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Prueba a fondo del Seat Ateca 2.0 TDi 150 4Drive

Por fin Seat ha conseguido que el grupo VAG le deje tener un SUV en la gama, más vale tarde que nunca. Además el Ateca se coloca como uno de las mejores opciones del mercado por calidad y sobretodo por comportamiento dentro y fuera del asfalto.

Yo personalmente pienso que el Altea Freetrack era un excelente Crossover, pero el mercado no lo valoró, ahora y gracias a que el Ateca cumple con todos los requisitos de un SUV medio actual, la historia ha cambiado y el Todo Camino de Martorell es un éxito de ventas.

El Ateca de momento está disponible en dos acabados, ambos muy bien equipados, tres motores un interesante Gasolina ACT de 150 cv, y dos diesel de 150 y 190 cv, combinables con cambios manuales de 6 relaciones o automático de 7.

El Ateca es uno de los modelos más cortos del segmento (4,36 m), pero en cambio su habitabilidad y capacidad de carga no se ven en absoluto penalizadas.

Las posiciones más erguidas de los asientos nos permiten una buena visión de la carretera y un mejor aprovechamiento espacial, además de contar con un volumen de maletero de 450 litros, una cifra muy buena, sobretodo si tenemos en cuenta de que disponemos de rueda de recambio y no el inútil Kit Antipinchazos que llevan sus competidores

Delante la herencia del León es palpable, tanto por calidad como por diseño, aunque goza de una mayor conectividad y sobretodo de una mejor posición al volante. Los asientos como en todo Seat son cómodos y recogen perfectamente nuestra espalda.

Detrás disponemos de un buen acceso y buenas cotas de habitabilidad, nada que envidiar a ningún competidor.

El comportamiento de esta versión de tracción total es simplemente perfecto, preciso, ágil y súper estable, sus neumáticos 100% asfálticos lo enganchan a la carretera, pero en tierra no se encuentran tan a gusto, no quiere decir que no solventarán la mayoría de obstáculos, pero si que deslizan algo más de lo deseado. La tracción 4drive es sensacional y nos permite licencias que parecerían imposibles sin ella. Su sistema Haldex de última generación es una solución ideal para adaptar el reparto de par a las necesidades del momento y así operar prácticamente como un tracción delantera en condiciones habituales (menos consumo). Su adaptación es automática, pero el Ateca presenta un mando para trabajar de partida con leyes específicas de tracción, motor y electrónica, según los modos Eco, Normal, Sport, Off Road, Snow e Individual. El Modo Off Road está unido al control de descenso, la verdad es que en nuestro caso hemos optado por la posición Snow cuando hemos circulado por tierra.

La suspensión es tirando a dura, lo que beneficia un andar muy deportivo pero más incomodidad en asfaltos rotos o caminos.

Los frenos son muy buenos, con un gran mordiente y una fácil dosificación.

El motor 2.0 TDI 150 CV es seguramente junto con 1,8 did del Mitsubishi ASX, los motores más recomendables actualmente, ya que los modelos que rondan los 130 cv normalmente sufren de falta de bajos, sobretodo a plena carga.

En cuanto a prestaciones son más que buenas con una maniobra de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y una velocidad punta de 202 Km/h.

El cambio manual de seis relaciones disfruta de un tacto genial, precisión y de desarrollos un tanto largos, sobretodo en marchas largas.

En cuanto al consumo, durante el test hemos rondado una media de 6,4 litros a los 100 kilómetros, una cifra si bien lejos de la homologada, si que está en línea de lo esperado por sus prestaciones.

Valoración Final

El Ateca dará mucha guerra, ya que aunque su precio (30.310 Euros) es algo más alto que los tenores de la categoría, su equipamiento y calidad está a la altura de un modelo cómo el Volkswagen Tiguan, que tiene una factura mayor. Es un buen coche, va de fábula y además nos gusta su estética, ¿Qué podemos pedir más?

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