El primo del Porsche Cayene, fue en su primera generación una voluntad de la marca de pasar de marca generalista a marca Premium, la verdad no lo consiguió, pero se ha quedado a medio camino, junto con otras marcas cómo Lexus o Infiniti, que no llegan al nivel de BMW, Mercedes o Audi y otras cómo Mazda, dónde el lujo no está tan presente pero si la calidad de funcionamiento de sus modelos. Volkswagen está algo por encima realmente de estas tres marcas, pero el público, aún no tiene esta percepción.

En el caso del Touareg, el nivel de lujo, calidad, comportamiento,.. está a la altura de sus rivales premium, con el añadido de su exotismo y mayor equipamiento.

El nuevo Touareg se aprovecha de la plataforma modular MLB Evo, sobre la que ya conocemos productos de la talla y categoría del Audi Q7, Porsche Cayenne o Bentley Bentayga. Técnicamente, podríamos decir que todos ellos son (casi) el mismo coche, aunque con sus peculiaridades para no canibalizarse entre ellos.

El nuevo VW Touareg es imponente no solo porque su tamaño o prestaciones puedan imponer cierto respeto, también porque su imagen transmite calidad, presencia, rotundidad, sofisticación… Por fuera es algo más largo que el de la generación anterior, algo más bajo y visualmente más estilizado.

Puertas adentro es una pasada, con una alta carga tecnológica. El cuadro de relojes (de 12 pulgadas) y pantalla central (de 15) están fundidas en una sola e inmensa superficie de alta resolución e infinitas funciones. Todo es configurable, por una simple cuestión de diseño o de organización de la información. La pantalla central es completamente táctil e integra virtualmente todos los botones necesarios para el manejo de todo el equipamiento. Son de tipo capacitivas cómo los de las tabletas y smartphone, aunque no le falta un mando vocal para las funciones más comunes y otro gestual para cambiar de pantallas.

La palanca del cambio del nuevo Touareg es de tipo joystick by wire, sin desplazamientos.

Las butacas delanteras son perfectas por confort y tampoco son malas en cuanto a la sujección de nuestra espalda, por supuesto que cuentan con un reglaje eléctrico que nos permitirá conseguir la posición perfecta.

Detrás hay mucho espacio y pueden viajar dos adultos con el confort de una berlina de lujo, la plaza central es algo más incómoda.

El acceso al coche es lo peor, ya que aunque bajemos la suspensión, debemos subir al Touareg.

El maletero es bastante capaz, con una capacidad entre 515/660 litros , dependiendo de la posición de los asientos traseros, que pueden desplazarse longitudinalmente.

En movimiento, y con la suspensión neumática de la unidad probada, su calidad y versatilidad de rodadura son extraordinarias. Es un coche sólido y suave, robusto y refinado, como agradecidamente ágil, estable y despreocupado de conducir por todo tipo de trazados con la aportación de la dirección integral, cuando no olvidemos estamos hablando de un coche de 1,73 metros de alto y 2.255 kg verificados,

En cualquier caso, la suspensión neumática es un plus técnico que sobre todo saca provecho a la posibilidad de modificar la altura para quien exponga al Touareg a altas exigencias fuera del asfalto.

Respecto al modo de conducción Normal, el Touareg puede subir 25 mm o 75 milímetros en el modo Off-road. Ha perdido la reductora opcional de la anterior generación, pero con estos pluses de altura libre al suelo y la tracción integral se basta para rodar con seguridad, eficacia y comodidad por el campo. En asfalto, por si solo baja entre 15 y 25 mm al superar los 120 km/h en los modos ECO, Confort y Normal. Y desde el inicio en el modo Sport, con lo que le da una precisión de movimientos y solidez en apoyos que naturaliza mucho su conducción más dinámica.

La dirección a las ruedas traseras nos permite una mejor maniobravilidad y agilidad, es totalmente inapreciable al volante, pero muy útil.

Nosotros lo hemos metido en campo y nos ha sorprendido su gran facilidad para avanzar, cómo si si tratara de un tanque, es imparable, con neumáticos de montaña, debe ser una pasada.

En autopista es sensacional, silencioso, suave y sobretodo aplomado, el confort es sobresaliente y permite viajar largos trayectos sin cansancio alguno.

Este motor diesel de 3 litros turbo diesel es espectacular y encaja perfectamente en la filosofía del Toareg, sus 286 CV nos permiten rodar a bajos régimenes en cualquier situación y si necesitamos algo más de empuje, sólo es necesario acariciar el acelerador para salir disparados.

Por calidad de funcionamiento, cantidad de prestaciones y eficiencia energética, este diesel es sin duda la mejor elección dentro de la gama actual.

Los 6 cilindros le dan un tacto sedoso; desde 2.000 rpm resulta espectacular la fuerza con que empuja y su consumo se mueve entrono a los 7,5 litros a los 100 kilómetros, algo menos si hacemos carretera.

El cambio de 8 velocidades tiene un funcionamiento suave y eficaz, sin ser deportivo, pero nunca falta empuje.

Las prestaciones son de deportivo, con 235 Km/h de punta y unos excelentes 6,1 segundos pasando de 0 a 100 Km/h.

Valoración Final

Quien se compre este coche será un privilegiado, es una maravilla tecnológica, no gasta por lo que corre y es muy cómodo y eficaz, el único escollo, que hay que tener los 81.000 euros que cuesta, aunque no os arrepentiréis de la inversión.