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Probamos el Kia Sportage 2.0 CRDI 185 4×4

Kia tiene en el Sportage a uno de sus superventas, un SUV que ha evolucionado en cuatro generaciones hasta situarse a la altura de los mejores de su segmento.

En su última hornada, el todocamino Coreano ha pulido casi todos sus defectos, poniéndose a la altura o superando a la mayoría de sus rivales, cómo el Ford Kuga, Nissan X-Trail, Seat Ateca o Renault Kadjar.

La gama de motores también ha evolucionado, pero si tuviéramos que encontrarle un defecto sería que aún no se encuentra entre las mejores, tanto por agrado de uso cómo por consumos, eso si su fiabilidad sólo es superado por Mazda.

La calidad del Sportage es cada vez mejor y más ahora con la llegada de las versiones tope de gama GT Lines, que llevan prácticamente todo el equipamiento y presentan unos acabados de primera a unos precios aún terrenales.

Cuando entramos en su interior nos reciben materiales de calidad y buenos ajustes, con un diseño sin estridencias pero trabajado y ergonómico. Sus asientos priman el confort a la sujección, aunque tampoco son malos recogiendo nuestra espalda.

Las cotas traseras son buenas y sus ocupantes gozan de un buen espacio y confort, también el acceso es bueno.

Sus 540 litros de maletero lo sitúan entre los mejores de su categoría. La banqueta trasera no es deslizante, por lo que para hacer el espacio de carga más variable en Kia han optado por 7 posiciones distintas (de 23 a 37 grados, además de abatirse totalmente) para reclinar el respaldo.

El equipamiento ya hemos comentado que es muy completo, desde calefacción en el volante o refrigeración en los asientos a un completísimo equipo multimedia.

En movimiento este Kia Sportage roza a gran altura y sólo es superado en eficacia por los SUV más dinámicos, llámese Ateca o Kuga, pero está entre los mejores en calidad de rodadura y confort de marcha.

En autopistas disfrutaremos de una conducción relajada y segura, con un gran aplomo y buena insonorización.

En ciudad su suave dirección será una gran aliada, sobretodo en operaciones de estacionamiento. En el tráfico es ágil y ofrece una correcta visión periférica.

Fuera del asfalto es un buen vehículo para circular por caminos en buen estado y sobre firmes deslizantes cómo la nieve. Sus supensiones son suaves filtrando bien las irregularidades, pero no disponen de recorridos de suspensión, lo que impide lanzarse a por zonas complicadas. El sistema de tracción dispone de un botón para bloquear el diferencial central que sólo se utilizará en situaciones de adherencia muy complicada, situaciones para las que el neumático deportivo 245/45 en llanta 19 no está pensado.

En cuanto al propulsor, es sin duda el cambio más radical del nuevo Sportage, ya que estrena el motor 2.0 CRDi mild-hybrid, con 185 CV de potencia y 400 Nm de par máximo entre 1.750 y 2.750 rpm. Va asociado a una caja de cambios automática de ocho marchas y a la tracción total.

Este sistema de microhibridación de 48 voltios está compuesto por el motor de combustión, un pequeño motor de arranque y generador eléctrico de 12 kW, y una batería de ión-litio de 0,44 kWh. Además de funcionar como motor de arranque, el motor eléctrico puede asistir al de combustión en aceleraciones. Por supuesto, la batería se recarga sobre la marcha y hay regeneración de energía en la frenada, por ejemplo.

En marcha no se aprecia ningún cambio en el funcionamiento, y a la hora de acudir al surtidor, hemos conseguido bajar 0,3 litros a los 100 kilómetros respecto al modelo anterior, 7,2 litros a los 100 kilómetros, una cifra correcta.

El motor está completamente eclipsado por un cambio muy enfocado a la economía de consumo, pero que resta algo de agrado de uso y sobretodo en zonas de curvas y subidas, le cuesta bajar velocidades.

El coche en general es suave y silencioso, ofrece un buen agrado de conducción y se conduce de manera fácil.

Valoración Final

Esta versión tope de gama tiene un precio acorde con la tecnología y equipamiento que embarca, 38.000 euros, una cifra respetable, pero sin duda lógica si echamos una mirada a todo lo que lleva y cómo va.. Si no os alcanza por presupuesto, hay un Sportage por debajo de 20.000 euros, eso si sin tracción total. Es un buen coche, bien acabado y con la mejor garantía del mercado, 7 años.

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