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Prueba a fondo Royal Enfield Continental GT 535

Royal Enfield es sin duda una marca de motos a la par única que desconocida y eso que lleva haciendo motos desde el lejano 1901. La marca de origen británico pero actualmente radicada en la India tiene un plan de expansión a nivel mundial que no tiene igual en un sector muy calmado, ya que quiere ser una de las marcas protagonistas en el segmento de media cilindrada, logro que de momento parece muy lejano, aunque sus pasos son firmes y sus productos enamoran.

La Royal Enfield Continental GT 535 que hoy probamos, además pintada en el nuevo color Verde British, es un modelo que aúna una imagen retro, con una tecnología del siglo XXI y un precio muy competitivo, yo lo calificaría de ganga, 5.199 euros.

Este modelo monta un propulsor monocilíndrico de 535 cc. y 29,1 cv. con refrigeración por aire, inyección electrónica Keihin y cambio de cinco velocidades.

La Royal Enfield Continental GT 535 es una café-racer con la imagen más moderna y deportiva de la gama. Monoplaza con asiento doble y tapa de asiento como opción, cuenta con chasis Harris Performance, frenos Brembo, neumáticos Pirelli Sport Demon y un depósito que recuerda a Ducati.

Su precio queda patente a la hora de acercarte a la moto y ver su equipamiento y acabados, sin desmerecer son sencillos y básicos, aunque todo está en su sitio y funciona perfectamente.

La postura de conducción es cómoda, con un mullido del asiento más que bueno, el manillar a la distancia justa y los pies en una posición bastante natural.

El cuadro es bastante simple, con velocímetro, tacómetro, varios testigos y un muy a destacar nivel de gasolina, que muchas de sus competidoras no equipan.

Cuando la ponemos en marcha su monocilíndrico tiene un sonido de escape muy atractivo, ronco y seco. Las marchas entran bien, tiene fuerza y corre, no cómo una moto moderna pero más que suficiente para un uso casi total, ya que en ciudad es suave y fácil de llevar, en carreteras de curvas sorprende su deportividad y en autopista mantiene las velocidades máximas legales sin problema. No es una moto para competir, pero es divertida y transmite confianza.

El monocilíndrico no es un motor de altas prestaciones y se le dan mejor las recuperaciones que girar alto de vueltas. Te permite dejarle caer de vueltas y recuperar a golpe de pistón disfrutando de la música que emite por el escape.

La mayor pega desde nuestro punto de vista es un equipo de frenos que en principio debería funcionar muy bien, pero que a la práctica es algo justo.

Valoración Final

Es una moto bonita, económica, fácil de llevar, que tiene un diseño único y por eso atrae multitud de miradas y que además es bastante polivalente, para mi equipando el asiento doble opcional sería perfecta.

 

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