Con esta moto, tenemos una moto rutera de cilindrada media, buena potencia, económica de consumo y mantenimiento y unas prestaciones muy elevadas. Su motor bicilíndrico en línea de cerca de 800 cc y 90 CV de potencia ofrece un enorme agrado de conducción y unas posibilidades dinámicas increíbles.

Cómo en toda BMW, cuando nos sentamos en el asiento nos percatamos de que la ergonomía está muy bien estudiada, seas alto o bajo, vas a poder conseguir una buena posición de pilotaje, ya que podemos adaptar todo a nuestras necesidades, manetas de freno, asientos, manillar,..

Esta GT permite llevar una posición de pilotaje más erguida que con la anterior ST debido a que han subido el manillar, cosa que se agradece en grandes tiras de carreteras, para lo que inicialmente se ha diseñado esta GT. El carenado es completo y con una buena protección del viento. El chasis está basado en el de la F 800 R aunque modificado para soportar más peso.

La seguridad activa, es una de los caballos de batalla de BMW, así que podemos equipar a la F 800 GT con el sistema de control de tracción (ASC), el amortiguador trasero con regulación electrónica (ESA), el sistema de control de presión de neumáticos (RDC) y una lista de equipamiento opcional que incluye elementos como el ordenador de a bordo, caballete central, puños calefactables, maletas, top case y bolsas sobre el depósito especialmente diseñadas para este modelo.

El motor bicilíndrico en paralelo de 798 cc ya lo hemos visto en otros modelos de la marca Bávara, aunque en este caso ha recibido pequeñas modificaciones que lo hacen 5 CV más potente, para llegar a los 90 CV a 8.000 rpm. La refrigeración es por agua y tiene sistema de inyección electrónica. Los usuarios con carné A2, pueden optar por una variante de menor potencia (35 kW/48 CV) sin ningún coste adicional. La transmisión final es por correa dentada sin mantenimiento.

El consumo de carburante, cómo suele ser habitual en BMW es muy recortado, con una media en nuestro test de 4,8 litros a los 100 kilómetros. La autonomía supera los 300 kilómetros.

Las prestaciones son muy elevadas, pasando de 0 a 100 Km/h en tan solo 4 segundos y con una punta de más de 220 Km/h.

El sonido de su escape es una delicia, ronco y deportivo.

Las suspensiones de serie son muy eficaces, con horquilla telescópica convencional sin regulaciones en el eje delantero y un amortiguador trasero que dispone de un mando giratorio lateral para ajustar la precarga del muelle. Opcionalmente podemos elegir el sistema ESA, que montaba la moto testada que permite regular en marcha los ajustes hidráulicos en extensión, con tres modos de funcionamiento: “confort”, “normal” y “sport”.

El sistema de frenado es sensacional tanto por potencia cómo por capacidad de dosificación, además gracias al ABS, podemos frenar a fondo sin miedo.

En movimiento en carretera abierta es una moto muy estable, gracias al amortiguador de dirección que facilita mucho la conducción. En carreteras enlaza las curvas cómo una deportiva, es muy noble y suave en la entrega de potencia.

En ciudad su excelso propulsor y la transmisión por correa son dos pilares para que sea una moto sencilla de llevar, ágil y divertida. A la hora de estacionar sus más de 200 kilos hacen que debamos ir con cuidado con los movimientos rápidos, que sino nos poder llevar un buen susto.

En Autopista es una devora kilómetros brutal, estable, rápida y que en conducción a dúo, se muestra muy cómoda.

El cuadro de instrumentos es completo y de muy fácil lectura, con muchas posibilidades de personalización y equipamiento.

Valoración Final

 

Es una moto genial, cómoda y rápida, sencilla de usar, económica de mantenimiento y muy eficaz, nos ha enamorado!