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Probamos el Skoda Scala 1.0 TSI 115 CV

Skoda nunca ha conseguido tener un Compacto superventas en nuestro País, y la verdad es que no acabamos de entender porqué, ya que siempre han tenido vehículos espaciosos, con buen equipamiento y con una amplitud y maletero sin rival, pero tanto el SpaceBack cómo sus predecesores, no han cuajado, ahora llega el Scala que añade a lo dicho un diseño más trabajado y un compartamiento en la media del segmento, sin decantarse ni por el confort ni por la deportividad, un coche a priori redondo que tendría que funcionar comercialmente cómo lo hacen el Octavia o el Fabia.

El Skoda Scala con 4,362 m. de longitud, 1,793 m. de anchura y 1,471 m. de altura; es más alto, más ancho y más largo que el Skoda Spaceback. También tiene mayor batalla, con una distancia entre ejes de 2,649 metros.

Destaca un diseño con líneas fluidas, afilado morro y una trasera muy fina, en línea con muchos de sus competidores. Sus ópticas, equipadas con tecnología LED, cuentan con afiladas aristas y se funden en una calandra cromada. Hay una gran toma de aire delantera que engloba los antinieblas y le otorga carácter al modelo. Los detalles en negro le sientas bien al conjunto, le dan un aire deportivo y juvenil.

El interior del Scala gana en calidad percibida, sigue con un diseño sobrio, pero los materiales y ajustes dan un paso adelante.

En cuanto a los asientos, son cómodos y amplios, aunque les falta algo de sujeción de nuestra espalda.

El cuadro de instrumentos analógico, opcionalmente es posible con uno digital.

Buena nota se la lleva la pantalla del sistema multimedia que encontramos presidiendo la consola central con 9,2 pulgadas y buena calidad de imagen. El control táctil es rápido, la funcionalidad es correcta y es fácil de usar.

La habitabilidad es superior a sus competidores, tanto para pasajeros cómo el maletero de 467 litros y formas muy aprovechables.

La anchura del vehículo es el único detalle dónde no vence a la competencia.

El equipamiento es más que correcto, con climatizador, asientos y volante regulables y muchos asistentes de conducción, como el Side Assist, sistema que muestra si se aproxima un vehículo desde detrás o si está en el punto ciego desde una distancia de hasta 70 metros. También el Control de Crucero Adaptativo (ACC), que se puede usar a velocidades de hasta 210 km/h. El Lane Assist o el Front Assist.

La gama de motorizaciones es corta pero bien equilibrada con los gasolina 1.0 litros tricilíndrico de 115 CV y el 1.5 litros tetracilíndrico de 150 CV. y el 1.6 litros diesel de 115 caballos de potencia. Todos son tracción delantera y pueden llevar cambio manual o automático.

La unidad de pruebas equipaba el motor más pequeño gasolina y la caja de manual de 6 velocidades, el 1.0 litros gasolina de 115 CV. Es sin duda una buena opción siempre que busquemos consumos contenidos y no necesitemos una respuesta contundente de la mecánica. Y no es porque no podamos conducir de forma ágil con el motor gasolina más pequeño, es porque para ello tendremos que estar constantemente haciendo uso de la caja de cambios, bajando de velocidad para encontrar una respuesta más decisiva.

Este propulsor 1.0 TSI que monta el Skoda Scala solo suena si buscamos la zona roja del cuentarrevoluciones. La insonorización es buena, por lo que en condiciones normales no nos parecerá molesto ni por sonido ni por vibraciones. La mencionada caja de cambios se maneja con facilidad, contando con recorridos cortos y bien guiados.

Si jugamos con el cambio, el Scala nos regala unas buenas prestaciones, bajando de 10 segundos en el 0 a 100 Km/h y con una buena velocidad punta de 201 Km/h.

El consumo es bastante sensible al uso del acelerador y la velocidad, nosotros conseguimos un consumo medio de 5,9 litros a los 100 kilómetros, aunque hay que destacar que en carretera plana y a velocidad constante consumió menos de 4 litros a los 100 kilómetros.

En marcha es un coche muy equilibrado, permite viajar de forma confortable y que aguanta el tipo si lo exprimimos un poco. No es un coche deportivo pero ofrece un elogiable equilibrio entre confort y eficacia al volante.

En ciudad destaca por su buena visibilidad y facilidad de maniobrar, además si monta la cámara de visión trasera, es un gran aliado a la hora de estacionar.

En autopista es un coche cómodo de viajar, para mantener la velocidad habrá que reducir en las cuestas, pero por el resto, cumple sin problemas.

Valoración Final

Un compacto que está disponible en el acabado básico con este motor por 13.900 euros, es un chollo, no levantará pasiones pero va bien, no gasta en exceso y es un coche para todo muy recomendable.

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