Que es el GLP?

También conocido como gas de automoción o autogás, se presenta como una seria alternativa al petróleo. Se trata de una mezcla de gases Butano y Metano en estado líquido. Su uso comporta un ahorro del 40% y cualquier motor de gasolina puede ser adaptado para utilizarlo.

Su precio es un 50% más barato que la gasolina. Se trata del Gas Licuado del Petróleo, más conocido por sus siglas GLP, el tercer carburante más consumido del planeta, con millones de vehículos adaptados para su uso, de los cuales más de la mitad ruedan por las carreteras europeas.

Pero la gran ventaja del autogás, nombre comercial de este producto, es que no se prevén variaciones significativas del precio. Y esto por dos razones. La primera, que la fiscalidad del GLP está congelada hasta 2018. La segunda, que el descubrimiento de nuevos yacimientos de gas natural en Nigeria y Qatar garantiza un suministro continuo.

Otra ventaja es que cualquier modelo de gasolina puede ser adaptado para funcionar con autogás. La conversión cuesta entre 1.500 y 2.000 euros y es plenamente cubierta por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que concede ayudas de hasta 2.000 euros para adaptar los vehículos nuevos y 400 euros para los ya matriculados. Además, los coches no pierden la garantía del fabricante.

La transformación consiste básicamente en el añadido de un depósito adicional –de 70 litros, aunque sólo se llena en un 80%, es decir 57 litros –, que ocupa el lugar de la rueda de repuesto, así como de una válvula de expansión y la sustitución de algunos manguitos, ya que el gas es más corrosivo que la gasolina.

Sin embargo, algunas marcas, como es el caso de Volvo, comercializan en Suecia vehículos que cuentan con tanques de gas integrados en el propio automóvil, por lo que no se ven obligados a prescindir de la rueda de repuesto. El vehículo mantiene, además, el depósito de gasolina original y dispone de una tecla para pasar de uno a otro combustible, incluso en plena marcha. Con ello, logra una autonomía combinada de más de 1.000 kilómetros.

Pros y contras

En la parte negativa hay que consignar una leve pérdida de potencia, prácticamente imperceptible en motores medianos, y una elevación del consumo, entorno a un 20%.

Sin embargo, este sobrecoste queda ampliamente compensado por la diferencia de precio entre la gasolina y el autogás. Al final, el coste operativo es un 40% inferior al de la gasolina. Un argumento que ha despertado el interés de las empresas con flotas de reparto en áreas urbanas, que han comenzado a adherirse al gas de automoción.

Otro de los argumentos del autogás son sus ventajas medioambientales. Al utilizar GLP un coche emite un 15% menos de dióxido de carbono (CO2) y reduce en un 95% los óxidos de nitrógeno (NOx), además no libera partículas como las emitidas por los motores diésel, que son cancerígenas. A cambio, si produce más monóxido de carbono (CO) que un motor tradicional.

Hasta ahora, el gas de automoción había tenido una difusión muy limitada en España, debido a las restricciones legales existentes. Pero en los últimos años el número de coches particulares preparados para consumir gas no ha dejado de crecer.

Otra de las razones que habían frenado la difusión del autogás era la falta de puntos de repostaje.

Por último, cada día hay un mayor número de modelos que se ofrecen adaptados de origen para utilizar autogás. hay varias marcas que ya ofrecen vehículos preparados de fábrica preparados para circular con GLP