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Probamos el BMW 116d Aut.

La nueva serie 1 de BMW no es una evolución, significa un cambio casi radical del modelo más pequeño del los bávaros, ya que abandona la propulsión trasera, aumenta la habitabilidad y la carga tecnológica… y continúa con un destacado tacto deportivo.

El BMW Serie 1 2019 seguro que ha cabreado a más de un purista de la marca, pero ahora es un modelo más práctico y continúa con su afamado tacto deportivo.

A simple vista el cambio es palpable en cuanto a diseño, con unos rasgos muy afilados y resultones que gustan, heredando rasgos de otros modelos de la casa, como el Serie 3 y el X5. La parrilla de doble riñón cobra más protagonismo y los faros y pilotos más angulosos generan un mayor impacto visual.

En el interior, el cambio es mayúsculo, con el sistema BMW Live Cockpit Professional, compuesto por dos pantallas de 10,25 pulgadas, para la instrumentación y el equipo de infoentretenimiento, que integra el sistema operativo 7.0 de BMW, el más avanzado de la marca, con control gestual.

Tampoco falta un enorme Head-up Display, en este caso de 9,2 pulgadas, si bien los mandos de la climatización son tradicionales, una solución de fácil uso y que aplaudimos. La carga inalámbrica de teléfonos móviles y el techo panorámico completan las principales primicias en el interior.

El coche en si no ha crecido exteriormente, pero debido al cambio de posición del motor., ahora Transversal, disponemos de un mayor espacio interior y un maletero más capaz con 380 Litros.

El interior está muy bien rematado, con materiales de calidad y unos ajustes sensacionales. Los asientos son cómodos y recogen bien la espalda, detrás dos adultos viajarán bastante ámplios y cómodos.

Nuestra unidad de pruebas montaba el motor tricilindrico de Gasoil y 116 caballos asociado a un cambio automático de 8 relaciones.

Empezaré por el final diciendo que este motor es una pasada, con una respuesta inmediata, suave, silencioso y con unas prestaciones que nos hicieron pensar que tenía muchos más caballos, es un mínimo más que suficiente casi para todo, incuso cargado.

Este motor de tres cilindros de 1,5 litros turboalimentado significa un paso adelante en lo que a motores tricilindrico se refiere, ya que ofrece un funcionamiento muy redondo y con unos bajos sorprendentes.

El consumo es simplemente la guinda del pastel, solo 4,8 litros a los 100 kilómetros en los más de 1.000 kilómetros que recorrimos con el 116d, excelente!

El cambio automático tiene un funcionamiento delicioso, enmascarando las previsibles limitaciones de un motor de poca potencia.

Las prestaciones son muy buenas, sobretodo las recuperaciones, aunque tampoco son malas las aceleraciones, pasando de 0 a 100 Km/h en 10,3 segundos y la velocidad punta de 200 Km/h.

La unidad de pruebas montaba la suspensión adaptativa VDC (Variable Damper Control), con dos programas a elegir, Comfort o Sport, mediante el control dinámico de la conducción Driving Experience Control, otro punto a destacar por funcionamiento y puesta a punto, muy dinámica, eficaz, pero al mismo tiempo filtrando las irregularidades del asfalto.

En movimiento es sensacional, por encima de sus rivales Premiun y eso que el A3 va muy bien, pero el nuevo Serie 1 es mejor, más ágil, más aplomado y estable y sobretodo más divertido, en carreteras secundarias bien reviradas hemos disfrutado cómo enanos!

En ciudad tiene un tamaño perfecto, sus 4,31 metros lo convierten en un compacto muy ágil y manejable, además su dirección precisa, facilita las maniobras y estacionado.

En autopista es un auténtico BMW, viajante incansable, rápido y cómodo.

Valoración Final
BMW ha dado en el clavo, por menos de 30.000 euros os lleváis un auténtico cochazo, que va de vicio, gasta cómo un mechero, es bonito y cómodo, ya tardáis en ir al concesionario!

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