Probamos a fondo el BMW 316D
BMW tiene la fórmula para hacer que sus motores diesel de media cilindrada corran y gasten poco, en esta ocasión nos acompaña la versión básica del serie 3, un diesel de 116 caballos que parece que sean más que come como un pajarito y sin duda es de lo más recomendable, ya que en la marca germana no pasa como con los fabricantes generalistas y este 316d tiene la posibilidad de equipar todo el mismo tipo de accesorios y gadgets que sus hermanos mayores.
El nuevo serie 3 creció en su última actualización hasta convertirse en una de las berlinas medias más grandes con sus 4,62 metros. Su diseño también sigue las líneas maestras de la gama del constructor alemán.
Motor
Cuando el resto de marcas y bajo la bandera del controvertido downsizing están apostando por motores de baja cilindrada para sus versiones básicas, BMW sigue fiel a su bloque de 2 litros que tantas alegrías le ha dado en el pasado y que sigue siendo referente de la actualidad. En este caso en su declinación menos prestacional, sigue siendo un propulsor económico, rápido y sobretodo muy elástico, que gracias también a una caja de cambios con unos desarrollos muy acertados, nos permite un andar alegre sin estar pendientes del cuentavueltas.
Las prestaciones son sorprendentes para un coche de 1,5 toneladas y «tan solo» 116 caballos, pero coge los 202 km/h y pasa de 0 a 100 Km/h en unos exceletes 10,9 segundos.
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En cuanto al consumo, nosotros hicimos cerca de 2.500 kilómetros con el bueno del 316d y arrojó una cifra de consumo media de tan solo 4,8 litros a los 100 Km.
Los frenos y la dirección son marca de la casa, sobérbios ambos.
Interior
Sin mucho espacio de sobra, el serie 3 ofrece un buen compromiso entre habitabilidad y capacidad de carga, particularmente preferimos la versión touring por su mayor polivalencia, pero el sedan tampoco desentona si no tenemos que cargar objetos voluminosos, ya que la boca de carga es como en todos las berlinas, pequeña.
Las plazas delanteras ofrecen un elevado confort y ergonomía, muy adaptadas a un uso intensivo y durante muchas horas. El salpicadero y cuadro de relojes típico de la marca de la hélice, ofrecen una buena lectura y cantidad de información. Los asientos de regulación manual que montaba la unidad de pruebas son complicados de regular pero sus amplias regulaciones consiguen una posición al volante excelente.
Detrás el túnel central impide que tres adultos viajen cómodos, pero por cotas tanto de altura como anchura y longitud hay espacio suficiente.
Comportamiento
El serie 3 es un BMW de pura cepa, cargado de tecnología y ayudas a la conducción para hacernos la vida más fácil y segura, es un tracción trasera que apenas se intuye, ya que pisa como un campeón y solo en pisos resvaladizos se insinúa la parte trasera.
Permite un rodar ágil en cualquier situación, la corta caballería del 316d no es impedimento para poder disfrutar de la conducción como el anuncio de la marca nos insinúa.
En ciudad es un coche tirando a grande y con un radio de giro no muy pequeño y una visibilidad trasera mediocre, así que hay que tomarse las cosas con prudencia, aunque sorprende su facilidad de estacionamiento.
En autopista es sensacional, el motor suena algo más de lo deseable pero el resto es excelente, gran autonomía, suavidad y aplomo.
Las carreteras secundarias y puertos de montaña, son un juego de niños para el serie 3 tan solo las curvas muy cerradas se le atragantan, ya que el motor baja mucho de vueltas, pero el resto de operaciones las borda.
Valoración Final
Nos ha sorprendido el benjamín de la gama ya que pensamos que la mayoría tendrá más que suficiente con este motor, incluso a plena carga responde con prontitud y gasta como un mechero. Muy recomendable, eso si su precio de 30.000 euros es un tanto elevado y la tarifa de algunas opciones indecente.
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