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Probamos el Opel Combo Life 1.5 TD 130 CV

La quinta generación del Opel Combo Life es un practico familiar con orígenes industriales y que comparte casi todo con el Citroën Berlingo y el Peugeot Partner.

El nuevo combo ahora no tiene nada que ver con el corsa, cómo había sucedido antaño, además dispone de los últimos avances tecnológicos y ofrece unas versiones de pasajeros realmente completas en equipamiento tanto de confort como de seguridad, convirtiéndose en una alternativa real a los monovolúmenes medios.

La quinta generación del Opel Combo Life se ofrece desde su lanzamiento con dos carrocerías, una corta y otra larga –ambas con cinco o siete plazas-, así como con opciones mecánicas tanto en gasolina como diésel.

En cuanto a diseño el Opel se distingue fácilmente de sus gemelos, con la gran parrilla que acoge al logo de la marca y los faros con luces diurnas LED habituales en la marca.

La luna delantera, al igual que toda la superficie acristalada del modelo, es generosa, mejorando la visibilidad en todos los ángulos.

En el lateral destacan las dos puertas correderas de serie en este acabado (en el Expression la izquierda es opcional) con protecciones en el color de la carrocería y apertura manual.

El interior del Opel Combo Life es muy similar al de sus parientes del grupo PSA, salvo por pequeños detalles propios como el volante y sus palancas.

A pesar de ser un derivado de comercial, la calidad interior, ajustes y sobretodo las posibilidades de equipamiento están a la altura de los mejores compactos, además el espacio interior y el confort son muy elevados.

La postura al volante es más alta que en un turismo, lo que nos permite una mejor visión de la carretera y sobretodo un acceso mucho más cómodo al interior. Los asientos delanteros son cómodos y ofrecen una fácil regulación.

Tras el volante, encontramos una instrumentación formada por dos diales analógicos para el velocímetro y el cuentarrevoluciones, una pantalla de aceptable tamaño para el ordenador de a bordo y dos indicadores de aguja sobre esta para informarnos sobre el nivel de gasolina y la temperatura del aceite.

El diseño del salpicadero es bastante limpio y moderno, con botones sólo para las funciones básicas del sistema de infoentretenimiento y el climatizador bizona. La pantalla flotante de ocho pulgadas le da un toque de calidad y ofrece un correcto funcionamiento.

Cuenta con dos tomas USB, una de audio y es compatible con MirrorLink, Apple CarPlay y Android Auto, permitiendo incorporar navegación 3D TomTom de manera opcional.

En cuanto a modularidad, podemos abatir y desplegar los asientos traseros con facilidad, aunque la banqueta trasera no es deslizable ni el respaldo reclinable, al igual que tampoco pueden girarse los asientos. La habitabilidad por altura y anchura es muy buena en todas las plazas gracias a los asientos individuales y las puertas correderas. El espacio con una de las plazas traseras ocupada es digno de una furgoneta, nosotros entramos tres bicicletas (quitando la rueda delantera), más el equipaje, sin problemas.

Los asientos traseros son abatibles 30/35/30, con bolsillos y mesas plegables en la parte trasera de los asientos delanteros y toma de 12V en las plazas posteriores.

Además, al no llevar reposabrazos central, la plaza trasera central cuenta con un mullido cómodo, al tiempo que no encontramos túnel de transmisión que moleste en las piernas.

El climatizador bizona cuenta con salidas de aire al finalizar la consola central.

Las puertas correderas dejan un espacio de acceso muy amplio.

Igualmente, el espacio de carga es enorme. Disponemos de unos increíbles 597 litros de maletero ampliables hasta 2.126 litros.

Disponemos de muchos huecos repartidos por el interior del habitáculo con un cajón porta objetos en el techo del maletero de 36 litros de capacidad con techo de cristal incluido de serie.

El propulsor es el motor 1.5 TD de 130 CV asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades de manejo suave y preciso.

Se trata de un motor suave y refinado fabricado en aluminio, con 1.499 cm³ de cilindrada, dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e intercooler, es capaz de entregar una potencia de 130 CV (96 kW) a 3.750 y 250 Nm de par motor a partir de las 1.750 rpm.

No es un motor que entregue la potencia con contundencia, sino de una forma muy lineal. Es a partir de las 1.900-2.000 vueltas cuando empuja con mayor contundencia, sin perjuicio de que sea capaz de recuperar con cierta energía desde aproximadamente 1.500 revoluciones sin transmitir excesivas vibraciones.

Por otra parte, no es un motor al que le cueste ganar o mantener una buena velocidad en autopista, aunque sí que es cierto que en pendientes sensiblemente pronunciadas necesitará que bajemos una marcha para mantener la velocidad cuando circulamos en sexta marcha.

Sus consumos son muy buenos, quedándose en unos excelentes 5,7 litros a los 100 kilómetros de media durante nuestra prueba. Con los 50 litros de depósito, la autonomía ronda los 900 kilómetros.

Las prestaciones son buenas, más teniendo el cuenta la vocación familiar del Combo, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos y una velocidad punta de 185 km/h.

Su comportamiento es calcado a sus hermanos del grupo PSA, con una vocación confortable y ágil pero algo limitada en zonas de carreteras de segundo orden con curvas, dónde la carrocería inclina sin representar ningún peligro ni merma de seguridad.

En autopista es cómodo, con una buena insonorización. En ciudad la buena visibilidad y su agilidad lo hacen muy apto para un uso urbano, sería un buen Taxi.

Valoración Final

Por 25.750 nos podemos llevar un excelente familiar, con una buena dotación de equipamiento y un motor más que sobrado para el uso normal de este tipo de vehículos, es un modelo polivalente que nos permite desde un uso diario a viajar, pasando por un uso lúdico, ya que en su interior nos caben, las bicis, una tabla de Surf o los esquís para practicar nuestro deporte favorito. Nos ha gustado sin duda.

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