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Probamos el BMW M4 Cabrio

Pocas veces pasan por las manos coches tan golosos cómo este BMW M4, ya que gusta a casi todo el mundo, ya que es deportivo, bonito, musculoso, descapotable, lujoso y hasta cómodo.

Bajo el capó se esconde el motor de seis cilindros en línea sobrealimentado con turbo y que entrega 431 CV de potencia.

Incorpora los nuevo faros LED adaptativos (opcionalmente podremos tener pilotos Icon Adaptive LED con gráficos hexagonales).

El interior está plagado de alusiones a su apellido, con logos de M4 iluminados en los asientos delanteros, detalles cromados y galvanizados o la doble costura en el panel de instrumentos.

Mecánicamente el bloque de 6 cilindros se mantiene inalterado (lo que funciona no lo toques), igual que la puesta a punto de su chasis. Tenemos 431 caballos entregados al eje posterior gestionados por una excelente caja de cambios automática de doble embrague.

El BMW M4 Cabrio es un auténtico deportivo, pero que se puede usar cada día, permite disfrutar de la conducción tanto al aire libre como cerrado, sin nada que envidiar a su hermano Coupé.

El nuevo BMW M4 Cabrio es, en realidad, la quinta generación descapotable del BMW M3, pero, como ya sabrás, a partir de ahora, los M3 Coupé y Cabrio pasan a denominarse M4.

Se trata de un convertible con unas dimensiones prácticamente idénticas a las de su hermano con techo cerrado. Salvo por unos pequeños milímetros de alto, el resto de cotas se mantienen inalteradas.

La mala surte es que la semana que nos dejaron esta maravilla, llovió cinco días.. pero sirvió para ver que sus sistemas de control de tracción y estabilidad, sin ser muy invasivos, son eficaces y transmiten mucha seguridad, aunque alguna divertida patinada nos deleitó, de modo involuntario, o no..

En los días que pudimos disfrutar de destapar el techo, la temperatura era baja, pero el sistema ‘Air scarf’ (opcional) que mantiene tu cuello calentito por medio de un ligero chorro de aire templado que sale de la parte inferior del reposacabezas, nos permitió rodar a cielo descubierto sin problema.

La capota se puede cerrar en marcha, aunque debe ser por debajo de 18 km/h, así que es mejor parar los 20 segundos para cubrir el M4 y así alargar la vida del techo. El techo duro retráctil tiene tres piezas y cuando está cerrado, la insonorización es sorprendentemente buena.

El M4 Cabrio pesa 250 kilos más que el Coupé, que sinceramente ni se perciben en un uso normal, ya que pasa de 0 a 100 Km/h en un suspiro de 4,6 sy tiene una velocidad punta de 250 Km/h Autolimitados.

El bloque TwinPower Turbo de 431 CV entrega 550 Nm de Par desde solo 1.850 rpm, una fuerza brutal que permite aceleraciones y recuperaciones de infarto.

Dinámicamente lo que más llama la atención de este nuevo M4 Cabrio es que no es un deportivo 100% radical y ya, si no que permite variadas posibilidades de configuración para adaptar su respuesta a lo que requiera cada momento gracias a los modelos de conducción ‘Comfort’, Sport y Sport +, modificando el tacto de dirección, suspensión y motor. De manera añadida puedes optar por tres modalidades distintas para el cambio M de doble embrague, que van de más suave y progresiva a más efectiva y rápida, así como los tres modos del control de estabilidad DSC: conectado, M y completamente apagado.

El interior del nuevo BMW M4 Cabrio es deportivo pero sin estridencias, con un equipamiento completo y una ergonomía muy conseguida. Los asientos recogen excelentemente nuestro cuerpo y son cómodos.

Atrás las dos plazas disfrutan de bastante espacio, incluso con la capota puesta, el acceso es angosto cómo pasa habitualmente en este tipo de vehículos.

El maletero es justo, otra no novedad de los descapotables, pero el acceso es bueno y con la capota puesta, no está mal.

En movimiento es muy divertido, siempre hay que estar atento a su parte trasera muy viva, pero nos permite rodar a ritmos endiablados y parar en un plis plas gracias a sus enormes y eficaces frenos. La dirección, marca de la casa es directa y muy informativa.

En zonas viradas la trasera se insinúa pero es relativamente fácil llevar el M4 por dónde queremos, recuerda a los grades deportivos de antaño, pero con un nivel de seguridad y confianza muy superior.

En ciudad gracias al cambio automático, permite ir a un ritmo de procesión sin petardeos ni tirones.

En autopista, hay que vigilar el pie derecho ya que sin enterarnos, nos podemos meter en algún problema con la gente de Trafico, ya que se pone a velocidades nada legales en un abrir y cerrar de ojos. No hay que decir que es estable, rápido y suave, pero también confortable y aunque suena, no lo hace estridentemente.

Valoración Final
Los 102.300 euros que cuesta son muchos, pero el coche va de vicio, es bonito y espectacular, además ronca de verdad y sus afortunados propietarios lo van a disfrutar cada segundo. Si os encaja y no os llega la chequera, ahorrad, no os arrepentiréis.

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