El nuevo Fabia Combi tiene una presentación más cuidada y es mucho más atractivo, gracias a los detalles de personalización cómo las pinturas bitono o la oferta de llantas.

El interior sigue sin ser tan barroco cómo otras marcas, pero ya tiene detalles de color y materiales de mejor calidad. La ergonomía es buena. Salpicadero bien acabado y muy funcional. Buena postura al volante y, sobre todo, gran facilidad en la conducción en todos los sentidos.

Los asientos son cómodos y aunque es un coche estrecho, aunque no más que sus competidores, hay espacio suficiente para conseguir unas buenas cotas de confort.

Detrás hay espacio para dos personas, con buen espacio y un mullido del asiento confortable. El acceso es amplio y es menos angosto que otros modelos del mercado, incluso de su mismo grupo.

Con 530 litros de capacidad de maletero, es si duda uno de los urbanos que mayor capacidad de carga, además el portón es ligero y amplio.

En cuanto a equipamiento, crece la dotación de serie y también los opcionales, cómo el soporte para tablets y los dos puertos USB en la parte trasera, el rascador de hielo en la tapa del depósito de combustible o la nueva alfombra de doble cara en el maletero, que por un lado es texturizada y por otra es de goma para facilitar su limpieza en caso de cargar elementos que puedan ensuciarla. El techo panorámico es opcional.

A nivel de equipamiento, la conectividad disponemos del sistema de infoentretenimiento Swing Plus con pantalla de 6,5″ y tecnología SmartLink+ compatible con Android Auto y Apple CarPlay. El equipo multimedia más alto de gama, denominado Admusen, añade una segunda conexión Bluetooth simultánea, un punto de acceso Wi-Fi para dos dispositivos y, opcionalmente, la cámara de visión trasera y los servicios conectados Skoda Connect, que incluyen información en tiempo real sobre el tráfico, el precio de la gasolina o la meteorología.

El nuevo Fabia también amplía la dotación de sistemas de asistencia a la conducción y a partir de ahora puede incluir detector de ángulo muerto, alerta de tráfico posterior y asistente de luces automático. Opcionalmente también equipar control de crucero adaptativo, sensores de aparcamiento, detector de fatiga, sensores de lluvia y luces, detector de obstáculos frontal con frenada de emergencia o control de arranque en pendiente.

El motor es el conocido tricilíndrico de 1.0 litros del grupo, en versión de 95 CV. Perfecto y más que suficiente para los recorridos habituales y correcto también para largos trayectos. Tiene un carácter algo vibrador a altas vueltas, lo que invita a no estirar las marchas.

Sus 95 caballos y sobretodo una relación de cambio bastante larga nos obligan a jugar con el selector de marchas para mantener el motor en la zona buena y no perder empuje.

El consumo es realmente bajo en conducción ciudadana y periferia, quedándose cerca de los 6 litros, en cambio cuando intentamos mantener un ritmo legal en autopista se sitúa rápidamente por encima de 7.

Las prestaciones, gracias a la mágica acción del Turbo, son buenas, con una velocidad punta de 184 km/h y pasando de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos.

El aplomo del Fabia en Autopista es muy bueno y permite una conducción relajada y segura, tampoco suena en exceso.

En ciudad se encuentra en su salsa, con una buena visibilidad y gran agilidad, además se estaciona con facilidad gracias a la cámara de visión trasera.

En carreteras secundarias, aunque estén repletas de curvas, sorprende lo bien que va, sin tener una suspensión firme, se comporta bastante bien y es difícil poner en apuros al bastidor, siempre teniendo en cuenta la potencia limitada de que disponemos.

La frenada es potente y la dirección muy informativa.

Valoración final
Cuando probamos este Fabia había una promoción que lo dejaba en tan solo 14.000 euros, un auténtico chollo, teniendo en cuenta lo bien equipado que va, lo grande que es por dentro y que su motor es más polivalente de lo que parece. Es una coche con las tres B, Bueno, Bonito y Barato.