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Probamos el Audi Q5 35 TDI Quattro S-Tronic

El Audi Q5 siempre nos ha agradado, tanto estéticamente cómo en cuanto a funcionamiento, la nueva generación es ahora mucho más atractiva y tecnológica.

Hoy passa por nuestras manos la versión turbo diesel de 163 CV, tracción Quattro y cambio S tronic del Audi Q5, una cambinación que nos atreveríamos a decir que es la más completa de la gama, ya que no tiene un precio exagerado, tiene una buena reserva de poténcia, va muy fino y es muy cómodo.

El nuevo Q5 se distingue de su antecesor básicamente por la parrilla y faros, tanto delanteros cómo traseros, el resto del diseño es más continuista, aunque algo más musculoso. La verdad es que este coche no es un restyling, sino un modelo completamente nuevo, que representa un gran salto hacia delante respecto a la anterior generación.

Este Audi Q5 crece en longitud, con 34 milímetros extra y su batalla se estira otros 12 milímetros.

El Q5 adopta la plataforma MLBevo, que comparte con el A4 y Q7, ya que sigue optando por un motor longitudinal.

Un detalle que ha sido muy mejorado ha sido la acústica, apenas se oye el motor, el viento o la rodadura de los neumáticos, es muy silencioso y eso aumenta el confort de marcha.

El interior da un gran salto hacia adelante, con un diseño muy cuidado y unos materiales de gran calidad.

Encontrar la postura es fácil, los nuevos asientos son muy cómodos, la visibilidad es buena en cualquier dirección y todo queda en su sitio. Disponemos de una muy buena habitabilidad, tanto delantera cómo trasera, aunque puede que sea detrás dónde más palpable sea el avance.

Al maletero dispone de 550 litros de capacidad, ampliable gracias al respaldo trasero abatible por secciones 40:20:40 y portón con apertura y cierre eléctricos. La banqueta trasera opcionalmente puede ser reclinable y desplazable hasta en 12 centímetros, de modo que el maletero, con cinco plazas en uso, alcanza los 610 litros.

Este modelo viene correctamente equipado de serie y se puede montar todos los opcionales imaginables, Cámaras, ayudas de conducción, tapicerías de piel,…

Los asientos traseros son cómodos y disfrutamos de una buena sujección de nuestra espalda en las plazas exteriores, la central es más dura.

El salpicadero está presidido por el cuadro de instrumentos digital, denominado Virtual Cockpit, informa de forma ordenada de todo lo necesario para el trayecto.

En la consola central encontramos la pantalla multimedia de 8,3 pulgadas del sistema MMI Plus. Desde aquí podremos configurar todos los aspectos del coche, desde todo lo referente al sonido hasta los ajustes de comportamiento del Q5, que detallaremos más adelante.

En movimiento, la suspensión neumática junto con la excelente insonorización hacen que este coche sea perfecto para viajar. El nuevo SUV de Audi va por raíles en las curvas -la tracción Quattro funciona a las mil maravillas-, frena de cómo un campeón y tiene una dirección casi perfecta, es un coche que hace fácil la acción de conducir.

En autopista es de los coches que dan la impresión de circular encima de una alfombra mágica, siempre aplomado y estable, cómodo y filtrando las irregularidades del asfalto, es un gran tragamillas.

En carretera, incluso con el asfalto deteriorado, sorprende su buen hacer, es ágil y rápido además de transmitir un enorme nivel de seguridad.

En ciudad disfruta de una buena visibilidad, personalmente heché de menos la cámara de visión trasera opcional, pero cuando le coges las medidas es muy maniobrable y callejea de maravilla.

El motor 2.0 TDI 163, más progresivo que rabioso, es otro factor que ayuda a que este coche sea suave y confortable, con un buen empuje entre 1.750 y 3.000 rpm (dónde disfrutamos del par máximo) y un cambio automático impercempible, que es la mejor cualidad que se le puede pedir, ya que ni tiene vacíos ni tirones, aunque si colocamos la palanca en modo Sport, las tornas cambian y es más deportivo y agresivo.

En cuanto al consumo, durante nuestro test, conseguimos una media de 6,8 litros a los 100 kilómetros, una cifra, buena aunque se puede mejorar y mucho si realizamos una conducción económica y circulamos por vías rápidas a velocidades legales.

Sus prestaciones son normales, nada fuera del común, al volante disponemos de una buena patada, pero los fríos números nos dicen que está en línea de sus competidores, con una velocidad punta de 211 Km/h y pasando de 0 a 100 Km/h en 9,1 segundos.

Valoración Final

Esta versión del SUV de Audi sale desde 48.000 euros sin contar descuentos, es una cifra ya respetable, pero los vale, no por prestaciones ni equipamiento (aunque entre los opcionales hay cosas muy exclusivas) sino por lo bien que va, muy por encima de otros todocaminos de este tamaño, es una gozada conducirlo, además a nosotros nos parece muy atractivo.

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