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¿Cómo ahorrar en el carné del coche?

La mayoría de edad es una etapa que cualquier adolescente espera con ansias por las muchas oportunidades que supuestamente otorga el hecho de ser incluido entre quienes tienen más derechos, aunque también más obligaciones. Pero más allá de la breve lección de moralina que conlleva la consecución de los anhelados 18, la realidad es que el paso de un estatus a otro abre todo un universo de posibilidades a los jóvenes que, bien aprovechado, puede marcar un cambio sustancial entre el de previo a ser mayor de edad y el día de después.

Una de las cosas más esperadas por los adolescentes que ya se encuentran en posesión de las condiciones legales pertinentes es el carné de conducir, una herramienta que supone la libertad de movimiento, si se dispone de coche, eso sí. Pero incluso si el uso del vehículo familiar ha de ser compartido, disponer de este documento acreditativo siempre es una ventaja, así que, sea como sea, el objetivo es obtenerlo.

Para todos aquellos que se encuentren en esta situación, aquí se pueden leer algunos consejos con los que el carné de conducir puede salir por cantidades bastante asequibles.

Comparar las autoescuelas

Lo primero que se debe hacer una vez que se ha tomado la decisión de empezar con las clases es buscar la autoescuela. Muchas veces los jóvenes tienden a ir en grupo a estos lugares para coincidir con los amigos o los compañeros del instituto. Aunque pueda parecer la mejor opción para sentir el estímulo de la compañía, no siempre es una buena opción, ya que algunas personas del grupo pueden disponer de dinero con más facilidad y por tanto no comparar las ofertas de las distintas autoescuelas. A veces entre un servicio y otro que son idénticos puede haber una diferencia de más de 400 €.

A la hora de encontrar la autoescuela que más se adapte a las necesidades de cada uno, sacar el carnet de coche con el RACC es una de las opciones más económicas para los jóvenes españoles en la actualidad.

Tener tiempo y decisión

Una vez que ya se ha encontrado la autoescuela adecuada al ritmo y la economía particular, es el momento de plantearse de si realmente la situación es la adecuada para poder dedicarle a las clases y el aprendizaje el tiempo necesario. De lo contrario, prolongarlas demasiado podría suponer una aportación constante de cuotas que incrementen el costo total del carné. Así, sólo si se tiene la certeza de estar en el momento oportuno se deben empezar las clases, facilitando que el tiempo sea el menor posible y por ende el gasto.

Aprender de los conductores experimentados

Está claro que cuanto más sepamos de manera previa al comienzo de las clases, menos tiempo invertiremos y con él el dinero justo y necesario. Por este motivo, si se dispone de allegados con carné como padres, hermanos, amigos, etc… lo mejor es prestar atención a sus recomendaciones y preguntar todo aquello que nos genere dudas. Así, conocimientos como saber cuándo cambiar los neumáticos, cómo mirar el aceite y el agua, qué señales son más importantes o en qué momento usar cada marcha pueden ser de gran utilidad para aplicar esos conocimientos de base al resto.