Motor y caja de cambios: piezas de gran desgaste que en su producción son tratadas bajo atmosferas de nitrógeno e hidrogeno para mejorar sus características mecánicas y duración de vida.

Carrocería y Componentes metálicos: Para la fusión del hierro y el acero el oxígeno mejora la combustión de los hornos y hace que el proceso sea más limpio. También se utilizan el nitrógeno y el argón durante los procesos metalúrgicos. La mezcla del nitrógeno e hidrógeno durante el tratamiento térmico de las piezas evita la alteración del acero durante la preparación del moldeado y configuración de los elementos de la carrocería. El recortado de las piezas se hace mediante procesos de corte por láser, para lograr una mayor perfección. La soldadura de los componentes metálicos se realiza en atmósferas de protección en base de gas argón.

Salpicadero y parachoques: Algunos de los plásticos que se utilizan para la fabricación de piezas del automóvil se producen mediante reacciones químicas de hidrógeno y monóxido de carbono. Para la fabricación de piezas se inyecta nitrógeno a alta presión en la estructura plástica. Así se mejoran considerablemente las características mecánicas y se evitan los riesgos de deformación. Además las piezas se tratan mediante procesos de limpieza y desengrasado con CO2 que permite mejorar la calidad de acabado y brillo de la pintura. El uso de mezclas de Flúor y Nitrógeno facilita el pintado de las piezas plásticas.

Depósito de gasolina: Las refinerías utilizan hidrógeno durante el proceso de producción de las gasolinas para desulfurizarlas, ya que de este modo se reduce la emisión de azufre a la atmósfera. Además, para moldear el depósito, se utiliza aire enfriado con nitrógeno líquido y mezclas de Flúor y Nitrógeno para mejorar la estanquidad.

Air Bag: Utilizando gases como el argón y el helio, el inflado de los air bags resulta menos brusco que con otros procedimientos.

Neumáticos: Los neumáticos se inflan con nitrógeno, reduciéndose así el efecto del desgaste del mismo, aumentando su ciclo de vida y disminuyendo el consumo de combustible, contribuyendo de este modo a la preservación medioambiental.

Luces: Gases como el argón, xenón y criptón, impiden que se consuma el filamento y aumentan la intensidad de la iluminación.

Cristales: El oxígeno mejora la combustión durante la fusión del vidrio y reduce las emisiones derivadas de este proceso. La utilización de una atmósfera de nitrógeno e hidrógeno impide defectos en la formación del cristal.

Pila de hidrógeno: La pila de combustible hace posible que el hidrógeno (almacenado en un depósito en el coche) y el oxígeno, proveniente del aire, se mezclen dando lugar a electricidad, lo que permite que el vehículo se mueva sin ruido y sin emitir gases de efecto invernadero, reduciendo así la contaminación en zonas urbanas.

Estaciones de servicio de hidrógeno: Los vehículos que se mueven gracias a una pila de combustible alimentadas con hidrógeno ya son una realidad para los ciudadanos particulares. Los países en los que se comercializan están creando redes de estaciones de servicio de hidrógeno para el repostado.

Fórmula 1: Los vehículos de formula 1 utilizan CO2 para la refrigeración de los motores.