Probamos el Maserati Ghibli Hybrid
Hace unas fechas el concesionario Maserati en Barcelona, Cars Gallery, nos brindó la posibilidad de probar el nuevo Maserati Ghibli Hybrid.
Maserati es la marca premium de Stellantis, el grupo que surge de la unión de los grupos PSA y Fiat, la marca del tridente tiene unos ambiciosos planes de futuro, con nuevos modelos, más concesionarios y lo primeo en llegar ha sido esta berlina equipada por un motor híbrido de tan solo 4 cilindros…
Muchos fans de la marca italiana, ya han dejado de leer esta prueba, pero la verdad es que este nueva versión del Ghibli no es para los clientes de siempre, sino para aquellos que ahora son clientes de Audi, BMW Mercedes o Porsche, que quieren un punto más de exclusividad.
El futuro del automóvil es el downsizing, o encoger los motores, eso si sin perder ni poténcia ni respuesta, eso es lo que busca Maserati con este 4 cilindros microhíbrido.
La primera novedad de este Maserati Ghibli Hybrid es que es el primer modelo de la gama transalpina en lucir la etiqueta ECO.
Este modelo híbrido sustituye a la versión diésel de la berlina italiana, a la que no iguala en consumo pero si mejora en funcionamiento y prestaciones
El Ghibli equipa un 4 cilindros 2.0 litros turbo derivado del que montan algunos Alfa Romeo pero asociado a un “e-Booster” de 48 V. El resultado es un propulsor con unas prestaciones de V6 gasolina pero con el consumo más ajustado. El resultado es bastante redondo, ya que va francamente bien, corre mucho, suena a coche gordo, pero el consumo es algo menor que sus hermanos de gama, decimos algo ya que en conducción normal se va a los 11 litros y cuando lo apretamos se mueve cerca de los 20 litros, cifras correctas para la poténcia que desarrolla.
Este motor dispone de una nueva gestión electrónica y otros cambios para poder funcionar con el motor de arranque-alternador llamado e-Booster. El sistema recupera la energía cinética en las frenadas y deceleraciones que almacena en una batería situada en el maletero. Esta alimenta a su vez el e-Booster que brinda par motor a baja revoluciones hasta que el turbo entra en acción. Está pensado para funcionar a baja carga, es decir en ciudad, justo donde más se necesita la ayuda de la hibridación para poder bajar el consumo.
El Ghibli Hybrid desarrolla 330 CV a 5.750 rpm y entrega 450 Nm desde 1.500 hasta 4.500 rpm. El cambio de marcha escogido es un cambio automático de convertidor de par de 8 relaciones. La tracción es trasera y aquí hay que hacer un inciso, ya que nunca habíamos conducido un vehículo con tracción al eje posterior que fuera tan dócil cuando le damos caña y es que el control de tracción, que tiene un funcionamiento inapreciable desde dentro, consigue transmitir toda la potencia a las ruedas sin las pérdidas de tracción típicas de este tipo de coche y sin tener la sensación de que alguien nos va frenando, una pasada vaya.
Sobre el papel las prestaciones del Ghibli Hybrid son similares a la del Ghibli V6 3.0 litros de 350 CV ya que pasa de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, mientras que el V6 lo hace en 5,5 segundos, la sensación al volante es que se puede ir muy muy rápido, se disfruta en toda tipo de vía y con un nivel de seguridad y confianza al alcance de muy pocos coches.
El motor la verdad es que no ruge cómo nos tiene acostumbrado el fabricante, pero la verdad es que tampoco es criticable.
La dirección es impecable, ágil, directa y precisa. La amortiguación adaptativa Skyhook, ofrece un funcionamiento muy polivalente y seguro.
Por fuera es un coche que llama la atención, que gusta y que gira cabezas, no pasarás inadvertido.
El interior a pesar de estar muy bien rematado y con materiales de gran calidad, no destaca su diseño cómo lo hacían los Maserati de hace unos años.
La posición de conducción es buena, pero la banqueta nos hubiera gustado más larga. Los asientos son cómodos y recogen bien nuestra espalda, además se nos antojan grandes compañeros de viaje.
El sistema multimedia de infoentretenimiento estrena nueva pantalla táctil central de 10,1 pulgadas rápida y fácil de usar. El cuadro de instrumentos, con una pantalla digital en el centro, mantiene el velocímetro y cuentarrevoluciones analógicos. Y por supuesto mantiene el pequeño reloj analógico que estrenó el Maserati Biturbo en 1985.
Detrás la habitabilidad es similar a sus competidores, con dos plazas con buenas cotas y un acceso correcto, siempre teniendo en cuenta de que es un coche bajo. La tercera plaza es cómo sucede normalmente, solo para urgencias.
El maletero tiene un volumen 500 litros con una boca estrecha y es más profundo que alto.
Valoración Final
Los precios del Maserati Ghibli Hybrid parten de 82.700 euros, aunque podemos subir esta cifra incluyendo los incontables opcionales que en nuestra unidad de pruebas llegaban a los 16.000 euros, pero es un Maserati, un coche premium de gama alta. Es algo más caro que sus competidores directos, llámense BMW 540i o Mercedes CLS 450, pero nos atreveríamos a decir que va mejor, que tiene más pedigrí y que solo es peor en consumo y servicio post-venta, pero estamos seguros que veremos unos cuantos circulando por nuestras carreteras..