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Prueba a fondo Audi A3 Sportback TSi 105 s-Tronic

El A3 es un coche que evoluciona generación tras generación sin revolucionar, esto es síntoma de que las cosas van bien, que el concepto es el adecuado y sobretodo que en el momento de ser sustituido no es un ilustre veterano sino uno de los gallos de gallinero, con esto queremos explicar que Audi tiene en su compacto a un valor seguro al que mima para que siga siendo uno de sus portaestandartes, un modelo que seguramente no será el más llamativo, ni el más grande, pero si el que va mejor, está mejor fabricado y sin duda debe estar entre nuestras opciones a la hora de comprar un compacto premium.

Si BMW aún no tiene experiencia en el sector y Mercedes ha tenido que copiar el concepto de sus competidores para tener un coche competitivo, el A3 fue el precursor y se ha sabido mantener en todo momento en la élite.

La nueva generación del A3 es más agresiva y deportiva, con mayores opciones de equipamiento y una calidad de acabados a la altura de la flor y nata del mercado.

Motor
Este propulsor turbo de tan solo 1,2 litros es una de las opciones más serias a las motorizaciones diesel, ya que ofrece un andar alegre incluso cargado, consume poco, incluso en esta ocasión en que va de la mano del cambio automático S-Tronic de la marca.

El S-Tronic de 7 marchas usado en este modelo es la adaptación de Audi del afamado DSG del grupo VAG, un cambio de doble embrague rápido y que en su declinación de 7 relaciones es seguramente el que menos influye en el aumento de consumo típico de estos conjuntos motor-transmisión.

En nuestro caso el consumo se situó en unos excelentes 6,2 litros a los 100 kilómetros.

Las prestaciones son buenas con 193 km/h de punta y 10,5 segundos en pasar de 0 a 100 km/h.

Interior
La evolución más marcada en el A3 ha sido su interior, con un diseño y materiales muy cuidados y sobretodo con la ergonomía marca de la casa, inaccesible para el resto de fabricantes.

Nuestra unidad de pruebas montaba el opcional navegador que emerge de la parte superior del salpicadero, ofrece una calidad sorprendente y una sencillez de uso formidable.

El resto de mandos se sitúan muy a mano y ofrecen una gran intuitividad, al igual pasa con el cuadro de relojes, claro, de fácil lectura y con un ordenador de a bordo muy completo.

Los asientos delanteros destacan por su buena sujeción, es fácil encontrar la posición al volante.

Detrás andamos algo escasos de espacio para las piernas y el acceso no es muy amplio, en cambio el resto de cotas son buenas.

En cuanto al maletero sus 380 litros, no son ni mucho menos de record pero nos permiten plantearnos viajar con equipaje con ciertas garantías.

Comportamiento
Audi es sinónimo de buen comportamiento, en el caso del A3, no es menos verdad y aunque personalmente pensemos que con el sistema Quattro es insuperable, la verdad es que esta unidad de tracción delantera parece un tren de alta velocidad, con ambos trenes, delantero y trasero inmutables y con una precisión de guiado fruto de una dirección milimétrica, que hacen fácil la difícil tarea de ir rápido en cualquier situación.

Aunque no tengamos mucha caballería, el A3 ya nos proporciona muchas y buenas sensaciones al volante, con un elevado nivel de seguridad y deportividad, en vías secundarias, si el asfalto no está muy roto podemos disfrutar mucho de su conducción, en cambio si el asfalto no está liso, la suspensión dura empeora el confort y la confianza al volante.

En autopista nada tiene que envidiar a la mejor berlina del mercado, es estable, aplomado y fácil de conducir.

La ciudad y gracias a nuestro aliado el cambio S-tronic, se hace cómoda y relajadamente, es ágil en el tráfico, aunque la visibilidad trasera es justa, y en el caso de estacionar tiene una gran maniobrabilidad.

Valoración Final
Supongo que se nota que este Audi me ha gustado, no lo niego, ofrece sensaciones, es cómodo, bonito, no tiene un precio descabellado (26.000 euros sin descuentos) y además permite una conducción dinámica con un consumo racional.

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