El BMW i3 es un eléctrico único, sin duda el más tecnológico y avanzado del momento, pero también cómodo de conducir, divertido y con un diseño diferenciador.

Desde su lanzamiento hace unos años, el BMW i3 es un coche diferente, una apuesta por la diferenciación de la marca germana y que ha supuesto un éxito de ventas, con un crecimiento constante de su cota de mercado.

Su nueva batería de 120 Ah, nos permite recorrer 310 kilómetros, aunque durante nuestra prueba no pasó de los 230 Km en recorrido mixto, entendemos que serán bastantes más en ciudad.

La evolución del diseño del i3 es bastante ligero, pero la verdad en estos casi 5 años, no ha perdido ni su frescura ni atractivo. ahora cuenta con nuevos faros BMW Adaptive LED, los antinieblas frontales ya no son redondos, sino alargados y poco más.

De puertas adentro es un coche diferentes, empezando por su sistema de apertura de puertas: las delanteras son puertas normales, pero la ausencia del pilar B hace que vayan ancladas a las traseras, que se abren al estilo suicida, una solución de facilita el acceso detrás y sobretodo ofrece una imagen de modernidad genial.

Esta solución no gustará a quienes viajen detrás porque es un coche cinco puertas, pero los de atrás no pueden bajarse sin que se abran las puertas delanteras. Si que es muy útil cuando llevamos a niños, ya que ni que quieran pueden bajarse hasta que les abramos la puerta.

El interior ofrece una sensación de modernidad y tecnología brutales, con un salpicadero limpio y sencillo con materiales de gran calidad y unos acabados sin tacha.

La unidad de pruebas tenía el salpicadero con detalles de madera de eucalipto, muchas guanteras y espacios para llevar los típicos objetos que todos llevamos en el coche, incluso un enorme hueco que hay entre los asientos delanteros, que debido a no tener caja de cambios, ahí queda un espacio muy aprovechable.

Otro detalle muy tecnológico es el cargador por inducción de móviles ubicado en el apoyabrazos central.

El ambiente interior es luminoso y espacioso, cómodo y único, es un coche que ofrece un espacio interior agradable y cómodo para cuatro ocupantes.

El cambio de marchas está situado detrás del volante, pero no una palanca cómo en algunos coches sobretodo americanos, sino que disponemos de un mando giratorio que nos permite cambiar la marcha.

Los asientos son cómodos y se adaptan bien a la espalda. Los materiales en general del coche tienen un tacto excelente, así como el volante y la botonera para el infoentretenimiento, fácilmente manejable tras unos pocos minutos de adaptación. Muy intuitivo.

El motor de este BMW i3 no busca cómo el resto de marcas (excepto Tesla) la economía cómo prioridad, sino que busca ofrecer confort y diversión a partes iguales. Con un par motor de 250 Nm instantáneo, la respuesta al acelerador es instantánea y le permite unas prestaciones, acceleración y recuperaciones fulminantes.

Cuenta con tres modos de conducción

Comfort: este modo de conducción no prioriza la autonomía. El motor responde con todo lo que tiene, no cuenta con límite de velocidad y los elementos de confort como el climatizador siempre están operativos.

ECO Pro: este modo de conducción busca aumentar la autonomía sin limitar en exceso al conductor. Es el más equilibrado. El pedal del acelerador actúa de forma menos radical, los elementos de confort buscan ahorrar -el climatizador se apaga al alcanzar la temperatura ideal, por ejemplo- y el coche está limitado a 130 km/h.

ECO Pro +: este modo de conducción elimina todos los elementos de confort para aumentar la autonomía del vehículo al máximo. Limita el coche a 90 km/h y su comportamiento es más progresivo y menos brusco que en cualquier otra modalidad.

Sus 180 cv se sienten cuando lo conduces, ya que empuja sin parar hasta velocidades nada legales incluso el modo más ECO.

Es un coche realmente divertido en carreteras de montaña, aunque algo limitados por sus neumáticos de poca sección, la velocidad a la que se puede negociar las curvas y rectas, es muy respetable y su estabilidad fenomenal.

En autopista va muy bien, pero es dónde su autonomía se ve más mermada, sobretodo pasando de 100 Km/h.

La urbe es su espacio más apreciado y sin duda dónde más alegrías nos puede deparar, ya que es silencioso, muy bien aislado, veloz y ágil.

Su batería se ha duplicado desde sus inicios hasta los 120 Ah, y su estado y autonomía lo podemos controlar desde la pantalla ubicada dónde normalmente se sitúa el cuadro de relojes.

La retención es regulable con el acelerador: al levantar el pie totalmente, esta es bastante fuerte, algo que se puede paliar pisando el pedal levemente. Seguirá descendiendo la velocidad, se mantendrá recaudando kilovatios, pero de forma menos acusada. Eso sí, la retención no es total: al contrario que, por ejemplo, el ‘e-Pedal’ de Nissan, la retención va bajando la velocidad hasta parar casi por completo el coche, pero no lo detiene. Es necesario pisar el freno.

El peso del conjunto es una de los signos de identidad del BMW i3, ya que con tan solo 1,4 toneladas es de los más ligeros, unidos a un centro de masas muy bajo, debido a que las baterías se ubican debajo del piso.

Lo más destacable de este coche es la ausencia casi total de ruido y vibraciones. No hablamos, evidentemente, del ausente sonido de un motor de combustión. Hablamos del ruido que se filtra del exterior, casi nulo. Es un coche muy bien aislado en este aspecto. Y en cuanto a vibraciones, casi inexistentes. Lo dicho, un coche muy agradable de conducir.

La recarga de la batería se puede realizar en un enchufe convencional que tarda entorno a 14 horas para cargar el 80% de la Batería y en un wallbox con la toma trifásica que reduce el tiempo de carga entre tres y cinco horas, en función de la potencia de este.

Por otro lado, el BMW i3 es capaz de recibir una carga en corriente continua (no alterna) de 50 kW como máximo que puede cargarse en un 80% en un tiempo que ronda los 40 minutos.

Valoración Final

El BMW i3 es un modelo atractivo, diferente, divertido y confortable. Es un coche único en el mercado y es un gran aliado en ciudad, su precio es de 39.000 euros sin descontar las ayudas, no es caro viendo las barbaridades que se piden por algunos eléctricos de otras marcas. Lo que hace único a este i3 es que tiene una variante que añade un extensor de autonomía (equipa un pequeño motor bicilíndorco de gasolina) que no permitirá seguir usando el coche cuando se acabe la energía de su batería. Si os encaja os enamorará!