El Evoque es sin duda el SUV más preparado para offroad, ya que es el que tiene un sistema de tracción total más elaborado y avanzado, en nieve sucede lo mismo, es el modelo que más garantías sobre firme deslizante nos dará.

El sistema Terrain Response es una avanzada tecnología que adapta el funcionamiento del motor, caja de cambios, diferencial central electrónico y hasta sistemas de frenado y estabilidad para ayudar a vencer las dificultades a las que puede enfrentarse un 4×4.

Desde un sencillo mando en la consola central del vehículo pueden seleccionarse cuatro opciones diferentes de respuesta al terreno: Normal; Nieve/Hierba/Gravilla; Barro/Roderas; y Arena. El conductor sólo tiene que elegir programa… y conducir; el coche se preocupará de dosificar de manera precisa la entrega de potencia, seleccionar la marcha más adecuada, repartir la fuerza entre las ruedas y evitar derrapajes y pérdidas de energía.

En el programa específico para nieve y hielo, el Evoque no tiene problema para arrancar con un aprovechamiento máximo de la aceleración o frenar enérgicamente sin perder en ningún momento su compostura, pero donde demuestra especialmente su eficiencia es en el trazado de curvas: ya sean virajes largos y progresivos, giros bruscos o slalom con fuertes cambios de apoyo. Durante la prueba el monitor de Land Rover que nos acompañó, nos comentó que si necesitamos salir de algun sitio y el programa de nieve no es suficiente, optemos por el de arena, ya que este último aprovecha toda la poténcia del motor y el de nieve no.

El Control de Descenso de Pendientes -que ahora permite graduar la velocidad de avance por medio de los mandos del control de crucero- y también los eficientes sistemas de parada y puesta en marcha automática y de arranque en cuesta, que mantienen el coche frenado unos instantes mientras iniciamos el movimiento, para evitar el típico retroceso. Este sistema también funciona si circulamos marcha atrás por una pendiente, detalle muy de agradecer.

La prueba la realizamos con el motor más potente de los dos diesel disponibles, el 2.0 Turbodiesel de 180 CV.

Es un motor que unido a la caja de cambio automática de 9 relaciones, ofrece un agrado de conducción elevado, silencio de marcha y una respuesta inmediata al acelerador.

Las prestaciones en seco son excelentes con una punta de 200 Km/h y pasando de 0 a 100 Km/h en 10 segundos.

La dirección y el sistema de frenos rozan a gran altura con un tacto suave y preciso.

La Habitabilidad es dónde no es el mejor, ya que es uno de los modelos más pequeños, 4,35 metros y sus diseño exterior penaliza puertas adentro. De todas maneras delante disfrutamos de un buen espacio, confort y lujo, con una presentación muy elegante y unos materiales de gran calidad. El diseño del salpicadero es sobrio sin toques futuristas ni inventos raros, es ergonómico con una gran facilidad de uso e interación y con todos los mandos en su sitio.

Los asientos son cómodos y disfrutan de ámplias regulaciones, para conseguir una pocisión al volante adecuada.

Detrás el espacio no es tan ámplio y amque permite el acomodo de tres adultos, ni el acceso ni las cotas aconsejan llevar a tres pasajeros.

El maletero con 575 litros es bastante bueno, aunque la boca de carga no es muy grande y la altura de esta algo elevada.

Nosotros solo lo probamos en nieve y la verdad es que es muy estable y fácil de conducir, incluso en la zona de slalom, teníamos la confianza de tener el control sobre el coche.

Valoración Final

Prueba superada con nota, este SUV de la casa Británica es un modelo muy a tener en cuenta para los que nos gusta la nieve y la montaña en general, con los neumáticos adecuados y sus 21 centímetros de altura al suelo, permite llegar a sitios muy recónditos con mucha soltura. Su precio ronda los 38.000 euros sin contar extras, es un precio alto, pero el modelo va francamente bien, está bien equipado (Llantas, climatizador, sensores de lluvia y luz, tracción total,..) no nos parece un precio descabellado.