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Probamos el BMW 128ti

BMW siempre ha sido conocida por la deportividad de sus vehículos, pero entre los compactos, aún no tenía un verdadero referente, no os preocupéis, esta mancha en el historial ya está limpiada, ha llegado el BMW 128ti, con una carta de presentación de lo más destacada, con la friolera de 265 CV al eje delantero, diferencial mecánico Torsen de deslizamiento limitado y con un tarado de suspensiones digno de un BMW M.

La abreviatura “ti” hace referencia a Turismo Internazionale, una denominación que comenzó a aparecer en los años 50 y 60 como apellido de algunos modelos “deportivos” de varias marcas, principalmente italianas y que BMW también uso en los años 60 para el inolvidable 1800TI.

El 128ti destaca del resto de Serie 1, con un look muy atractivo y que transmite deportividad, la marca ha tomado de base el acabado M Sport, al que han añadido una serie de detalles específicos que lo hacen especial y visiblemente más deportivo y agresivo. Dispone de revestimientos y molduras específicas, así como los faldones laterales también ligeramente diferentes a los del M135i, pintados en color naranja en estas unidades con carrocería blanca y con el logotipo «ti» bien visible. También equipa de serie los faros BMW Individual Shadowline, doble salida de escape en la parte posterior, una a cada lado del coche, llantas de 18 pulgadas específicas para esta versión, detalles en rojo en las tomas de aire en el faldón delantero y las pinzas de freno pintadas también en color rojo como parte del equipo de frenos deportivos M Sport, vaya una declaración de intenciones en toda regla.

En el interior sí hay bastantes detalles, como luces, bordados en rojo, molduras, etc. algunos -los opcionales, cómo asientos deportivos.

Los materiales y la disposición de mandos y botones es genial, con un tacto y ergonomía muy conseguidos.

Los asientos de serie sujetan bien y cuentan con un tapizado específico y un logo rojo de «ti» en el reposabrazos que te recuerda que, si quieres divertirte, puedes.

El espacio que ofrece a los pasajeros de la segunda fila sigue siendo el mismo que en el Serie 1 normal, bueno tanto para la cabeza como para las piernas, aunque destaca más en este último apartado. Respecto al de carga, cubica 380 litros, una cifra buena para un uso bastante polivalente del vehículo.

En cuanto a tecnología, todo es configurable de forma individual (dirección, gestión de motor, escape, suspensiones…).

Disponemos de tres modos de conducción: Confort; Eco para reducir el consumo en viajes largos, o ciudad; y un modo Sport que cambia la gestión del motor, de la caja de cambios, la dureza de la dirección y abre la válvula del tubo de escape izquierdo para aumentar el sonido de escape.

Equipa un propulsor de cuatro cilindros 2.0 TwinPower Turbo que si bien suena francamente bien, tampoco es muy escandaloso. Es un motor con muchos medios pero una estirada plana (la potencia máxima la entrega de forma lineal entre 5000 y 6500 rpm) y una caja de cambios Steptronic Sport de ocho velocidades suave y rápida para el día a día y que cumple en conducción dinámica.

Las prestaciones son muy respetables, acelera de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y la velocidad máxima está autolimitada a 250 km/h. Las recuperaciones merecen mención aparte por la buena gestión del cambio, que nos permite salir disparados.

En cuanto al consumo es sensible al ritmo, cuando vamos relajados mirando el paisaje, podemos conseguir medias por debajo de los 7 litros sin problema, si vamos moviditos, subirá a los 9 litros y si le damos caña, las dos cifras son imposibles de rebajar.

En marcha es un coche capaz de generar sonrisas, dispone de un buen arsenal para hacer disfrutar al conductor y acompañantes, en tramos de curvas, con buen asfalto, este coche es muy divertido, responde muy bien, la dirección es directa, frenos de sobresaliente y el comportamiento impecable, incluso a ritmos elevados. El único pero, cuando el asfalto está algo dañado, que es incómodo.

En autopista es otro coche, suave, silencioso y cómodo, permite recorrer muchos kilómetros con un consumo razonable y sin apenas cansancio.

En ciudad se nota bajo, y la visibilidad trasera y lateral es justa, a la hora de estacionar, la cámara trasera ayuda, pero seguimos pensando que tiene muchos ángulos ciegos.

Valoración Final.

Estamos delante de un coche para disfrutar, pero que también nos puede llevar de vacaciones o a trabajar cada mañana, su precio se enfila hasta los 46.000 euros, no muy distante del referente de la categoría, el VW Golf GTI, al que supera ampliamente, excepto en facilidad de conducción, dónde este BMW 128ti pide algo más de atención cuando rodamos rápido.