La caja de velocidades EDC se comercializa en la familia Renault a partir de la primavera de 2010.

Las ventajas de la transmisión automática EDC:
La nueva transmisión automática EDC de Renault es del tipo automática/secuencial. No hay pedal de embrague y el mando de velocidades es de tipo automático (PRND), con modo impulsional (+ / -). Las velocidades cambian de forma automática y suave, accionadas por un calculador que selecciona la relación ideal.

Con el fin de optimizar el rendimiento y el consumo, Renault ha optado por una tecnología de doble-embrague “seco” para su transmisión EDC. Consta por lo tanto de dos embragues: el primero dedicado a las velocidades impares (1a, 3a y 5a) y el segundo a las pares (2a, 4a, 6a) y a la marcha atrás. Los engranajes están soportados por cuatro árboles: dos árboles primarios concéntricos (cada uno de ellos vinculado a un embrague) y dos árboles secundarios. Las velocidades se seleccionan por medio de sincronizadores, al igual que en una caja de velocidades manual. Unos accionadores eléctricos, controlados por un calculador, pilotan los sincros y los embragues.

Un consumo y unas emisiones de CO2 comparables a los obtenidos en los vehículos equipados con caja manual
Este objetivo ha guiado las distintas opciones tecnológicas de los ingenieros de Renault:
– Tecnología de doble-embrague “seco” que permite limitar los rozamientos parásitos que se dan en los discos de embrague “húmedos” o los convertidores de cajas automáticas tradicionales.
– Pilotaje de los dos embragues y de los sincros por medio de accionadores eléctricos, que consumen poca energía.
– Puesta a punto de las leyes de paso de las velocidades optimizada para moderar el consumo: el sistema garantiza el paso rápido a una marcha superior para contar siempre con la relación más alta a una velocidad dada, lo que permite controlar el consumo y las emisiones de CO2.
– La transmisión EDC presenta un rendimiento similar al de una caja manual.

Conducción fluida y tranquila
Los cambios de marcha son automáticos, rápidos y fluidos
Como en cualquier caja de velocidades automática, los cambios de velocidad se efectúan “bajo par”: no se interrumpe la transmisión de par entre el motor y las ruedas al cambiar las marchas.

Al conducir, sin cambio de marcha, uno de los embragues está cerrado (transmite el par motor con la velocidad engranada y el otro permanece abierto y vinculado a la próxima velocidad ya engranada). En el momento oportuno, el cambio de velocidad se efectúa pasando de un embrague a otro: el primer embrague se abre mientras el segundo se cierra simultáneamente, lo que proporciona una tracción continua al cambiar de relación (cambio “bajo par”).

Los cambios de relación ocurren con suavidad y sin tirones, ofreciendo una conducción fluida para viajar de forma serena.

Respuesta instantánea a las solicitaciones del conductor:
Con sus 6 marchas y un tiempo de paso reducido (290 ms), la nueva caja de cambios automática EDC ofrece una gran reactividad y proporciona una conducción agradable, comparable a la de una caja mecánica, tanto en modo automático como impulsional.

En modo automático, el calculador selecciona la relación de caja ideal en función de los distintos parámetros de conducción. Se adapta instantáneamente a las solicitaciones del conductor introduciendo la marcha que le suministre la potencia adecuada, en el momento preciso en que lo necesita.

El conductor puede en todo momento recuperar el control del sistema gracias al modo impulsional.

“Arrastre por aceite frío” optimizado para mayor fluidez.
Al igual que en una caja automática tradicional, el vehículo al ralentí se mueve de forma progresiva conforme se va soltando el pedal de freno. Este sistema resulta especialmente práctico en los atascos o en las maniobras de aparcamiento.

Sistema de ayuda al arranque en cuesta
En las fases de arranque en una cuesta, cuando el conductor suelta el pedal del freno, el sistema mantiene la presión de frenada en las ruedas para que el vehículo se mantenga inmóvil unos segundos. Acoplado al sistema de arrastre en frío, permite evitar cualquier movimiento de retroceso del vehículo y garantiza unos arranques en cuesta seguros.