Probamos el Volkswagen iD.3, el compacto eléctrico de Volkswagen
La movilidad eléctrica es actualidad, desconocemos si será el futuro, pero a día de hoy lo que vende es ser una marca que apueste por los coches eléctricos, después las cifras de ventas dicen otras cosas, pero nuestro queridos políticos han marcado un camino de electrificación del parque móvil europeo y las marcas no tienen otra opción que pasar por el aro, lo que no quiere decir que los coches eléctricos vayan mal, todo lo contrario pero a día de hoy tenemos tres problemas que ninguna marca tiene solucionados.
El primero la autonomía, el segundo el tiempo de carga y el tercero el precio, si no se solucionan estos tres apartados, la movilidad eléctrica no puede sustituir a los motores térmicos, no puede ser que cada 400 kilómetros tengamos que parar varias horas para poder hacer 400 kilómetros más, y eso dando por hecho que la carga sea rápida, sino volvemos a las épocas de los caballos y diligencias, haciendo el trayecto entre Madrid y París en tres jornadas..
Bueno, después de haber dejado claras las cosas os diré que la gente de Volkswagen ha sabido crear un compacto eléctrico del mismo modo que lo hace con el Golf entre los compactos de motor térmico e híbridos, a día de hoy pensamos que es el referente en cuanto a funcionamiento, espacio y calidad, con la salvedad del BMW i3, que creemos juega en otra liga por exclusividad.
El ID.3 es la avanzadilla de una familia de modelos eléctricos cómo el SUV Volkswagen ID.4 o la furgoneta Volkswagen ID.Buzz.
Antes hemos comparado a nuestro compañero de esta semana con el Golf y es que casi calca las medidas del Volkswagen Golf, excepto que es más alto pero con un diseño futurista y amable.
De puertas adentro excepto el logo de la marca, todo es nuevo, tecnológico, ordenado y simple, sobra el espacio y la habitabilidad es su gran baza incluso en el caso del maletero que con 385 litros, tiene una buena capacidad de carga.
Un diseño minimalista, con una calidad de materiales y ajustes muy lograda, con una carga tecnológica muy alta y sobretodo con un ambiente interior acogedor y cómodo.
Lo que aún no nos hemos acostumbrado es a la presencia de tan pocos botones, la mayoría de funciones se realizan a través de la pantalla táctil central, que es intuitiva pero que requiere adaptación, suponemos que nuestros hijos, si esa generación que se comunican a través de móviles y tablets, lo encontrarán muy fácil de usar, .. aunque hay detalles de minimalismo incomprensibles, por ejemplo para bajar las ventanillas traseras desde el puesto del conductor se usan los mismos mandos que para las delanteras, por lo que hay que activar previamente un selector.
El cuadro digital de serie es mínimo, sin apenas información (que si contiene la pantalla principal), y el sistema multimedia es a través de la pantalla táctil de 10 pulgadas con control por voz.
Cómo ya hemos comentado dispone de un arsenal de ayudas a la conducción de última generación: control de crucero adaptativo, guiado en el carril, lector de señales o Head-up Display.
Los asientos son muy cómodos, recogen bien el cuerpo y permiten una óptima regulación. Detrás hay espacio para tres adultos por anchura, es cómodo y dispone de un acceso óptimo.
Para moverse disponemos de un propulsor eléctrico de 204 CV de potencia y 310 Nm de par. La batería es de 58 kWh, lo que nos asegura una autonomía útil no supera 250 km.
Las prestaciones son muy buenas, ya que acelera de 0 a 100 Km/h en tan solo 7,3 segundos, recupera cómo un campeón y su velocidad máxima está limitada a 160 Km/h, que coge sin problema.
En movimiento es un coche bien aplomado, con una puesta a punto muy equilibrada y que brinda a los pasajeros una experiencia de confort y aislamiento elevada.
Respecto a otros eléctricos recientes, su comportamiento es algo más eficaz, léase deportivo, es divertido en zonas de curvas, pero su especialidad es la ciudad, dónde la autonomía se alarga algo y es un prodigio de suavidad y confort, a parte de un aislamiento muy conseguido.
En autopista, a velocidades legales es un vehículo aplomado y buen viajante, su autonomía nos limita nuestras aspiraciones de viajar lejos.
Valoración Final
Su precio parte de 33.000 euros menos las ayudas gubernamentales, es un alto precio a pagar por un vehículo que tiene un radio de acción tan corto, eso si, si lo queremos para desplazarnos cada día a nuestro trabajo y podemos cargar las baterías con facilidad, es un coche que nos hará la vida más fácil y cómoda. Cada coche tiene su perfil de propietario, a día de hoy el ID.3 probado se limita a un uso en ciudad y periferia.