A Fernando Alonso le preocupa entre poco y nada lo que digan de él. Es consciente de su rendimiento elevado, espera como agua de mayo lo que será el cambio de reglamentación del 2026 y nunca entra a debatir las afirmaciones de los que dudan de un rendimiento altísimo de más de dos décadas. Aunque los hay. Uno de los más afamados es el polémico Johnny Herbert, piloto de cierta fama en los 90 que se ha granjeado fama polémica por sus opiniones, muchas de ellas cuando todavía era comisario en la Fórmula 1. Y el bicampeón siempre ha sido un foco.
Herbert mantiene cierta batalla con Alonso, que muchos explican a través de un enganchón en los tiempos del asturiano con McLaren-Honda. Las opiniones del expiloto de Jaguar, Lotus o Sauber siempre se han caracterizado por un tono hostil, con poca reflexión. La gota que colmó el vaso fue la desproporcionada sanción a Alonso por el accidente de George Russell en el Gran Premio de Australia 2024 donde el británico fue protagonista como el comisario que precipitó la decisión.
La cosa ha cambiado en 2025. Herbert salió del panel de comisarios, pero siguió con su ‘hate’… hasta que parece entrar en razón. Quizá el no encontrar respuestas, o el peso de la realidad. En primer lugar, tras el Gran Premio de Singapur tuvo que rendirse al rendimiento de Alonso. «No está acabado. Esperamos esa competitividad de la primera carrera. En una carrera calurosa y húmeda, el asturiano saca lo mejor de sí una vez más», reconoció.
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