recomendable si os compráis un Audi, los del resto de marcas ya los iremos probando y ya os comentaremos.